Cap. 11

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Giro la cuchara, me la meto en la boca y chupo la Nutella
mientras miro la tele embobado.

Son las 4 de la tarde y sigo en pijama. Hoy ha sido
una mierda. Después de despertarme cómo en una nube junto al hombre más atractivo del planeta, el jefe idiota ha tenido que hacer acto de presencia y cargarse el momento.

Si soy sincero, me arrepiento de no haber ido a desayunar a su casa, pero, al mismo tiempo, me alegro porque de lo
contrario no me habría enterado de lo de Eric.

Follan.

Detesto que me moleste. Detesto estar encariñándome
cuándo es obvio que él no siente lo mismo por mí.

Vuelvo a meter la cuchara hasta el fondo del bote de
Nutella. El chocolate se me deshace en la boca y me distrae
momentáneamente.

Miro la tele cómo si estuviera en trance. Estoy viendo una
peli de miedo. Las comedias románticas, mi género favorito, están tachadas de la lista. Recuerdo cuándo conocí a Aristóteles y me dijo que no creía que las comedias románticas reflejasen la realidad.

¿Me estaría advirtiendo? ¿Seré un romanticón con la
cabeza llena de pájaros?

¿Sentirá algo por Eric? ¡Y qué más dá! Es idiota.

Déjalo ya. Deja de pensar en él. Es un hombre narcisista
que se acuesta con quién le dá la gana cuándo le da la gana.

Echo un vistazo a mi apartamento y me invade la tristeza. Si yo le gustase, le daría igual dónde estuviéramos; querría estar conmigo aquí y en cualquier parte. Pero le ha faltado tiempo para irse corriendo.

Repaso mentalmente la discusión de ésta mañana.

«Nadie me trata tan mal cómo tú, Temo».

«¡Porque te lo mereces! Menos mal que estás forrado,
Aristóteles. Te vá a hacer falta. Porque nadie te aguantaría gratis».

«Eso ha sido un golpe bajo».

¿Me habré pasado? ¿Habrá sido un golpe bajo?

Probablemente, pero ¿qué esperaba? Y no me creo que nadie lo trate tan mal cómo yo. Si trata a las demás cómo me trata a mí, dudo mucho que lo aguanten. No serán tan tontos, ¿no?

«No busco una relación».

Indignada, golpeo el cojín que tengo en el regazo. Nunca
cuatro palabras me habían humillado tanto.














☪•─────────•❀•─────────•☪














El lunes por la mañana, tomo el ascensor para ir a la última
planta. Fijamos ésta reunión la semana pasada para conocer al detective privado, pero es lo último que me apetece hacer ahora mismo.

Lo que en realidad me apetece es olvidar a Aristóteles Osorio, olvidar que llegué a conocer al bueno de Ari... ó Aris, ó cómo  rayos quiera que lo llame. Me he dado cuenta de que van juntos en un lote y, por desgracia, no puedo tener a Ari sin Aristóteles, aunque sólo quiera a Ari. Así que voy a hacer lo mejor para mí: voy a cortar lazos. Me niego a tener una relación sin compromiso con Aristóteles sólo para ver cómo Ari asoma la cabeza de vez en cuándo.

Sería fácil... Demasiado fácil.

Pero sé que mi corazón no lo soportaría. No estoy hecho
para el sexo esporádico.

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⏰ Última actualización: Nov 11 ⏰

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