Con el tiempo, la vida en el reino de Han había encontrado un ritmo tranquilo, pero en el corazón de Seungmin, la curiosidad por explorar otros reinos nunca se desvaneció. Las historias sobre tierras lejanas, llenas de magia y misterio, lo mantenían despierto por las noches, imaginando las aventuras que podrían aguardar.
Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, Seungmin se encontró con Chan, quien estaba inmerso en un libro de hechizos. La luz del sol brillaba a través de las hojas, dándole un aire de tranquilidad. Seungmin se detuvo a observarlo, sintiendo una oleada de afecto que no podía ignorar.
"¿Qué estás leyendo?" preguntó Seungmin, acercándose.
Chan levantó la vista, su expresión sorprendida. "Oh, solo un libro sobre los portales mágicos que conectan diferentes reinos," respondió, sonriendo. "Hay algunos lugares fascinantes por ahí."
La mente de Seungmin se iluminó. "¿Y si exploramos esos reinos juntos?" sugirió, con entusiasmo. "Podríamos aprender más sobre la magia y ver cosas nuevas."
Chan se quedó pensativo, sintiendo que su corazón se aceleraba. "No estoy seguro... podríamos encontrarnos con peligros."
"Pero también podríamos descubrir maravillas," insistió Seungmin, mirándolo con determinación. "Además, no estarías solo. Yo estaré contigo."
Después de un momento de silencio, Chan asintió. "Está bien, acepto. Vamos a explorar juntos."
Días después, con una mochila llena de provisiones y una lista de hechizos que podrían ser útiles, Seungmin y Chan se encontraron en el claro del bosque encantado. Seungmin sostenía un viejo amuleto que había encontrado en los archivos del castillo, que se decía que podía abrir portales a otros reinos.
"¿Estás listo?" preguntó Seungmin, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.
Chan respiró hondo, su mirada seria. "Listo. Solo tengamos cuidado."
Con un movimiento firme, Seungmin activó el amuleto, y un portal brillante se abrió ante ellos, revelando un paisaje vibrante lleno de luces danzantes. Se miraron, la emoción palpable entre ellos.
"¡Vamos!" gritó Seungmin, y ambos se lanzaron al portal.
A su llegada, se encontraron en un reino donde los árboles eran de colores brillantes y el aire estaba impregnado de una fragancia dulce. Criaturas mágicas volaban por los cielos, y ríos de agua cristalina serpentearon a su alrededor.
"Esto es increíble," dijo Chan, maravillado. "Nunca había visto algo así."
"Y esto es solo el comienzo," respondió Seungmin, su corazón latiendo con fuerza.
Pasaron el día explorando, riendo y disfrutando de la belleza del lugar. Cada rincón que descubrieron alimentaba la curiosidad de Seungmin, pero también sus sentimientos hacia Chan. Cada vez que sus manos se rozaban o sus miradas se encontraban, sentía que algo profundo se estaba desarrollando entre ellos.
Al caer la noche, encontraron un claro iluminado por luces parpadeantes. Se sentaron juntos en la hierba, cansados pero felices. El silencio que les rodeaba era acogedor, y Seungmin decidió que era el momento perfecto para hablar.
"Chan, me alegra que hayas decidido venir," comenzó, su voz suave. "Este lugar es aún más especial porque lo comparto contigo."
Chan lo miró, su corazón palpitando. "Siento lo mismo. No esperaba disfrutar tanto de esta aventura. Hay algo en este viaje que me hace sentir... diferente."
"¿Diferente cómo?" preguntó Seungmin, su voz apenas un susurro.
"Como si estuviera descubriendo más sobre mí mismo, pero también sobre nosotros," confesó Chan, sin poder evitar sonrojarse. "He sentido algo más que amistad entre nosotros."
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La Magia De Los 4 Reinos One-Shot
FantastikEntre amor, rivalidades y magia, ocho jóvenes se embarcan en aventura que cambiará sus vidas y el destino de los reinos para siempre. ¿Podrán encontrar la paz en un mundo lleno de sombras y luz?