Era un lunes por la mañana y la secundaria estaba llena de ruido y movimiento, como siempre. Me estaba preparando para dejar el salón de química e ir al salón de artes, con mi carpeta llena de apuntes y algunos libros en mano, lista para guardarlos en mi mochila.
Aunque suelo ser reservada y algo seria, siempre trato de mantener una sonrisa amable.
El 3° "B" estaba en clase de artes, mientras que mi grupo, el 3° "A", se preparaba para nuestra siguiente lección. Cuando llegó la hora de cambiar de clase, los del "B" se trasladaron a química, y nosotros fuimos al salón de artes.
Mientras me acomodaba en mi nuevo asiento, noté algo raro en la única silla vacía que quedaba: un suéter verde con estampado tipo militar estaba allí, olvidado.
Supuse que era de alguien del "B", pero no tenía idea de quién. A pesar de mi timidez, ser jefa de grupo me impulsó a hacer algo. Tras dudar un momento, me armé de valor, recogí el suéter y pedí permiso al profesor Martínez para devolverlo.
Cuando llegué al salón de química, sentí mi corazón latir con fuerza. Golpeé suavemente la puerta y, con la voz temblorosa, pregunté:
—Disculpen, ¿de quién es este suéter?
Al abrir la puerta, varios rostros se volvieron hacia mí. Fue entonces cuando Jace, del 3° "B", se levantó. Su sonrisa tímida iluminó su rostro mientras se acercaba. Al tomar el suéter de mis manos, sus dedos rozaron los míos.
—Gracias —susurró él.
De repente, el salón estalló en un coro de "Uhh", y ambos nos sonrojamos al instante. Me sentí atrapada en un torbellino de nervios y emociones. Apenas pude murmurar un “de nada” antes de darme la vuelta y salir rápido, sintiendo las miradas de todos en mi espalda.
Al regresar a mi salón, aún estaba nerviosa, con mariposas revoloteando en mi estómago.
Mis amigos me miraron curiosos y me preguntaron qué me pasaba, pero solo les dije que estaba bien, sin contar lo que había ocurrido.
Más tarde, me encontré con Maya, mi mejor amiga, que había estado ausente por una cita médica.
—¿Estás bien? Sé que te pones muy nerviosa en situaciones así —preguntó ella cuando le conté lo sucedido.
—Sí, estoy bien —respondí, aunque en el fondo sabía que algo dentro de mí había cambiado.
Mientras Maya hablaba de su día, no podía dejar de pensar en el breve encuentro con Jace. La calidez de su sonrisa y el roce de nuestras manos seguían grabados en mi mente. Con cada segundo que pasaba, sentía que un nuevo capítulo de mi vida estaba comenzando.
Esa tarde, cuando llegué a casa, me senté en mi escritorio, un poco más emocionada de lo habitual.
Saqué mi diario y, con una mezcla de alegría y nerviosismo, escribí: “Hoy conocí a Jace. Tal vez no sea más que un simple momento fugaz, pero siento que algo especial está por suceder”.
Con una sonrisa, me dejé llevar por la ilusión de lo que podría venir, consciente de que tal vez solo fuera una ilusión más o tal vez... el primer capítulo de una historia que apenas comenzaba.
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Edt: Voy a poner canciones que siento que le quedan bien por lo que me transmite las escenas
Canción: "Can I Be Him" - James Arthur. La primera interacción entre Yos y Jace. La canción habla de alguien que se da cuenta de que siente algo especial por otra persona, y ese momento en el que algo insignificante, como un suéter, lo cambia todo.
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𝐄𝐬𝐞 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨!....♡
Romance¿Alguna vez te has encontrado atrapada en un torbellino de emociones que no puedes controlar? Bueno, yo sí. Y todo comenzó con un suéter olvidado... y terminó siendo un torbellino de emociones que jamás imaginé. Él es ese chico que mezcla bromas tor...