IX

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Era de noche, Farfadox estaba despidiéndose de su amado, desde la puerta. Luego de despedirse se dirigía a su cuarto.

Ya estaba por llegar, hasta que noto como alguien lo llamaba, realmente estaba cansando, no quería hablar con nadie.

Claro, sí era su amado osito, sí tenía ganas de hablar.

- Uh, eres tú, Serpias, dime que pasa. -

Serpias se cruzó de brazos, mientras lo miraba con una sonrisa, pero.. Su sonrisa mostraba felicidad, pero no era felicidad de ver a Farfadox.

- Bueno, viste que.. Hoy, hace unas horas te vi a ti y.. El príncipe, besándose. -

Farfadox se quedó paralizado, tenía miedo, miedo a que dijera algo y le hicieran algo a Spreen.

- Serpias.. -

Serpias solo se dio la vuelta, para luego caminar un poco.

- No tienes que decir nada, igual.. Los Reyes ya lo saben. -

Farfadox sentía miedo, nervios y irá, como pudo ser tan hijo de puta.

- Maldito hijo de tu pu- .. -

Estaba por golpear al chico, pero sintió como dos personas lo agarraban con fuerza, eran otros guardias.

- Piensa bien en que les vas a decir a tus superiores. -

Serpias lo hizo por dinero, por un estupido y sucio dinero, ¿Se sentía culpable? No.

...

Farfadox estaba arrodillado ante sus majestades, estaba nervioso, no sabía que decir o hacer, su mente estaba en blanco.

- Bien, así está la cosa, tú y mi hijo se han estado tratando como novios. -

Farfadox no tenía ni valentía de hacer contacto visual con sus superiores.

- ¿Te gusta mi hijo? -

La voz del señor Vegetta era un sería, la esposa solo se quedaba viéndolo con asco, asco por dañar a su queridísimo hijo.

- Sí.. Señor.. -

Vegetta dio un suspiro, suspiro de frustración, esto le daba unos muy malos recuerdos.

- Mira, no quiero que vuelvas hacer ese tipo de cosas, sí me entero que lo volviste hacer, te juro que te mato. -

Su mujer estaba atónita, ¿Por qué no lo había matado? Está se quedó sorprendida y enojada al mismo tiempo.

Farfadox también se quedó sorprendido ya aliviado, se levantó, mientras hacía una reverencia.

- Sigue cuidando a mi hijo, pero no vuelvas a besarlo, no se te ocurra tratarlo como tu novio y peor aún, no lo marqués como tu Omega. -

Farfadox estaba enojado y triste a la vez.

- Sí, señor. -

Vegetta se levantó, para luego mirar hacía un lado, mientras sentía algo de culpa.

- Puedes retirarte. -

Farfadox no lo dudo más y se fue de allí, lo más rápido que pudo.

- Que mierda fue eso, Vegetta. -

Ahora tendría que lidiar con su estupida esposa, lo que le faltaba.

- Eso no es de tu incumbencia, mejor métete en tus propios asuntos, ¿Sí? -

Su tono era uno de enojo, obviamente, no tenía porque darle explicaciones, solo él sabía porque hizo eso.

Y es demasiado claro, a él le pasó lo mismo, pero con un sirviente.. Llamado Rubius. A él lo mandaron a matar cuando se enteraron que tenía un hijo con Vegetta.

De tan solo recordarlo, le dolía bastante el pecho, no amaba a la mujer que llama esposa, él realmente ama a su amado.

..

" ¿𝗔𝗅𝗆𝗮𝗌 𝗚𝖾𝗆𝖾𝗅𝖺𝘀? "/ 𝗙𝗮𝗿𝗳𝗮𝗱𝗼𝘅 𝖺𝗇𝖽 𝗦𝗽𝗿𝗲𝗲𝗻 / [ 𝗕𝗟]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora