6 La mejor

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—Isabel—

—¿Era él? —pregunta Lu emocionada en cuanto enciende la marcha del auto.

—¡Sí! ¡Creí que no lo habías visto! —miro al frente recordando su cara de sorpresa. O sea, yo también estaba sorprendida...

—Claro que lo vi. Tiene ojos bonitos —menciona en complicidad, sin quitar la vista del frente.

—¡¿Verdad que sí?! —Siento que mi corazón va a explotar, y mis manos temblar, así que las extiendo al frente, y se las muestro a Lu—. ¡Estoy temblando todavía!

—Pues allá no parecía no querer ser tu amigo, también eso noté.

—¿Habrá cambiado de opinión? —inquiero en voz alta, recargándome en el respaldo del asiento, esperando que se me calme la euforia—. No sé qué le habrá dicho el macaco para convencerlo de estar allí.

—¿Macaco? —Suelta una risa escandalosa.

—No se me ocurrió otra cosa. Le hubieras visto en la puerta del salón, Lu. De verdad parecía uno.

—Me lo puedo imaginar.

—Al menos lo ha aceptado el tontuelo.

—Bien, espero ya se puedan llevar más. ¿Ya te convenció de que no es espía del tío Abel?

—Pues... —Me encojo de hombros, y abro la guantera. Hay toallitas húmedas y tomo una del empaque—. Creo que tiene razón.

—Ya, dale chance. No seas tan mala con él, la neta es que con el tío Abel uno se la pasa mejor. No digo que mi papá no sea buena onda, o sea, sí, pero es que Isa... —Me mira en cuanto el semáforo se ha puesto rojo—. La batería es mejor.

—Lo sé —respondo extendiendo la toallita con aroma a bebé, y la coloco encima de mi cara, para sentir lo fresca que está y a ver si me relaja—. ¿Crees que si haya cambiado de opinión y se haya dado cuenta de que soy bien chida?

—Es posible, pero no soy adivina, Isa. ¿Por qué no lo averiguas?

—No —Me quito la toallita de la cara—. De por sí, ya cree que soy una acosadora —Me cubro la cara ahora con ambas manos—. No quiero que piense eso de mí.

—No creo que alguien que te mira con ilusión, piense que seas acosadora. A lo mejor quiere que lo acoses.

—¿Por qué querría eso?

—Averígualo.

—¿Cómo?

—Pues..., no sé. Quédate esta noche en casa, no te vayas. Mamá les va a pedir pizza, y van a ver películas slasher, tus favoritas.

—Mis favoritas —repito dejando escapar un suspiro.

—Yo me iré con Antonio, iremos al antro, así que volveré tarde y nuestros padres se irán a cenar. También llegarán tarde.

—Supongo que tienes razón —reflexiono mirando por la ventanilla.

—Si no resulta como esperamos, le dices a Leandro que te encamine a la casa.

—Puedo cruzar la calle sola.

—No cuando la calle está sola —De pronto, ella, sin descuidar la vista de la carretera, sube el volumen de la música que empieza a ambientar nuestro pequeño espacio dentro del auto, y ambas cantamos, bailando sobre nuestro asiento—. ¡Esto es vida!

Salir con Lu es muy divertido, aprendí a ser como soy porque se me contagió la perspectiva de ella. Es tan llena de vida, positivismo, rara vez la he visto llorar de pena, ella siempre le encuentra lo bueno a todo.

[...]

Me siento muy nerviosa, porque él está adentro, y no sé cómo comportarme porque ya está el auto de mis papás estacionado afuera de nuestra casa, así que es probable que ya estén con mis tíos.

—¡Hey! —Luci sabe cómo darme ánimos—. Tranquila. Este es el plan: Vas a entrar ahí, y vas a brillar tanto que los vas a deslumbrar.

—Me conformo con que acepte ser mi amigo.

—¿Solamente tu amigo? —inquiere juiciosa con una ceja alzada, y asiento—. Dime algo, Isa. ¿Sientes las piernas como gelatina?

—Sí, ¿cómo lo sabes? —Creo que hasta la voz me tiembla.

—Porque yo sentía las piernas como gelatina cuando Antonio estaba cerca de mí y yo juraba que solamente lo veía como amigo.

Eso quiere decir entonces que él podría ser... ¿Mi novio? Empiezo a comprender... Él podría ser..., mi primer beso.

—Lu... —Ella ya tiene una sonrisa colgate.

—Pero ve despacio —Asiento inhalando aire que después suelto para tratar de tranquilizarme y darme valor—. Vamos, sorpréndelo. Encandílalo con toda esa luz que irradias.

Entramos a la casa, pero ellos no están.

—¿Por qué se tardaron? —pregunta tía Sami tomando el pastel de las manos de Lu, y lo deja sobre la mesa.

—¿Cómo les fue? —Dejo un beso en la mejilla de mis padres, mientras el tío Alexis reparte espantasuegras.

—Ganó el proyecto de tu papá —avisa mi mamá muy orgullosa. Sonrío y papá me guiña un ojo, así que emocionada, lo abrazo.

—¡Qué chido, papá! —Es cuando caigo en cuenta, lo dejo de abrazar y los miro a ambos—. Espera, ¿por eso se irán a cenar?

—Justo por eso —responde mi mamá, y papá la abraza por la espalda dejando un beso en su mejilla—. ¿Cuándo le han rechazado un proyecto a tu papá?

—Nunca —confirma él con esa seguridad que me encanta y me inspira—, porque soy el mejor.

—El mejor —repite mi mamá con su hermosa sonrisa, girándose hacia él y se empiezan a dar besitos.

—Y afortunado —Y esa es la señal para darme la media vuelta y reunirme con los demás, decidida a ser la mejor.

Nadie me va a rechazar. Decretado y manifestado.

—Isa —apura Lu, y me acerco corriendo a ella. Me entrega la botarga de unicornio, y ambas nos empezamos a vestir. Mis papás me ayudan a mí, mientras los tíos a Luci.

Esperamos unos segundos hasta que el pequeño ventilador infle por completo el disfraz, y cuando ya está, las dos nos colocamos al pie de las escaleras.

Tío Alexis le grita al macaco.

—¡Sorpresa! —gritamos ambas, explotamos los espantasuegras, y no puedo disimular que me gusta ver a Cesar.

Está sorprendido, Sergio avergonzado, pero el macaco no, él está riendo feliz.

No hace falta que busque la atención de Cesar, porque ya la tengo, así que, decidida, le sonrío, y ya no solamente mis piernas se sienten como gelatina cuando él corresponde a mi sonrisa de una forma tan dulce, que creo le ha dado la razón a Lu.

Mi tía hace resonar los altavoces, y Lu y yo empezamos a bailar con los disfraces inflables. Terminamos por improvisar, porque sí que habíamos estado ensayando la coreografía, pero se me olvidó.

Mi mamá nos graba, el resto aplaude, y Lu toma de la mano a Leandro que se une a bailar con nosotras.

No es mi cumpleaños, pero me siento feliz.

Animo a mi papá y al tío Alexis a bailar con nosotros. No se niegan, eso es lo más chingón.

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¡Hola! ¡Gracias por tu lectura!

El video al inicio en el encabezado, es lo que bailaron Isa y Lu🤭

Se nos vienen muchas emociones ♥ Ya quiero publicarlas!!!!

Nos leemos pronto ♥


Al final del arcoíris | En procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora