𝐄n Konoha la paz reina, Kakashi Hatake, el séptimo Hokage, se encuentra con mucho tiempo libre en su agenda. En lugar de disfrutar de su merecido descanso en pasatiempos, decide convertirse en un especie de 'cupido' inesperado. Su misión: ayudar a...
Hinata se encontraba en cuclillas presionando sus piernas contra su torso y rostro detrás de un árbol del bosque. Su cara estaba roja, se sentía muy avergonzada. Había hablado del clan de Sasuke y de lo que sentía como sí tuviera ese derecho, el único que sabía cómo sentirse era él mismo.
Respiro entrecortado. Sus oídos percibieron el sonido de pasos aplastando hojas secas del suelo. Cerró sus ojos con fuerza ocultándose de Sasuke, sabía que era él.
— Aquí estás.
Él se acercó a ella hasta ponerse a su nivel frente a ella, observó cómo su lindo kimono estaba manchado de tierra y hojas. Tiernamente dejó el broche de cabello entre su cabello cerca de su oreja.
— Lo lamento mucho, debes estar enojado por las palabras. No debí hablar deliberadamente sobre eso, debí tener más control de mis palabras, lo siento.
— Las personas suelen hablar mucho —susurro él — y más cuando se trata de mi clan, incluso hacen cuentos para niños, es una pesadilla...
Hinata se sintió chiquita. Se apretó más así misma con el deseo de desaparecer.
— Pero... — sus labios se movieron — cuando lo hablas tú es agradable...
Abrió sus ojos viendo su regazo y sus manos.
— A Oka-chan le hubieras agradado.
Está vez Hinata levantó su mirada y quedó enmudecida por sus palabras. El borde de sus ojos se había suavizado, su mirada estaba lejana con una sonrisa nostálgica.
— Yo...
— Mira, has vuelto.
Ella se sonrojo volviendo a sentir vergüenza.
— Lo siento.
— No quiero tus disculpas, no necesitas hacerlo — miro sus ojos lilas — fue agradable escuchar que alguien se siente así, que recuerde a mi clan y no únicamente mi traición.
— Lamento que no sea así.
— Yo también.
— ¿Tú mamá... — sintió sus mejillas sonrojadas.
— Oka-chan tenía la particularidad de valorar más los corazones que las apariencias. Sí te hubiera visto le hubiera agradado haber escuchado a alguien así.
— Creo que las personas nunca muere sí lo recordamos. — puso su mano en su propio corazón —. Es solamente un pensamiento pero me ayuda.
— Hinata...
Ella levantó su mirada hacia él.
— Gracias, en verdad — le dedicó una mirada de agradecimiento.
— No se que decir — susurró ella viendo sus propios dedos.
Sintió la mano de Sasuke tocar ligeramente su mentón y levantar, miro su rostro cerca de ella. Sus labios se abrieron de la impresión junto con un corazón latiendo con rapidez.
— No digas nada, yo no soy experto en expresar mis sentimientos, pero hay tanto de ti que me gusta. Si me preguntaras cuál es la parte que más adoro de ti, me quedaría sin palabras, porque cada detalle tuyo es un regalo para mi corazón — susurró sobre sus labios — Tú Hinata m...
