7. Fraterno Sacrificio

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Al ver a Elsie desaparecer por el umbral de la habitación sentí una especie de inquietud más sobrecogedora de lo que esperaba. ¿Debí de haberla prevenido?

      Aquella preocupación quedo casi instantáneamente opacada por el hecho de que acto seguido de que Elsie saliese, no entró uno, sino cuatro de los seis Mayores del Clan. Agobiado, reflexioné apresuradamente sobre la gravedad de la situación, pues sinceramente supuse que con la presencia de uno de ellos hubiese bastado, en especial con uno de ellos en concreto.

      Se pararon ceremoniosamente frente a mí y como era costumbre me incliné en señal de respeto, esperando un par de segundos antes de que me diesen señal y pudiese levantar la cabeza de nuevo, entonces se sentaron uno a uno en la mesa y yo retomé el asiento que había tenido antes.

-       Edwin D. Wagner, marcado, 31 días – comenzó uno de ellos, que, por su voz, noté que era el más viejo de los Mayores.

-       Si señor – repuse intentando parecer lo más firme posible.

-       ¿Sabe usted por que ha sido convocado? – preguntó.

      Tragué saliva.

-       No fui informado – dije cortésmente y sentí un acceso ansiedad, pues, aunque era cierto que poca cosa me habían dicho, sabía que se trataría de Marshall.

-       Se trata de su plazo como Marcado.

      ¿Plazo? ¿De qué demonios habla? Que yo sepa, técnicamente puedo quedarme como Marcado "hasta que esté listo".

-       Estimado Mayor, mi proceso está siendo moderado por...

-       Lo sabemos – me cortó la frase y dijo severamente –, él nos ha dado jurisdicción para continuar con su proceso.

      Sentí como si todo se detuviese por un segundo y por un momento fue como si sus máscaras oscuras, frías y con expresión presuntamente neutral, se estuviesen burlando de mí. Lo maldije mentalmente, tratar con él era una cosa, pero no esperaba que simplemente me abandonase a mi suerte con los otros mayores.

      Uno de ellos sacó de su túnica un papel con algo escrito y lo tendió hacia mí. Sentí un acceso de terror al tomar el papel en mis manos.

"Faltase a tu palabra Edwin, y perdiste tu segunda oportunidad, no obstante, Marshall negoció a tu favor y te evitó gran parte del castigo, así que agradécele apropiadamente. Intenté hacer lo que pude desde su captura, por desgracia, tú mismo eres consciente de que poco o nada puedo hacer para quienes defraudan la confianza que he puesto en ellos. Dicho esto, espero buenos resultados en la tarea que se te ha encomendado, pues ahora más que nunca te encontrarás inmerso en ella.

Bienvenido oficialmente al Clan de la Mirada Escarlata"

      Me levanté de un salto haciendo chirriar la silla y los Mayores se levantaron a su vez.

      Sentí como si por un momento el tiempo se detuviese y lo único que resonaba en el aire fuese mi respiración que instantáneamente se volvió frenética y desesperada mientras el papel que sostenía entre mis manos era por poco desgarrado por el violento temblor de las mismas. Como pude trague saliva. ¿Quería decir esto que iban a adelantar mi proceso de oficialización? No puede ser... ¿y Marshall? ¿Que fue exactamente lo que negoció a mi favor? ¿Debería estar agradecido porque tengo que pasar el resto de mi vida sirviéndoles a ellos en este horroroso lugar? Si Marshall no hubiese negociado, ¿Cuál hubiera sido el castigo? ¿Qué quiso decir con "ahora más que nunca"?

      Al notar que no decía palabra los Mayores se acercaron y me rodearon, pero presa de un ataque de pánico no podía quitar mi mirada del papel.

Adeptos, Condenados e InsignificantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora