Primera "cita"

4 2 0
                                    

Esa mañana, después de pasar una noche llena de pensamientos sobre Jace, decidí que tenía que contarles a mis padres. No quería que lo supieran por otras personas, ni que alguien llegara con chismes o especulaciones. Así que, en cuanto tuve oportunidad, me armé de valor y, entre nervios, les conté lo que había pasado.

—¿Así que te gusta ese chico? —dijo mi mamá, sonriendo de manera cómplice, mientras mi papá me miraba con una ceja levantada, intentando no reírse.

—Mmm... sí —murmuré, esperando alguna reacción seria, pero, en lugar de eso, se echaron a reír.

—Invítalo a la posada de tu tía hoy, a ver si de verdad le gustas —dijo mi papá en tono burlón, mientras mi mamá asentía entre risas.

No sé si lo decían en serio o no, pero de alguna manera, esa idea se quedó en mi cabeza. Así que lo hice. Le mandé un mensaje a Jace invitándolo a la posada familiar. Su respuesta tardó unos minutos en llegar, lo cual hizo que mi corazón latiera más fuerte con cada segundo que pasaba.

—Voy con mi hermana. Nos vemos allá.

El día pasó más lento de lo normal. No podía concentrarme en nada, estaba demasiado nerviosa y emocionada. Me preguntaba cómo sería verlo otra vez, ahora que todo era más claro entre nosotros. ¿Cómo se sentiría estar cerca de él, sin que fuera un encuentro casual o accidental?

Cuando llegó la tarde, todo estaba listo. Mi papá, mis hermanos y yo llegamos a la casa de mi tía alrededor de las 6:00 p.m., justo cuando comenzaba a llenarse de familiares y amigos. No podía dejar de revisar mi teléfono, esperando algún mensaje de Jace para decirme que ya había llegado.

A las 6:30, finalmente lo vi. Estaba de pie, al otro lado del patio, junto a su hermana, y mi corazón dio un vuelco. Jace me buscó con la mirada y, cuando nuestras miradas se cruzaron, sonreímos de manera tímida. Mi papá estaba junto a mí, mis hermanos no paraban de bromear, pero eso no me impidió caminar hacia él.

Nos saludamos, y por un breve momento estuvimos uno frente al otro. La tensión y los nervios eran palpables, pero a la vez, había algo increíblemente dulce en el aire. Ambos intentábamos mantener la calma, pero era evidente que no sabíamos qué decir. Apenas intercambiamos algunas palabras, sonrisas nerviosas y miradas fugaces, pero cada segundo junto a él se sentía especial, aunque no habláramos mucho.

Después de ese corto y nervioso saludo, nuestras familias se distrajeron en la posada y nosotros no pudimos volver a hablar. Me quedé observándolo desde lejos, queriendo acercarme, pero sin saber cómo. Sentía ese nudo en el estómago que no me dejaba moverme, mientras él, de vez en cuando, también me miraba desde el otro lado del patio.

El tiempo pasó más rápido de lo que pensé, y antes de darme cuenta, Jace y su hermana ya estaban por irse. Vi cómo se dirigían a la puerta y, en ese momento, algo dentro de mí me empujó a actuar. No podía dejar que se fuera sin despedirme, así que corrí hacia ellos, sin pensar demasiado.

—¡Espera! —dije, casi sin aliento cuando lo alcancé.

Jace se detuvo y me miró, sorprendido. Nos quedamos de pie, uno frente al otro, sin saber bien qué hacer. En mi mente, quería abrazarlo, pero los nervios me ganaban. Sentía que si lo intentaba, podría colapsar de la vergüenza. Él me miró, como si también estuviera pensando lo mismo, pero al final, solo nos sonreímos. Una sonrisa tímida y sincera que lo decía todo.

—Nos vemos luego —dije, con el corazón acelerado, tratando de mantener la calma.

—Nos vemos —respondió él, con esa misma sonrisa que me volvía loca.

Lo vi alejarse, y aunque una parte de mí deseaba haber hecho algo más, me sentí feliz de haberme despedido. No importaba que no hubiera sido un abrazo o algo más, porque lo que había sucedido ya era suficiente para hacerme sonreír.

Esa noche, mientras me recostaba en mi cama, no podía dejar de pensar en él. Mi mente volvía una y otra vez a su sonrisa, tan dulce y tímida, y al momento en que nuestras miradas se encontraron. Me di cuenta de que esa sonrisa me gustaba demasiado. No sabía cuándo había empezado a gustarme tanto, pero lo que sí sabía era que no podía dejar de pensar en ella.

Con una sonrisa en mis labios, cerré los ojos y me dejé llevar por el sueño, sabiendo que, aunque no había sido una cita como las demás, para mí, había sido grandiosa.

------------------------------------------------------------

Canción: "Lucky" – Jason Mraz ft. Colbie Caillat. Esta canción transmite una sensación cálida y romántica, perfecta para una primera "cita". Habla sobre la suerte de estar enamorado de alguien que también es tu amigo, lo que refleja la mezcla de emoción y comodidad que se puede sentir durante esa primera salida especial.

𝐄𝐬𝐞 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨!....♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora