Gakushuu ha tomado muchas decisiones erróneas en su vida que lo trajeron a este momento.
Elegir asistir a la universidad en la Alma Mater de sus padres fue una, apresurarse para escribir su tesis borracho fue otra.
Ahora está atrapado en el año 19...
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Gakushuu no llora, porque no hay nadie cerca que pueda decir si lo hizo.
Se acurruca en el sofá (Gakuhou le había hecho el favor de irse furioso porque Gakushuu no podía hacerlo), pero después de que la adrenalina de la pelea pasa, Gakushuu se queda con el dolor de su pierna y un poco de dolor de cabeza.
El sofá no es lo suficientemente grande para que se estire cómodamente para apoyar su pierna, así que con gran dificultad y las muletas que Gakuhou cortésmente le dejó, camina con dificultad de regreso a la cocina (gritar es un trabajo que da sed) y luego de regreso a su dormitorio.
Gakushuu tiene que irse. No puede quedarse aquí, en 1995, no son vacaciones. Se está volviendo loco.
Envía un correo electrónico al profesor Smith antes de poder convencerse de lo contrario, solicitando una consulta privada sobre un asunto delicado que no parece muy adecuado para ser discutido por correo electrónico.
Agrega que es la misma persona que interrumpió la clase la semana pasada, casi borra la línea, luego decide que la curiosidad del profesor podría ganarle a su escepticismo y lo envía. Luego revisa su tesis nuevamente.
En la página 44 hay un dibujo de los tres: Gakushuu, su padre y su madre. Están de pie, formando una fila, de forma bastante infantil, como si un niño dibujara el retrato de su familia. Sobre sus cabezas, escrito con letras de imprenta y un lápiz de color naranja brillante, se lee: "ESTUVO EN HARVARD Y SOBREVIVÍ". Gakushuu toma un bolígrafo y añade la palabra 1995 antes de HARVARD.
"¿Qué voy a hacer?", dice. Ya ha descifrado casi todos los símbolos extraños y los garabatos que Gakushuu había escrito, pero algunos de ellos eran simplemente inventados, con la intención de representar algo arbitrario.
Gakushuu, contrariamente a la creencia popular, no tiene todas las ecuaciones del mundo memorizadas en su cabeza y, 27 años después, todavía no se han llevado a cabo muchas investigaciones que llevaron a la derivación de las ecuaciones (en particular, los experimentos con antimateria de la década de 2010).
Casi ve hacia dónde van las cosas al mirar el dispositivo, que es principalmente un deformador del tiempo de antimateria, en cierto sentido.
La materia regular obedece las leyes del flujo unidireccional del espacio-tiempo y la antimateria, fiel a su nombre, hace exactamente lo contrario.
Aprovechar suficiente de su poder permitiría doblar el flujo lineal del tiempo, lo que explica la velocidad de Koro-sensei y su capacidad de estar aparentemente en muchos lugares a la vez, como lo describe Karma. No solo se movía rápidamente, estaba retorciendo el universo a su alrededor.
Ahora la pregunta más importante era: ¿cómo el Gakushuu de alto nivel descubrió esto y cómo el Gakushuu sobrio lo replica?
El teléfono inteligente de Gakushuu (destripó un teléfono Nokia normal y lo equipó con la capacidad de usar Internet y consultar su correo electrónico, aunque hasta ahora ha sido inútil ya que la interfaz de Internet actual le dio un dolor de cabeza y nadie le envió correos electrónicos) suena y Gakushuu salta alarmado.
Su primera notificación. ¿Quién diablos...?
El profesor, Gakushuu escribe rápidamente una respuesta, confirmando una reunión (dos días, podría hacerlo dos días, de todos modos no tiene clases a las que asistir) y aplaude en voz baja.
Luego palidece, porque tiene dos días para presentar un argumento convincente que no haga que los de seguridad lo saquen de la oficina.
Las cosas deberían salir bien, esa es la cuestión, porque esto era el pasado y el futuro resulta como es, pero Gakushuu no iba a correr riesgos. ¿Y si no era así? ¿Y si Gakushuu no se esforzaba lo suficiente para convencer a su padre de que volviera a casa y terminaba desapareciendo de la existencia? Gakushuu no sabía cómo funcionan las paradojas del tiempo, pero no estaba dispuesto a jugar con ellas y arriesgarse a romper el bucle, así que tenía que poner todo su esfuerzo en todo.
De todos modos, no era propio de él holgazanear en su trabajo.
Pero antes de eso, tenía que arreglar su relación con Gakuhou.
Su padre tenía un gusto por lo dulce a pesar de parecer que duerme en criptas (bueno, en realidad, encajaba más con la personalidad del joven Gakuhou que le gustaran los dulces), lo que significa que Gakushuu iba a hornear galletas de disculpa, como suele hacer uno. Su pierna rota iba a ser un problema, al igual que su muñeca... Marca un número.
"Hola, soy yo, Shuu. Sé que técnicamente todavía estoy en tratamiento silencioso, pero necesito tu ayuda".
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