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Desde que aquellos sentimientos se aclararon, Gideon no podía evitar sentirse tan frustrado y deprimido. Todo esto era como si estuviera siendo castigado por lo peor, como si estuviera pagando algun karma. Dios, ¿Porque tenían que pasarle estás cosas a el? ¿Porque siempre que encontraba a alguien que lo entendía... Tenía que pasar esto? ¿Porque se sentía de enamorar?.

¿Porque de el?.
¿Porque de Dipper?.
Simplemente no lo quería aceptar ni aunque supiera lo mucho que lo amaba ahora, no quería aceptarlo, menos admitirlo.

Ya había pasado una semana, una semana entera donde se había dado cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia el castaño, y vaya que le costaba aceptarlo totalmente...

Una parte de el le decía que simplemente estaba confundiendo las cosas, pues nunca antes se había visto interesado en chicos, ¿Porque ahora? Eso sería raro he irreal, al menos para el...

Pero la otra parte estaba totalmente segura que aquellos sentimientos eran reales, puros... Que si amaba a Dipper...

Cuánto miedo tenía al saber que una de esas partes en el tenía razón.

Más miedo al pensar que se lo tendría que comunicar esto a su madre algun momento... Y a su padre igualmente...

Gideon debería oral por el ahora.

...

El albino se encontraba cepillando su cabello, poniéndose algunos brillitos para hacerlo lucir bien además de maquillaje en las mejillas para que se vieran algo "adorables" (aunque no fuera del todo necesario). Por otro lado, su madre estaba aspirando algo de polvo debajo de su cama, sin decir mucho la verdad... Aunque al menos últimamente ya no tenía aquel rostro paranoico, más bien uno más tranquilo... Pero si serio, al menos alrededor de su hijo.

Mientras se hacia una coleta miraría detrás de su reflejo en el espejo, fijando su mirada en su madre... Cómo otras ocasiones desde la última semana, las ganas de abrirse a ella sobre aquellos sentimientos que tenía hacia el castaño volverían... Pero mas fuertes está vez, incluso algo insoportables...

Tal vez porque en esta ocasión su padre no estaba en casa, así que no tenía el miedo de que el los escuchará detrás de la puerta o algo.

El últimamente pensaba mucho en si tenerle confianza a su madre con esto o no, temía que ella actuará mal, temía que ella lo tomara mal, o lo peor, se lo dijera a su padre... Eso último era lo peor que se podía imaginar.

¿Y si ella se enojaba? ¿Y si ella lo insultaba? ¿Y si ella no lo tomaba en serio o mal? ¿Y si...?

–¿Gideon, tesoro?–

El sonido de la aspiradora deteniéndose y la voz de su madre harían que aquel temblor en sus manos se detuviera... O bueno, bajará un poco. No se había dado cuenta que estaba al borde del sollozó al estar tan metido en sus pensamientos... Ni que se había puesto mucho brillo o que llenó su tocador de su sombra rosada.

–... ¿S-si madre?–

Con solo escuchar a su hijo podía deducir que algo pasaba. El nunca le había hablado en un tono tan miedoso o tímido, así que ella sospechaba que algo ocurría en la mente de su pequeño... No podía decir si era algo malo o alguna preocupación menor, pero si que afectaba a su hijo.

Con cuidado iría hacia el y le ofrecería una toalla para limpiarse la cara y el tocador, además de tomar el cepillo y terminar de hacerle el peinado –¿Me podrías decir que te tiene tan... Preocupado? Puedo jurar que nunca te escuché con ese tono tan miedoso...– Se atrevió a preguntar mientras le hacía otra coleta y le quitaba algo de gran cantidad de brillo que tenía en su pelo.

Gideon se quedó perplejo, por primera vez sentía miedo, miedo hacia su madre, miedo a lo que diría, miedo a como actuaría... Pero sabía que tenía que decir la verdad, al menos intentarlo o venir con una excusa creíble...

–... Es que... N-no se... E-sto es reciente... B-bueno no tanto p-ero... Hmm...– El menor jugaba con sus dedos mientras intentaba explicar sus molestias, sintiéndose bastante... Indefenso en el momento –... D-igamos q-ue... U-ultimamente... M-me d-dado c-uenta q-ue... M-me g-usta a-lguien...– Diría para empezar, de una forma que se entienda lo que quiere transmitir... Aunque vaya que tenía terror en su voz, aún si estuviera diciendo algo tan simple como "Me enamoré de alguien"...

–Hm, bueno... Yo no veo que es lo preocupante... Pero tal vez lo entendería mejor si me dijeras quien es... Claro, si puedo saberlo– al terminar de hacerle la coleta movería la silla para que su hijo le hablará de frente, tenia todavía una mirada algo seria, pero no de enojo, si no curiosidad por lo que su hijo le dijera.

–... E-s... E-es D-ipper p-ines... U-un c-chico... E-el... M-me gusta...– Dicho eso apartaría totalmente la mirada de ella, sintiendo ganas de sollozar, teniendo tanto terror... Ya hasta se imaginaba las cosas horrendas que le diría...

Si es que no fuera tan buena madre, claro.

–Hmm, bueno, sigo sin ver el problema... Es el hermano de Mabel, ¿No? ¿Porque no lo invitas algún día a la casa? Si lo amas estoy segura que es porque el es un caballero y un buen chico– Diría, sonriendo ligeramente a su vez que le tomaba de los hombros a su hijo, quien la miro con cierta confusión, pero mucho alivió.

–... ¿No estás enojada?–

–Nunca estaría enojada contigo por eso–

–...–

El albino simplemente abrazaría a su madre con cariño, sollozando en silencio.

Al menos se había quitado un gran peso de encima...

Mabel's Brother... is pretty... | DipeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora