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El primer año había transcurrido y para Nunew ese había sido el más difícil de su vida. El dolor seguía dentro de él, como una herida sin cicatrizar, recordándole constantemente que la persona que más amaba se había ido sin avisar.
Aunque en el fondo sabía que su amado había sido obligado a tomar aquella decisión.
El sonido de un suave golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Nunew se levantó de su cama para poder abrir la puerta, viendo como su Nana se encontraba detras de esta.
—Hola, Nana —dijo mostrando una pequeña sonrisa, una sonrisa que no alcanzaba a iluminar sus ojos —¿Qué ocurre?
La señora le devolvió la sonrisa y lo tomó las manos con suavidad.
—Su cumpleaños está muy cerca —dijo en un tono cálido —¿Cómo lo planeas celebrar?
El príncipe la miró en silencio por un momento, su mente aún procesando las palabras.
《¿Tan rápido pasó el tiempo?》
Miró al suelo, luchando contra la idea de que el día de su cumpleaños llegaría como cualquier otro, sin la presencia de sus padres ni de la persona que más amaba.
Finamente el príncipe tomo asiento en su cama, recostado su rostro entre sus manos como si eso pudiera evitar los recuerdos que lo perseguían.
—No me gustaría hacer nada, Nana —respondió con un suspiro y voz quebrada por la tristeza.
La señora lo miró con una expresión que mostraba preocupación y quizás algo de tristeza también. No le gustaba verlo así, pero entendía la razón de su dolor.
—¿Seguro? —preguntó con suavidad —El año pasado también cancelaste tu fiesta.
Nunew levantó la vista y miró a la señora.
—Este año tampoco me siento bien para celebrar.
La señora observó al príncipe con una mirada comprensiva —¿Es por él, verdad?
Nunew no respondió inmediatamente, como si las palabras estuvieran atrapadas en su garganta. El dolor seguía presente pero el amor que había sentido no había desaparecido, solo se había transformado en algo distante.
El chico asintió con una leve inclinación de cabeza, como si la única respuesta correcta fuera esa, aunque el simple hecho de pronunciarla fuera un recordatorio del sufrimiento que aún llevaba dentro.
—Príncipe, se que es difícil estar lejos del chico que más ha amado pero... —suspiro —Tambien necesitas segur adelante.
—Nana. ¿Crees que durante todo el año no lo he intentado?
Y no mentía. Ya que durante todas las noches, siempre le pedía deseos a las estrellas para que le devolvieran a su alma gemela.
《Solo por un día si es mucho pedir, pero regresenlo a mi》
