La Sombra del Pasado
El alivio de la prueba de embarazo negativa había sido un bálsamo para el alma de Lisa, pero el trauma del ataque seguía presente, una sombra oscura que la perseguía.
Rosé se convirtió en su refugio, su confidente, su apoyo incondicional. Juntas, se enfrentaron a la realidad del ataque, a la vergüenza, al miedo, al dolor.
Lisa le contó a Rosé sobre el miedo que sentía, sobre la sensación de estar rota, de haber perdido su inocencia, su dignidad.
"Rosé, no sé qué hacer. Siento que mi vida se ha derrumbado."
"Lisa, no estás sola. Vamos a superar esto juntas. Te ayudaré a encontrar la fuerza para seguir adelante."
Rosé la abrazó con fuerza, sus palabras llenas de cariño y de apoyo.
"Lisa, necesitas hablar con alguien. Un terapeuta, un consejero, alguien que te ayude a procesar lo que pasó."
Lisa dudó.
"Rosé, no sé si estoy preparada para hablar con alguien. Tengo miedo de que me juzguen, de que me digan que soy débil."
"Lisa, no eres débil. Eres una víctima. Y tienes derecho a buscar ayuda. Yo estaré contigo en cada paso del camino."
Rosé la convenció para que buscara ayuda profesional. Juntas, encontraron un terapeuta que se especializaba en trauma y abuso.
Las sesiones de terapia fueron difíciles, pero Lisa sintió que estaba empezando a sanar. El terapeuta la ayudó a procesar el trauma, a recuperar su autoestima, a encontrar la fuerza para seguir adelante.
Rosé siempre estuvo ahí para ella, apoyándola, escuchándola, ayudándola a superar los momentos difíciles.
"Lisa, eres una guerrera. Has pasado por mucho, pero eres fuerte, eres valiente. No te rindas."
Las palabras de Rosé le dieron a Lisa la fuerza para seguir luchando. Sabía que tenía un largo camino por recorrer, pero no estaba sola. Rosé estaba ahí para ella, para ayudarla a superar este difícil momento.
