Brillar con Luz Propia
El sol de la mañana se colaba por la ventana, pintando la habitación de Lisa con un cálido color dorado. Se despertó con una sonrisa, sintiendo una sensación de paz que hacía tiempo no experimentaba.
Se levantó de la cama y se dirigió al espejo. Se observó con atención, sintiendo un orgullo que la llenaba de energía.
"Lisa, eres hermosa, eres fuerte, eres libre."
Las palabras que se repetía cada mañana ya no eran solo un mantra, eran una verdad que sentía en su interior.
El camino había sido largo y difícil, pero había llegado a un punto donde podía mirar hacia atrás con una mezcla de tristeza y gratitud. El dolor de la traición de Jennie, el miedo del ataque, la incertidumbre del futuro, todo había formado parte de su viaje.
Ahora, Lisa se sentía completa. Había encontrado la fuerza para perdonar, para sanar, para amarse a sí misma.
Se dirigió a la cocina, donde Rosé la esperaba con un desayuno preparado con cariño.
"Buenos días, Lisa. ¿Dormiste bien?"
"Sí, Rosé. Me siento increíble."
Rosé le sonrió, sus ojos llenos de orgullo y de alegría.
"Lo sé, Lisa. Te ves radiante."
Lisa se sentó a la mesa, sintiendo el calor de la amistad de Rosé, la fuerza de su apoyo.
"Rosé, te agradezco tanto por todo. Por estar ahí para mí, por ayudarme a superar todo esto."
"Lisa, yo siempre estaré ahí para ti. Eres mi mejor amiga, y siempre te voy a apoyar."
Juntas, compartieron el desayuno, sus risas llenando la cocina de alegría.
"Rosé, tengo que decirte algo."
Lisa se tomó un momento para respirar hondo.
"He decidido que voy a viajar. Voy a explorar el mundo, a descubrir quién soy realmente, a vivir la vida que siempre he soñado."
Rosé la miró con una sonrisa.
"Lisa, ¡me encanta! Siempre has querido viajar, y te mereces vivir la vida que quieres."
"Gracias, Rosé. Voy a extrañarte mucho."
"Yo también a ti, Lisa. Pero siempre estaré en contacto. Y cuando vuelvas, vamos a celebrar."
Lisa se levantó de la mesa y abrazó con fuerza a Rosé.
"Te quiero, Rosé."
"Yo también a ti, Lisa. Ahora ve y conquista el mundo."
Lisa se despidió de Rosé y salió de la casa, con un corazón lleno de esperanza y de alegría.
Se dirigió al aeropuerto, con una maleta llena de sueños y de aventuras.
"Adiós, Jennie, adiós, Frederick, adiós, dolor. Hola, mundo, hola, felicidad."
Lisa sonrió, sintiendo el sol de la mañana en su rostro, el viento en su cabello, la libertad en su corazón.FIN
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