Capítulo 11: Alboroto en el Ministerio
Hola a todos! Bienvenidos una semana más a este fic! :D Espero que podáis leer este capítulo sin problemas.
Respuestas a los reviews al final del cap :D
A leer!
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— Disculpe, señor Goyle — lo llamó Dumbledore. — ¿Podría leer el título del siguiente capítulo, si es tan amable?
Goyle, que se encontraba ya a medio camino entre la tarima y su asiento, tuvo que dar media vuelta. Tomó el libro de nuevo, tardó unos segundos en encontrar la página (puesto que había cerrado el libro sin marcarla) y leyó de mala gana:
— Alboroto en el ministerio.
Goyle volvió a dejar el libro en su lugar y bajó de la tarima, al tiempo que Dumbledore pedía un nuevo voluntario. Esta vez, varias personas alzaron la mano, entre ellas Romilda Vane, quien finalmente fue la elegida.
La chica subió casi al trote, llena de emoción.
— Alboroto en el Ministerio — repitió y, sin perder más tiempo, comenzó a leer.
El señor Weasley los despertó cuando llevaban sólo unas pocas horas durmiendo. Usó la magia para desmontar las tiendas, y dejaron el cámping tan rápidamente como pudieron. Al pasar por al lado del señor Roberts, que estaba a la puerta de su casita, vieron que tenía un aspecto extraño, como de aturdimiento. El muggle los despidió con un vago «Feliz Navidad».
— ¡Pobre hombre! — exclamó Susan Bones.
— Le dejaron el cerebro frito — dijo Lee Jordan con una mueca.
— ¿Qué le pasó después de eso? ¿Se recuperó? — preguntó Luna.
El señor Weasley asintió, tras lo que Luna pareció aliviada.
—Se recuperará —aseguró el señor Weasley en voz baja, de camino hacia el páramo—. A veces, cuando se modifica la memoria de alguien, al principio se siente desorientado... y es mucho lo que han tenido que hacerle olvidar.
— Se habrían ahorrado todo ese trabajo si hubieran enviado al señor Roberts de vacaciones — se quejó Terry Boot.
Harry estaba totalmente de acuerdo. Fudge, por otro lado, evitó contestar.
Al acercarse al punto donde se hallaban los trasladores oyeron voces insistentes. Cuando llegaron vieron a Basil, el que estaba a cargo de los trasladores, rodeado de magos y brujas que exigían abandonar el cámping lo antes posible.
— Lo que me sorprende es que tanta gente se esperara a la mañana siguiente — dijo Padma Patil. — Yo me habría querido marchar esa misma madrugada.
El señor Weasley discutió también brevemente con Basil, y terminaron poniéndose en la cola. Antes de que saliera el sol cogieron un neumático viejo que los llevó a la colina de Stoatshead. Con la luz del alba, regresaron por Ottery St. Catchpole hacia La Madriguera, hablando muy poco porque estaban cansados y no pensaban más que en el desayuno.
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Hogwarts lee Harry Potter IV
FanfictionEl precio a pagar por derrotar a Voldemort fue demasiado alto. Cuando Dumbledore recibe unos libros cuyo contenido puede cambiar el mundo, no queda más remedio que leerlos. ¿Tú también estás harto de todas esas historias de lectura de libros que jam...