La Guerra De Las Sombras Y La Luz

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El aire helado del Reino de Hielo cortaba como cuchillas afiladas mientras la nieve cubría todo el horizonte, transformando el paisaje en un mar blanco y brillante. En el centro del reino, el gran castillo de Minho se alzaba imponente, sus torres de hielo reflejando los rayos pálidos del sol invernal. Minho, el príncipe destinado a gobernar este reino gélido, caminaba con tranquilidad por los pasillos fríos y solitarios del castillo.

Era temprano por la mañana, y Minho había salido a inspeccionar los límites de su reino. Los vientos helados no lo afectaban, ya que como heredero del Reino de Hielo, su sangre llevaba el poder de controlar el clima invernal a su alrededor. El hielo y la nieve le obedecían, pero había algo más frío que el hielo: su corazón, endurecido por años de responsabilidades y luchas internas.

Mientras cabalgaba por los desolados paisajes de su reino, Minho llegó a un lago congelado, uno de sus lugares favoritos para meditar. Deteniendo su caballo, se bajó y caminó hasta el borde del lago, donde el agua y el hielo se encontraban en perfecta armonía. Cerró los ojos por un momento, disfrutando de la calma, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando sintió una perturbación en el aire.

De repente, el viento cambió, volviéndose más fuerte y agitado. Minho abrió los ojos justo a tiempo para ver cómo una sombra emergía del bosque cercano, acercándose rápidamente hacia él. "¿Quién se atreve a entrar en mi reino sin permiso?" preguntó, su voz resonando con autoridad.

De entre los árboles, apareció una figura encapuchada, moviéndose con una velocidad impresionante. Minho apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando una ráfaga de hielo y nieve se lanzó hacia él. Con un movimiento rápido de su mano, Minho controló el hielo a su alrededor, levantando un muro protector que lo salvó del ataque. "No te escondas más," ordenó, mirando hacia la figura misteriosa.

La figura detuvo su ataque, y al quitarse la capucha, Minho pudo ver a un hombre joven, con una mirada desafiante en sus ojos oscuros. "Veo que los rumores sobre el príncipe de hielo no eran exagerados," dijo el extraño, una sonrisa peligrosa en sus labios.

"¿Quién eres y qué haces en mi reino?" exigió Minho, manteniendo su postura defensiva.

"Mi nombre es YeonJun," respondió el joven, "y vengo con una advertencia: tu reino está en peligro."

Minho frunció el ceño, pero no bajó su guardia. "¿De qué hablas?"

Yeonjun se acercó un poco más, su expresión volviéndose seria. "Hay fuerzas oscuras que planean invadir el Reino de Hielo. El inframundo no se quedará tranquilo por mucho tiempo, y tú lo sabes."

Al oír la mención del inframundo, Minho sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sabía que Hyunjin, el príncipe del Inframundo, no era alguien que tomaría acciones hostiles sin razón, pero también sabía que existían otros intereses en juego, fuerzas que deseaban el control sobre los reinos más poderosos. "¿Y por qué debería creerte?" preguntó Minho, manteniéndose firme.

Yeonjun alzó las manos en señal de paz. "No tienes por qué hacerlo, pero si no actúas rápido, el Reino de Hielo caerá antes de que puedas reaccionar."

Minho se quedó en silencio, evaluando la situación. Aunque era desconfiado por naturaleza, sabía que no podía arriesgarse a ignorar una amenaza potencial. "Entonces, ¿qué propones?" preguntó finalmente.

"Debemos aliarnos," respondió Yeonjun. "Yo conozco a aquellos que están detrás de este plan, y juntos podremos detenerlos antes de que sea demasiado tarde."

Minho miró a Yeonjun con recelo, pero no tenía tiempo para dudar. Si lo que decía era cierto, su reino estaba en grave peligro, y debía actuar con rapidez. "Muy bien," dijo, bajando su muro de hielo. "Pero si descubro que me has mentido, serás tú quien sufra las consecuencias."

Yeonjun asintió con seriedad. "Lo entiendo."

Juntos, montaron sus caballos y comenzaron a regresar hacia el castillo de Minho. Mientras cabalgaban a través de los vastos campos nevados, Minho no pudo evitar sentirse inquieto. El Reino de Hielo siempre había sido su refugio, un lugar de seguridad y control. Pero ahora, con una amenaza inminente acercándose, sabía que las cosas estaban a punto de cambiar. Y aunque confiaba en su habilidad para proteger su reino, también entendía que necesitaría algo más que el poder del hielo para enfrentar lo que se avecinaba.

La Magia De Los 4 Reinos One-Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora