Aquel iba a ser un caso en el que ella podría clavar los colmillos.
- Adaptación a los personajes de Naruto
- Protagonistas Naruto y Hinata
- La historia imágenes y personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos autores.
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La mirada de Hinata pasó de la espalda de Shino a los hombres en la escalera, su cerebro rugía de horror y ahogaba cualquier posibilidad de pensamiento.
—¿Es Hinata mi madre o es sólo que se parece a ella?
La pregunta de Boruto estaba gritando en su cabeza, repitiéndose una y otra vez como un disco que saltaba.
—¿Hinata?
Ella parpadeó, al ver que Naruto estaba fuera de las escaleras y avanzaba hacia ella seguido de Sasuke y Boruto. Apartó a Shino y avanzó presurosamente con las cejas fruncidas por la frustración y la preocupación.
Hinata retrocedió mientras él se acercaba, sintiéndose acorralada como lo había estado en ese establo la noche anterior. Se movió hacia atrás hasta que se encontró con el sofá, y luego retrocedió cuando él llegó hasta ella.
—No me toques. Déjame en paz.
Las palabras sonaron frías en vez de llenas de pánico como debería haber sido. Se sentía desconectada, vacía. Naruto dejó caer las manos, pero no retrocedió. En cambio, dijo tranquilamente:—Puedo explicarlo.
Hinata se quedó mirándole expectante. Quería que se lo explicara. Quería que tuviera una respuesta que lo arreglara todo para que su corazón dejara de romperse... y entonces esperó, dándole esa oportunidad, pero él dudó y luego dijo casi desesperanzado.
—No, no puedo.
Hinata inspiró y retuvo el aliento un instante, mirando fijamente al hombre con el que había encontrado tanto placer. Había pensado que él era su compañero, tontamente se había permitido amarle, había soñado con un futuro juntos. Pero ya nada era como había pensado.
Sabía que no era la madre de Boruto, lo que significaba que sólo se parecía a su madre. Se parecía a una mujer que obviamente Naruto había amado profundamente, y cuya imagen había tenido consigo 500 años. Era como cuando Claude y sintió que su corazón se desintegraba convirtiéndose en polvo en su pecho.
Él alargó la mano hacia ella de nuevo, pero esta vez Hinata le dio una fuerte bofetada en la cara. Naruto permaneció quieto con sus ojos azules brillando. No trató de detenerla cuando le esquivó y se abrió paso entre los demás para salir de la habitación.
Podía sentir sus ojos siguiéndola mientras subía las escaleras. Hinata se dirigió directamente a su habitación, cerró la puerta detrás de sí y se quedó allí por un momento, el silencio la rodeaba... y luego las voces comenzaron a resonar en su cerebro.
—Te pareces a la madre de Boruto,— se burló. —Naruto debió haberla querido mucho para tener todavía su imagen. Ella era su verdadera compañera, tú sólo te pareces a ella.
—Él probablemente te leyó y estaba simplemente diciendo que no podía porque te quería... porque te pareces a su compañera. Cada vez que te hizo el amor estaba pensando en ella.