Un intenso dolor de cabeza me invade, tan agudo que me resulta casi imposible abrir los ojos. Este malestar supera cualquier otro que haya experimentado antes; es como si el dolor se intensificara, llevándome a un estado de sufrimiento que parece no tener fin. A pesar de esta agonía, agradezco a Dios por estar viva, aunque no tengo idea de dónde me encuentro. Con gran esfuerzo, intento abrir los ojos, una tarea que se siente monumental en este momento. Parpadeo repetidamente, tratando de acostumbrar mis ojos a la luz que me rodea, aunque cada destello parece multiplicar mi dolor.
Mi garganta está seca, y al mirar a mi alrededor, me doy cuenta de que estoy en una habitación blanca. Sin embargo, lo que realmente me deja sin aliento es la extraña posición en la que me encuentro: estoy atada de pies y cabeza sobre una mesa redonda que se sostiene en posición vertical. No puedo describir con precisión qué tipo de mesa es, pero la sensación de estar suspendida en el aire es aterradora. Mis lágrimas fluyen por mis mejillas al darme cuenta de que hay una soga roja atada en mi boca, lo que me impide gritar con todas mis fuerzas.
En medio de mi desesperación, sollozo mientras intento moverme, repitiéndome que no quiero morir. De repente, mis sollozos se detienen al notar la presencia de un desconocido que se acerca. Esa persona arrastra una mesita con ruedas hacia mí, lo que provoca que grite y me agite en un intento de liberarme. Sin embargo, él levanta la mano en un gesto de calma y me hace una señal para que guarde silencio. No tengo idea de en qué parte de esta mansión me encuentro, o si realmente estoy en una mansión, pero la habitación es pequeña y blanca, y me siento como una presa atrapada en una trampa mortal.
Gritó con una desesperación que me consume, ignorando por completo las órdenes que me lanzan. De repente, esa figura levanta la tela blanca que oculta lo que hay sobre la mesa, revelando un sinfín de navajas de colores brillantes y un arma que parece brillar con malicia. Mis sollozos se entrelazan con el terror que siento mientras sus manos recorren esos objetos afilados, como si se estuviera riendo de mi sufrimiento, disfrutando de cada instante de mi angustia.
Detrás de esa máscara, Hellen se deleita en mi tormento. En este momento, la esperanza se ha desvanecido por completo; la certeza de que voy a morir de una manera horrible me abruma. La imagen de ser torturada y degollada se repite en mi mente, y cada pensamiento me sumerge más en la desesperación. La atmósfera se vuelve opresiva, y el miedo se convierte en mi única compañía, mientras la figura enmascarada parece alimentarse de mi pánico.
La persona se acerca a mí, y por un instante, siento un leve alivio al notar que no lleva ningún objeto que pueda hacerme daño. Sin embargo, su toque es inquietante; sus manos recorren mi mejilla, deslizándose por mi cuello y acercándose a mis pechos. La sensación es escalofriante, y cuando sus dedos llegan al trapo que cubre mi boca, un grito ahogado escapó de mis labios, un eco de mi desesperación que resuena en la habitación, mientras la angustia se apodera de mí una vez más.
—Jugaremos —otra vez dice con la voz artificial.
—P-por favor —balbuceó mis palabras no salen con facilidad de mi boca—. N-no quiero morir.
—Los niños deben ser castigados.
—Por favor.
—¡Callate!
—Eres un monstruo —sollozo—. No quiero jugar contigo.
—No tienes elección —susurro—. Veamos si la suerte te acompaña.
—N-no, por lo que más quieras.
—Esa persona ya murió.
Nuevamente, el trapo es llevado a mi boca, cubriéndola con fuerza. Sus pasos se alejan, y se detiene justo al lado de la mesita. Con una rapidez aterradora, levanta una navaja y la lanza sobre mi cabeza, sintiendo cómo el aire se corta a su paso. Un grito se ahoga en mi garganta, ya que el filo del arma está a escasos centímetros de mí, y la adrenalina recorre mi cuerpo, intensificando el miedo que me paraliza.

ESTÁS LEYENDO
H de ? :¿Quién mató a Brais?
Mystery / Thriller¿Escribir la biografia de un muerto? Delaney Rymer es una escritora que está luchando contra la propuesta que le cambiaría la vida, aunque su instinto le dice que no debe escribir la biografía de la biografía de un muerto. A pesar de sus reservas...