La fuente del Encanto

Capítulo 12

Acostada en mi cama, analizo la situación. El sol ya ha esparcido sus rayos, y yo no he pegado ni un ojo.

Pronto debo levantarme para ir a trabajar, pero el sueño me está venciendo. No dejo de pensar en aquel misterioso chico llamado Darien, ni en el niño que se parece tanto a Hael. Estoy casi segura de que es él; esos ojos los reconocería a la distancia.

Pero, ¿qué hacía solo aquí? Además, parece recordarme, lo que hace que mi corazón revolotee de felicidad.

Desde que Hunter rompió mi lazo maternal con Hael de manera tan trágica, he sentido un profundo resentimiento hacia ese ser de corazón frío y de piedra.

...

Termino de recoger mi cabello en una coleta, tratando de poner orden en el caos de mi melena.

Ajusto la cadena que siempre llevo conmigo, reviso que el uniforme esté impecable y todo en su lugar.

Hoy la reserva estará abierta al turismo, para que puedan apreciar la belleza de la vida marina y terrestre, y cómo puede ser protegida.

Al salir de casa, me aseguro de haber cerrado bien y de que todo esté en su sitio.

Salgo del apartamento esperando que algún taxi se apiade de mí.

...

El ajetreo en el lugar es notable. El personal está en todas partes, supervisando que no haya inconvenientes con los animales protegidos.

Hoy seré una de las guías del lugar, lo cual me emociona y aterra a la vez.

Mi turno comienza cuando esas puertas se abran y los turistas entren.

Espero que todo salga bien.

Sigo siendo una especie de fenómeno por mi extraño cabello rubio como el oro, pero es algo a lo que ya me he acostumbrado.

Algunos animales están inquietos por el bullicio en el lugar.

...

Cuando las puertas finalmente se abren, mi corazón se detiene y luego vuelve a latir con otro ritmo. Siento de nuevo esa extraña conexión que no he sentido en mucho tiempo.

No logro ver nada entre la multitud, pero sé que está aquí, muy cerca. Estoy segura de que es él.

No puedo estar loca.

"Mami..."

Ese susurro suena en mi mente. Me está llamando.

Y entonces lo veo. Pero hay algo más que me deja asombrada.

Es Hael, pero no está solo. Tampoco está con su padre. Viene de la mano de ese chico misterioso.

Darien.

Cuando Hael me ve, acelera el paso, jalando al hombre a su lado.

Al estar cerca, mi corazón late con más fuerza.

—Hola —dice tímidamente esa vocecita infantil.

¿Por qué tiene su forma humana?

—¿Hael, eres tú? —pregunto, viendo cómo su expresión pasa por reconocimiento, nostalgia y amor.

Se acerca y me abraza. Me agacho y lo envuelvo en mis brazos, mientras algunas lágrimas se escapan.

—Mami, ¿me recuerdas? —pregunta, con sus ojos brillando.

Mi corazón se rompe por completo.

—¿Cómo podría no hacerlo, mi pequeño? —le respondo, llena de ternura.

—Papi borró tu memoria, por eso te fuiste —susurra.

¿Qué...? ¿Qué hizo?

Eso no puede ser cierto. Yo recuerdo todo.

Jamás eh olvidado nada, le mintió?