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La relación prohibida entre ambos jóvenes estaba a punto de comenzar, después de aquel día Nunew y Zee comenzaron a verse a escondidas con ayuda de la nana del príncipe la cual había amado la relación que ambos habían formado desde un principio.
—Su majestad —mencionó la señora entrando a la habitación del príncipe con una carta en la mano —El joven Zee le manda un pequeño recado.
Nunew sonrió ampliamente al tener la carta en sus manos.
—¿Cuándo se harán pareja? —el chico abrió los ojos en grande al escuchar aquella pregunta tan repentina.
—¿Perdón?
—Ya sabe —sonrío —Ustedes dos se ven muy bien juntos.
El príncipe se sonrojo al escuchar aquello, sabía que era verdad pero no quería apresurar las cosas, todo a su debido tiempo
—Espero ser su novio algun día, pero por el momento primero nos estamos conociendo.
La señora volvió a sonreír al escuchar aquello, sabía que si serían una gran pareja ya que ambos complementaban perfectamente
Durante los días en que se habían encontrado, la mujer había percibido esa conexión especial que todos afirmarían que estaban predestinados a ser pareja
—Eso espero también, príncipe.
Nunew sonrió y abrió aquella carta para empezar a leer aquellas dulces palabras que Zee le había escrito.
"Hola New, he disfrutado salir contigo estos últimos días. Sonara extraño lo que voy a decir pero, me haces la persona más feliz del mundo cuando sonríes y haces que todos mis problemas se vayan.
Me gustaría verte otra vez y volver a hablar de lo que nos gusta.
¿Tienes planes este fin de semana? Me gustaría invitarte a ver alguna película..."
—Me cae muy bien ese chico —dijo la señora al lado del príncipe —Oh, perdón, no quería ser chismosa.
El príncipe rio —No hay problema —sonrío —A mi también me agrada la idea de que escriba cartas para mandarme un lindo mensaje.
Zee ama escribir, desde su infancia disfrutaba escribir en su diario sobre las cosas que le pasaban en su día a día y conforme creció, aprendió que escribir era terapéutico y le permitía desahogarse de sus problemas, siendo un escape para hablar de cosas que no podía compartir con sus padres.