Afuera, el viento comenzó a soplar con fuerza, y las sombras que rodeaban el castillo comenzaron a agitarse. Park Jin-young estaba cerca, y con él, traía el caos.
Pero los ocho estaban listos. Habían pasado por mucho juntos, y aunque las tensiones, los romances no confesados y las rivalidades seguían presentes, sabían que esta batalla no solo determinaría el destino de sus reinos, sino también el futuro de sus corazones.
La aventura estaba a punto de comenzar. Y mientras las sombras se alzaban, el hielo crujía y la magia crepitaba en el aire, una cosa era segura: lo que se avecinaba no sería solo una batalla, sino una prueba de todo lo que significaban el uno para el otro.
El viento continuaba aullar afuera, golpeando las ventanas del castillo con una fuerza inusual. En el gran salón, los ocho se preparaban para lo que probablemente sería la batalla más importante de sus vidas.
Chan y Seungmin permanecían juntos, murmurando hechizos mientras trazaban complicadas runas en el suelo. A pesar de la tensión entre ellos, había una extraña sincronía en sus movimientos, como si su rivalidad los empujara a ser aún más eficientes.
"¿Qué tan fuerte crees que es su magia?" preguntó Seungmin en voz baja, sin apartar los ojos de su trabajo.
Chan lo miró de reojo, como si sopesara cuánto debía revelar. "Lo suficiente como para que nuestras diferencias no importen. Si no trabajamos juntos, no saldremos de esta."
Seungmin asintió, aceptando la realidad. Aunque odiaba admitirlo, Chan tenía razón. Park Jin-young no era un enemigo común, y necesitarían cada gramo de poder, tanto individual como combinado, para detenerlo.
Hyunjin, quien había estado caminando nerviosamente por la habitación, finalmente se detuvo frente a Félix. Había una oscuridad inquietante en sus ojos, una sombra que siempre parecía acechar en su interior, pero esta vez era más intensa.
"No tienes que hacer esto solo," dijo Félix suavemente, su luz envolviéndolo como un cálido resplandor.
Hyunjin lo miró con una mezcla de vulnerabilidad y determinación. "Sabes que mi poder es inestable. Si me acerco demasiado a él... podría perderme."
Félix tomó las manos de Hyunjin, apretándolas con firmeza. "Y si eso pasa, yo estaré ahí para traerte de vuelta."
Las palabras de Félix, aunque simples, tenían un peso inmenso. Hyunjin no pudo evitar sentir una calidez que contrarrestaba el frío constante de su alma. Por un breve momento, las sombras que lo rodeaban parecieron retroceder, dejándole ver la luz que Félix siempre traía consigo. Sin decir más, Hyunjin asintió, aceptando la ayuda que tanto necesitaba.
Mientras tanto, Han y Minho se encontraban en el balcón, observando el horizonte. Los ojos de Minho escaneaban el paisaje cubierto de hielo, mientras Han lo miraba de reojo, tratando de comprender lo que pasaba por la mente del príncipe del reino de hielo.
"Es extraño," dijo Han finalmente. "Hace tan solo unos meses, solo éramos dos desconocidos. Y ahora, parece que nuestro destino está unido."
Minho lo miró con una sonrisa leve, algo raro en él. "Tal vez estaba destinado a ser así. Los reinos pueden ser diferentes, pero tú... tú siempre fuiste diferente a los demás."
Han sintió cómo sus mejillas se calentaban, a pesar del frío a su alrededor. A lo largo de su vida, había sentido que no encajaba del todo, ni siquiera en su propio reino. Pero con Minho, había una conexión que desafiaba todo lo que alguna vez había conocido.
Antes de que pudieran continuar su conversación, un ruido los interrumpió. IN, en su forma de kitsune, apareció corriendo hacia ellos desde el pasillo.
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La Magia De Los 4 Reinos One-Shot
FantasyEntre amor, rivalidades y magia, ocho jóvenes se embarcan en aventura que cambiará sus vidas y el destino de los reinos para siempre. ¿Podrán encontrar la paz en un mundo lleno de sombras y luz?