Era una noche oscura y fría en el reino de hielo, donde la luna iluminaba los glaciares que reflejaban un brillo plateado sobre la nieve. En el corazón del castillo, el joven príncipe Lee Minho se encontraba en la biblioteca, rodeado de libros antiguos que hablaban de magia, criaturas místicas y secretos olvidados. Era un lugar que solía disfrutar, pero esta noche había un aire de inquietud que le resultaba difícil ignorar.
Minho había escuchado rumores sobre una poderosa bruja que había sido desterrada de su reino. Se decía que poseía la habilidad de transformar a aquellos que la ofendieran en cualquier forma que deseara. Aunque a menudo desestimaba tales historias como meras leyendas, no pudo evitar sentir que había algo más profundo tras las advertencias que había recibido de sus padres.
Una noche, mientras exploraba los límites del bosque cercano, Minho se topó con una figura en la penumbra. Era una mujer de aspecto extraño, con cabellos de un blanco plateado y ojos que destilaban sabiduría y misterio.
—¿Qué hace un joven príncipe en un lugar como este? —preguntó la bruja, con una voz suave y melodiosa que resonó en el aire frío.
—Solo explorando —respondió Minho, sintiéndose incómodo—. No estoy aquí para causar problemas.
—¿Problemas? —replicó la bruja, dando un paso adelante—. Muchos vienen aquí buscando respuestas. Algunos incluso buscan poder. Pero el poder tiene un precio, joven príncipe.
Minho sintió un escalofrío recorrer su espalda. No quería involucrarse en ninguna cuestión mágica, pero la curiosidad lo llevó a preguntar.
—¿Qué tipo de poder?
La bruja sonrió, una sonrisa que no llegó a sus ojos.
—El poder de transformar, de ser más de lo que uno es. Pero ten cuidado cada elección tiene sus consecuencias. —Su mirada se volvió más intensa—. Puedes ser lo que desees, pero lo que realmente importa es quién eres en el fondo.
A pesar de sus instintos, Minho se sintió intrigado por la oferta. ¿Quién no querría tener más poder? Más control sobre su propio destino? Así que, sin pensarlo bien, le pidió a la bruja que le diera un don, algo que lo hiciera destacar entre los demás.
La bruja asintió, pero su expresión se tornó grave.
—Tu deseo será concedido, pero recuerda: este regalo puede convertirse en una carga si no lo usas sabiamente.
Con un movimiento de su mano, una neblina oscura envolvió a Minho. Sintió un ardor en su piel, un cambio que comenzaba desde el interior. Cerró los ojos, abrumado por una mezcla de miedo y emoción. Cuando finalmente los abrió, ya no se encontraba en su forma humana.
En lugar de ello, se encontró convertido en un pequeño gato de pelaje gris y negro, con ojos brillantes verdes.
La bruja se inclinó hacia él, su sonrisa aún presente pero con un matiz de tristeza.
—Este es tu nuevo cuerpo, príncipe. Tendrás la habilidad de moverte sin ser detectado y observar el mundo desde una perspectiva diferente. Sin embargo, solo podrás volver a tu forma original cuando entiendas el verdadero significado de tu deseo.
Con un chasquido de sus dedos, la bruja desapareció, dejándolo solo en el bosque, ahora atrapado en el cuerpo de un gato.
Minho, sintiéndose confuso y frustrado, trató de gritar, pero solo pudo emitir un maullido. Al principio, su instinto lo llevó a correr, saltando entre los arbustos y buscando refugio. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no podía huir de su nueva realidad.
Durante días, Minho vagó por el bosque, sintiendo el frío de la nieve bajo sus patas, observando a los humanos desde la distancia. Aprendió a comunicarse con otros animales, escuchando sus historias y entendiendo su lucha. Cada día que pasaba en su forma felina, se sentía más distante de su antiguo yo.
Mientras pasaba el tiempo, su mente se llenó de reflexiones. ¿Realmente deseaba ser alguien más? A medida que observaba a su familia y amigos, comprendió que el verdadero poder no residía en la forma, sino en las decisiones que tomaba y el amor que compartía.
Fue en una de esas noches de introspección que escuchó risas y voces familiares. Desde su escondite, vio a su familia celebrando una fiesta en el castillo. A pesar de estar físicamente lejos de ellos, su corazón anhelaba estar presente.
Fue entonces cuando conoció a una pequeño gato que lo había estado observando.
—¿Estás bien? Soy Doongie? Qué te pasa, te has perdido? —preguntó un gato de pelaje naranja y blanco, sentándose a su lado.
—Estoy atrapado en este cuerpo —respondió Minho con un maullido triste—. Quiero volver a ser quien era.
Doongie lo miró con compasión.
—A veces, la verdadera transformación no está en la forma, sino en el corazón. Quizás necesitas encontrar lo que realmente te hace feliz, y eso te permitirá regresar.
Inspirado por las palabras de Doongie, Minho se embarcó en una búsqueda de autodescubrimiento, enfrentando desafíos y formando nuevas amistades en su viaje.
Finalmente, después de semanas de reflexión, Minho regresó al castillo una noche, decidido a enfrentar su destino. Observó a su familia, comprendiendo que los verdaderos lazos eran más importantes que cualquier poder. Con su corazón lleno de amor, sintió una chispa de magia en el aire.
La bruja apareció de nuevo, sus ojos brillando con sabiduría.
—¿Estás listo para regresar, príncipe?
Minho asintió.
—Sí, he aprendido que el poder verdadero viene del amor y de ser fiel a uno mismo.
Con un gesto de su mano, la bruja liberó la magia que había mantenido a Minho prisionero. Sintió el ardor nuevamente, pero esta vez, fue un ardor reconfortante. Cerró los ojos y, cuando los abrió, se encontró de pie, nuevamente en su forma humana.
La bruja sonrió, satisfecha.
—Recuerda, Minho. Nunca dejes que el deseo de poder te desvíe de lo que realmente importa. Y ya que has aprendido tu lección te regalaré el don de convertirte en gato cuando tú desees solo promete usar este nuevo don para el bien.
—Lo prometo — respondió Minho sin darse cuenta que la bruja ya había desaparecido.
Y así, el príncipe del hielo regresó a su vida, lleno de un nuevo propósito, listo para enfrentar el futuro y proteger a aquellos que amaba. Sin embargo, la experiencia como gato siempre permaneció en su corazón, un recordatorio de que la verdadera magia reside en ser uno mismo.
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La Magia De Los 4 Reinos One-Shot
FantasíaEntre amor, rivalidades y magia, ocho jóvenes se embarcan en aventura que cambiará sus vidas y el destino de los reinos para siempre. ¿Podrán encontrar la paz en un mundo lleno de sombras y luz?