Capítulo 1

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Aixa es una experimentada piloto de avión comercial, a sus treinta y cinco años cuenta con toda la experiencia y sobre todo es joven. La piloto, es conocida por su calma bajo presión y por su habilidad de manejar situaciones bajo presión.

Aixa regresa a la ciudad luego de un vuelo internacional, el vuelo es como de costumbre y mantiene una conversación con su copiloto para asegurarse de que todo esté en orden. A mitad del vuelo, mientras sobrevuelan el océano Atlántico, Aixa comienza a sentirse mal. Al principio, lo descarta como una simple fatiga, pero los síntomas empeoran rápidamente.

Comienza a nublársele la vista y le duele demasiado el brazo derecho, aun así, se aferra con todas sus fuerzas a la palanca del avión. Aixa sufre un ataque al corazón en pleno vuelo y aunque intenta continuar manteniendo el control, mientras su copiloto intenta ayudarla, el avión entra en una turbulencia peligrosa y los pasajeros empiezan a entrar en pánico.

A pesar de sus esfuerzos por tratar de mantenerse alerta, Aixa pierde la conciencia y su copiloto es quien se encarga de tomar el mando, aunque aún no tiene todo bajo control, por lo cual decide llamar a la torre de control para pedir ayuda, así mismo llamó a los auxiliares de vuelo para que le proporcionaran a Aixa los primeros auxilios.

Ante lo que sucedía, el copiloto explicó lo que estaba pasando, cuando Eir escuchó lo que acontecía, no dudo ni un segundo en levantarse de su asiento de primera clase para correr a ayudar a la piloto. En dónde encontró a los auxiliares dándole los primeros auxilios, pero Eir sabía que aquello no sería suficiente para mantenerla con vida.

―Soy doctora, me gustaría ayudarles ― dijo Eir llegando hasta ellos, luego de que el permitieran el paso.

Eir miró a la mujer piloto, jamás había visto una, en su mayoría eran hombres, pero le alegro gratamente el ver una al mando, aunque estaba segura que ese día sería su ultima vez. La doctora al ver que el RCP no estaba funcionando, pidió el desfibrilador y que le pusieran oxígeno, la piloto no se miraba nada bien.

Eir miró la pantalla del desfibrilador, el cual le indico que había la necesidad de dar una descarga, luego vino una segunda y por ultimo una tercera, en la cual, Eir logro conseguir que la piloto se quedara con ellos. Aun así, necesitaban hacer una parada en el aeropuerto más cercano, si es que aún no estaban cerca de su destino.

―Tiene que recibir ayuda pronto ― les dijo Eir ―. ¿En dónde estamos?

―Estamos a diez minutos de llegar ― le comunico una azafata que llegaba en ese momento ―. Ya han pedido una ambulancia para que estén esperándola.

―Es lo mejor, me gustaría hacer más por ella, pero...dada las circunstancias me es imposible.

―No se preocupe, muchas gracias por su ayuda.

Eir no volvió a su asiento, prefirió quedarse con la piloto y el personal de primeros auxilios, ya que temía que la piloto sufriera un nuevo ataque. Pero afortunadamente, la piloto aguanto a llegar y ya la esperaba la ambulancia, así como algunos reporterillos que tomaban fotos y preguntaban al primero que mostraba interés de aparecer en los chismes del día siguiente.

Eir opto por no mostrarse demasiado, la doctora trato de permanecer discreta, aun así, fue ella la que dijo a los de la ambulancia la condición de la piloto, siendo de esta manera que comenzaron a hacerle preguntas, pero ella respondió escuetamente lo que sabía, para enseguida retirarse sin decir más, deseaba llegar a casa y descansar, pero lo que más le hubiera gustado es que Cadence hubiera ido por ella.

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Aixa abrió los ojos, no sabía en donde estaba, pero lo primero que experimento fue una sensación de molestia y dolor en el pecho, en su brazo izquierdo y parte de su mandíbula, además de que se sentía fatigada y débil. Se encontró teniendo cierta dificultad para respirar náuseas y mareos, al tiempo que comenzaba a sudar.

El hilo que todo lo cose Donde viven las historias. Descúbrelo ahora