Cap 2

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Sopló las velas de aquel pequeño y redondo pastel, con decoraciones moradas.

Mi padre me sonríe... El llegó temprano por mi cumpleaños y estoy agradecida por eso.

- Aquí está el regalo de la primera princesa de la casa - dice papá con una sonrisa.

Me entrega un caja media grande, envuelto en un envoltorio dorado.

-Hermana ya abre - dice Amelie con los ojos brillosos.

Abro la caja, quitando su envoltorio.

Lo primero que veo es una caja, con una figura de un teléfono.

No puede ser!!! Es un teléfono.

Abro la caja... Y si era lo que imaginaba.

Mi rostro muestra emoción pura.

Rodeo la mesa y me lanzó hacia papá.

- gracias muchas gracias papá, no tenías que hacerlo - digo mientras lo abrazó y el me devuelve el abrazo.

- no es nada mi niña, solo quería hacer algo por tí, pero desafortunadamente no tendrás acceso a ninguna red social por un tiempo, aquí no ahí señal de ningún tipo , y solo en Asta hay..... Pero lo puedes usar para llamadas, y mensajes, de eso si ahí señal.

Dice con orgullo, jjajjaja y yo me río, recordando los chistoso que fue poner la antena de señal. Padre se calló dos veces de las escaleras.

- está bien papá, no te preocupes - digo con una sonrisa.

El le da una muñeca a Amelie y un carro a Adam, ellos sonríen con emoción y eso me hace feliz

Y todos empezamos a comer de aquel rico pastel de la mejor pastelería que ahí en la cuidad.

....

Día siguiente

Me levante temprano, para dirigirme al bosque.

Terminó de peinar mi pelo y acomodar lo en un coleta alta.

Observó por la ventana, pero la espesa niebla no me deja ver nada.

Bajare a desayunar, y esperaré que la niebla desaparezca, a las 8:00 AM, siempre desaparece a esa hora.

...

Al terminar de desayunar me despido de mi madre y mis hermosos mellizos.

Salgo por la puerta de detrás y cruzo la puerta de valla que se encuentra en el patio trasero.

La casa está rodeada de pinos, por detrás, es un gran bosque.

Ajustó mi pequeña mochila.

Llevo lo esencial, repelente de osos o de cualquier animal, mi libro, una toalla, unas meriendas, el teléfono, etc.

Me dirijo hacia el río de cristal, es muy poco visitado, así que me gusta.

Observó a los lejos el pequeño campo pastoso , dónde la luz del día da de lleno.

.....

Pase un rato sentada en el campo y luego atravesé de nuevo el espeso y gigante bosque.

Se escucha el cantar de las pequeñas aves de la zona.

Y por fin escucho el sonido del agua.

Atravieso unos arbustos. Mis ojos jamás dejarán de admirar tanta belleza en un solo lugar.

La luz del solo, choca con las piedras de cristal, dándole un brillo espectacular al lugar.

Sin pensarlo mucho me quitó mis zapatos, sentado me en la orilla y entrando mis pies, en la fresca y fría agua, del río.

Siento como mi cuerpo se relaja, esto es un lugar magnífico.

Estamos cerca.

Me asusto.

- Quien anda ahí?!!- alzó la voz.

Y no hay más respuesta.

Somos iguales, somos lo mismo, estamos cerca.

Ya estoy loca.

Y tapó mis oídos.

Y escuho un ruido en los arbustos, ya si me asusté, quiero a mi mamá.

Escucho un pequeño aullido de dolor.

Saco el repelente de osos de la mochila, y con cuidado me levanto.

Lo más sigilosamente posible me dirijo hacia aquel lugar.

- Quien anda ahí? - escucho un pequeño aullido muy débil, casi que es imposible de oír.

Abro las hojas del gran arbusto y digo

- tengo un arma y no tengo miedo a usar la.

Al pasar por el arbustos, al principio no noto nada extraño.

Pero de nuevo escucho aquel quejido.

Y observó una gran roca grande y plana... Y para mí sorpresa, hay un pelaje Blanco acostado, mientras hace pequeños sonido de dolor.

Es una cría pero de que.

Al momento me olvidó que puedo ser peligro y rapidamente me acerco.

La pequeña criatura levanta su rostro, que tiene una expresión de miedo y de dolor.

!!!

Es un cachorro de lobo, una cría pequeñita.

Y tiene una pata herida.

Me acerco a ella lentamente esperando que no de asuste.

- sshh ,no te asustes pequeño, no te haré nada- puedes confiar en la palabra de está miedosa...

....

Al final el pequeño lobito de pelaje blanco me dejó tocarlo, eso si, tube que darle comida para que se dejará.

Lo cargo entre mis brazos, y si era macho.

Me siento con el en una roca. Y sacando una caja de primeros auxilios, curo su pequeña pata.

Para al final ponerle un vendaje.

El lobito ahora más animado, lame mi cara.

- eres tan hermoso, pequeño, pero que haces tan solo en el bosque sin tu manada.

Al escuchar manada el lobito, hace un aullido bajito y triste.

- no te preocupes seguro vendrán por tí, pequeño - y acaricio su pelaje.

Yo y el lobito pasamos la mañana y un poco de la tarde jugando en el bosque cerca del gran rio de cristal.

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