• 5 •

16 4 0
                                    


Pero, a pesar de mi curiosidad, el remitente seguía siendo un misterio.

Intenté seguir pistas, pero todas terminaban en dead ends.

Pregunté a amigos y compañeros, pero nadie sabía nada. Mucho menos de alguien que escribiese poemas.

Comencé a sentirme frustrado, pero las cartas me mantenían esperanzado.

"Quizás un día te encontraré...", decía una.

"Y podré decirte lo que siento...", decía otra.

Meses pasaron, y las cartas seguían llegando. Me sentía como si estuviera viviendo en una novela romántica.

Un día, recibí una carta diferente.

"Manuel, hoy te vi en el pasillo del colegio. Tu sonrisa me detuvo el corazón. ¿Te das cuenta de cuánto te he estado observando?"

Me estremecí. ¿Quién podría ser? ¿Alguien que me conocía?

Pero la carta no tenía firma, no tenía pista.
Seguí buscando, pero el misterio seguía intacto.
Las cartas seguían llegando, y mi corazón seguía latiendo fuerte.

¿Quién eres?, me preguntaba.
¿Cuándo te conoceré?, me preguntaba.
Pero las cartas seguían siendo mi única respuesta.

Cartas anónimas - ARGCHI. [ 🇦🇷X🇨🇱 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora