[4] Después del bar

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David estaba sentado en el borde de la cama, mirando a través de la ventana del pequeño apartamento que había alquilado para mantenerse fuera del radar. La ciudad se extendía ante él, un mar de luces parpadeantes que parecían moverse con vida propia.

El sonido de la puerta al abrirse lo sacó de su trance. No necesitaba mirar para saber quién era. Sintió el peso familiar de la presencia de León antes de que siquiera entrara a la habitación. David se levantó lentamente, sus ojos encontrando los de León en la penumbra. Ninguno de los dos habló de inmediato; las palabras parecían innecesarias y, al mismo tiempo, imposibles de encontrar.

León cerró la puerta detrás de él, sus movimientos lentos y calculados, como si el espacio entre ellos fuera más peligroso que cualquier ring. Se quedaron así, enfrentados en la penumbra del apartamento, con la tensión entre ellos palpable, como si fuera otra pelea, pero sin golpes.

Finalmente, fue David quien rompió el silencio. "No podemos seguir así, León. No después de lo que está por venir."

León desvió la mirada por un momento, sus manos apretándose en puños antes de relajarse. "Lo sé," respondió, su voz grave y cargada de algo que David no pudo identificar de inmediato. "Pero eso no hace que sea más fácil."

David dio un paso hacia él, la distancia entre ambos disminuyendo ligeramente, pero aun manteniendo la barrera invisible que había crecido entre ellos desde que se anunció la pelea. "¿Qué vamos a hacer?", preguntó, la desesperación asomándose en su voz. "Allá fuera, somos enemigos. Pero aquí..."

León alzó la mirada, encontrando los ojos de David de nuevo. "Aquí es donde todo se complica, ¿verdad?" Su tono era suave, pero cargado de un peso que ambos compartían. "En el ring, sé quién soy. Sé lo que tengo que hacer. Pero cuando se trata de nosotros... nunca había tenido algo como esto."

David sintió un nudo formarse en su garganta. Podía enfrentarse a cualquier adversario, a cualquier golpe, pero esta incertidumbre lo estaba destrozando. "¿Y si esta pelea lo arruina todo? ¿Y si nos destruye?"

León cerró los ojos por un momento, respirando profundamente como si intentara encontrar una respuesta en el aire denso que los rodeaba. Cuando los abrió, había una determinación en su mirada que David no había visto antes. "Nosotros somos más fuertes que cualquier pelea. Hemos pasado por tanto... pero también sé que cuando suba a ese ring, no podré contenerme. No puedo."

"¿Y qué se supone que haga yo?" David dio un paso más, hasta que apenas unos centímetros los separaban. "¿Cómo puedo golpear al hombre que...?"

León lo interrumpió, colocando una mano firme pero gentil sobre su pecho. "Tenemos que dejarlo todo en el ring, David. Todo. Si no lo hacemos, si no nos damos al cien por cien, entonces sí que perderemos todo lo que hemos construido." Sus palabras eran duras, pero su toque era suave, casi reconfortante.

David bajó la mirada hacia la mano de León, el contacto enviando un calor familiar por su cuerpo. "¿Y después? ¿Qué pasa cuando la pelea termine?"

"Después," dijo León, acercándose un poco más, "volvemos a ser quienes somos aquí, fuera de las luces, lejos del público. Volvemos a ser tú y yo, no El Escorpión y El Fénix. Solo David y León."

David levantó la mirada, encontrando la sinceridad en los ojos del otro. "No quiero perderte, León. Pero tampoco quiero perderme a mí mismo."

"No lo harás," respondió, inclinando la cabeza hasta que sus frentes se tocaron. "Te lo prometo. Pase lo que pase en el ring, saldremos de esto juntos."

Se quedaron así, en silencio, compartiendo el peso de lo que estaba por venir, pero también la promesa de que, de alguna manera, encontrarían la manera de seguir adelante. David cerró los ojos, permitiéndose unos segundos de paz en la tormenta que los rodeaba. Sabía que la pelea sería brutal, que tendría que enfrentarse a León con toda la fuerza que tenía, pero también sabía que después de todo, cuando las luces se apagaran, no estarían solos.

"Vamos a pelear, León," murmuró David, apenas un susurro entre ellos. "Pero no vamos a destruirnos."

León asintió, un movimiento leve, pero lleno de resolución. "No, no lo haremos."

Y en ese momento, ambos supieron que, aunque la batalla que les esperaba sería la más difícil de sus vidas, tenían algo más fuerte que los golpes que se darían en el ring. Tenían la esperanza de que, al final de todo, seguirían estando juntos.

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⏰ Última actualización: Sep 30 ⏰

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El último round (versión en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora