III

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El Rey, la Reina y el príncipe, estaban en los tronos reales, estaban esperando a los guardias, venían a presentarse cada uno de ellos.

Fueron pasando, uno por uno, ninguno le llamaba la atención a Spreen, estaba aburrido y solo decía "Siguiente."

Su padre estaba frustrado, nada le parecía bien a su hijo, eso le enojaba.

- Mhm.. Siguiente. -

El Rey se levantó y miró su hijo, estaba frustrado.

- Has rechazado a todos, Spreen, estás colmando mi paciencia. Solo falta uno y quieras o no, ese va a ser tu guardaespaldas. -

Spreen iba a hablar, pero su madre empezó acariciarle su mano, con eso se quedó callado y solo miró como entraba el último caballero.

- Muy buenas tardes, Rey, Reina y princesa, permítanme presentarme, mi nombre es Farfadox y alguna vez fui el líder de una guerra que al final terminamos ganando. -

Farfadox no estaba mintiendo, estaba diciendo toda la verdad. En ese momento, se veía profesional, llevaba una capa roja y traía puesto una armadura, en su mano traía su diploma, para que pudiesen verificar que lo que decía Farfadox era real.

Farfadox también se percataba del príncipe, le parecía lindo, aunque parecía que su personalidad no era tan linda.

- Mhm, tráeme el diploma. -

El Rey se sentó, mientras miraba como aquel caballero se acercaba.

Al leer aquella hoja, se dio cuenta que sí era cierto, se formó una sonrisa leve en el rostro del Rey.

- Al parecer tienes razón, estás contratado para ser el caballero real de mi querido hijo. -

Spreen solo miraba de pies a cabeza a aquel chico, la expresión del príncipe era una de aburrimiento.

- ¿Te parece bien, Spreen? -

Ese solo se quedó viendo a su padre, claramente quería decir que no, pero su madre empezó apretarle su mano.

- Mhm, está pasable.. Supongo. -

Farfadox dio un suspiro de alivio, aunque no se notaba realmente estaba demasiado nervioso.

- Bien, entonces, sin más que decir, puedes, bienvenido. -

Spreen solo se levantó y empezó a dirigirse hacía su habitación, solo quería descansar un poco.

Farfadox al darse cuenta de eso, dio una reverencia y fue detrás del príncipe.

- Dios, que bien, ahora me tienes que seguir a todos lados. -

Farfadox notaba como suele chico estaba de mal humor, no lo culpaba, estaría igual sí tuviera a alguien que lo siguiera a todos lados.

- Perdone príncipe, pero así son las reglas y tengo que seguirlas estrictamente. -

Spreen dio un suspiro pesado. Al llegar a la habitación, Farfadox le abrió la puerta, cosa que a Spreen no le importaba, no dijo nada y solo entró.

Farfadox cerró la puerta y se quedó haciendo guardia a fuera de la habitación.

- Que genio el de ese chico. -

Entendía que estuviese enojado, pero no puede simplemente ponerse un poco más feliz, sus padres pensaban en la seguridad de él.

- Cosas de príncipes, supongo. -

Susurraba para sí mismo, mientras veía la puerta de la habitación de aquel chico.

...

" ¿𝗔𝗅𝗆𝗮𝗌 𝗚𝖾𝗆𝖾𝗅𝖺𝘀? "/ 𝗙𝗮𝗿𝗳𝗮𝗱𝗼𝘅 𝖺𝗇𝖽 𝗦𝗽𝗿𝗲𝗲𝗻 / [ 𝗕𝗟]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora