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Ya era la mitad del año escolar, dónde Gideon se la pasó intentando ganarse la confianza del pueblo de vuelta, ya fuera ayudándolos o simplemente yendo al grano y bueno, dando disculpas sinceras.

... Realmente no iba por mal camino, muchos ya lo habían perdonado o mínimo no sentían algo de odio hacia el... Pero todavía le faltaba mucho para que todo el pueblo enteró lo perdone...

Aunque hoy decidiría darse unas semanas de descanso, hacer muchos favores y yendo de aquí a allá lo agotaba, así que para cambiar el hábito que tuvo desde la mitad del año decidió simplemente relajarse un poco. Tomando un pequeño paseó desprevenido y calmado.

Hasta llegar a la cabaña del misterio, aquella dichosa cabaña la cual tuvo de objetivo desde bastante tiempo cuando tenía en sus manos cierto diario...

El sabía que Stan ya no estaba ahí, había otro dueño ya, pero igualmente un deseó de entrar al lugar lo llenaría por dentro... Aunque no con malas intenciones a diferencia del pasado.

Después de todo nunca tuvo la oportunidad de realmente ver la cabaña por dentro del todo. Si, la llegó a conseguir por un periodo cortó, pero estaba tan ocupado en conseguir los diarios restantes que ni siquiera se le pasó por la cabeza ver por el lugar aparte de la sala o cocina...

No estaría mal ir al menos a saludar a quien estaba en cargo últimamente, ¿Verdad?.

–... Será una miradita... Una visita...– Decía para si mismo, yendo hacia la puerta he intentando calmar sus nervios –Calmate Gideon... No está Stan así que no te va a atacar con la escoba hehe... No de nuevo... Y-y tampoco está Mabel así que el ambiente no será incómodo... Al menos no tanto de lo que será– El agarraría la manilla, para después tragar saliva.

–... A la de una... Dos... Tres–

Dicho y hecho abriría la puerta despacio, aunque hay que admitir que temblando mucho por los nervios (terror) del momento... Aunque al ya estar la puerta completamente abierta notaría algo; Nada cambio... O bueno, casi nada.

Todo seguía igual, desde la decoración hasta las cosas que vendían, al menos en la entrada de la tienda, no sabía si decir lo mismo más allá, más en específico porque no se atrevía a ir allí... Tal vez a por miedo a ser tratado como un ladrón o algo.

–... Bueeeno, y-ya mire, Heheh, y no hay nadie así que... ¡Me vo...–

–Oh, ¡Hola Gideon!– Apenas el escuchó eso se espantaría y se haría bolita, temblando un poco, para después gritar.

–¡¡AHHHH LA ESCOBA NO!!–

–...–

–...–

–... Pero tengo que barrer...–

El menor levantaría la mirada con algo de esfuerzo y al mirar de quien se trataba de calmaría bastante, soltando un suspiro aliviado. Se trataba de Soos, el nuevo dueño de la cabaña... Aunque por el traje y el hecho de que estuviera vestido como Stan (además de traer una escoba) lo espantaría un poco al principio.

–L-lo siento heheh, l-a costumbre...– Diría algo apenado, levantándose del suelo –P-erdon por la molestia... Solo vine a ver el lugar, ¡P-pero ya me voy! N-no vine a causar problemas...– El estaría apunto de correr hacia la puerta para irse, pero Soos le diría algo antes que siquiera se moviera.

–¿Molestar? Por puesto que no pequeñín, tu presencia no molesta... Si es repentina, Pero molesta no. De hecho, me alegra verte– Exclamó el mayor mientras seguía barriendo, dejando confuso al menor.

–... ¿Porque te Alegraría?–

–Bueno, has cambiado. Además me parece lindo que estés ayudando a la gente últimamente, ¿Pero no quieres descansar de eso? Te puedo dar un helado y si deseas podemos charlar afuera, hoy no abro la cabaña asi que no te preocupes por ello–

–... ¿Hay helados de bote?–

–Sip–

–... ¿Y sin nueces?–

–Sin nueces–

–... Bueno–

...

Asi pasarían un rato charlando afuera de la cabaña, un rato donde Gideon le contaba a Soos cosas que hizo y lo que había logrado hacer en su camino. Se sentía tranquilo y algo orgulloso de si mismo al recordar los favores que hizo últimamente, aunque no le gustaba alardear de ello.

–¿Sabes? Creo que a Mabel le agradaría oír todo lo que hiciste, estoy seguro– Diría el mayor, con una ligera sonrisa de padre orgulloso.

Gideon de quedó pensando al oír eso, y aunque la idea de Mabel orgullosa de el se sentía genial... Sentía que le gustaría oírlo sobre otra persona.

–... ¿Y Dipper también...?– Al principio no se dió cuenta de lo que pregunto, pero no tardo en hacerlo... Y cuando lo hizo simplemente se ruborizó como un tomate de la vergüenza, aún si lo intentaba ocultar con sus manos –D-igo... S-i... Ehhm... Sería lindo que Mabel supiera de mis cambios y-y eso... Claro..–

–... Aww–

–Porfavor no...–

Mabel's Brother... is pretty... | DipeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora