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Jake se queda inmóvil en la plaza, su cuerpo tenso mientras su mirada busca alguna señal de Sunghoon entre las sombras que lo rodean. El eco de sus palabras todavía resuena en su mente:
"Vendré por ti en dos inviernos" La promesa está hecha, y por más que intentara negarlo, una parte de él sabe que es inevitable.
El campo de batalla sigue rugiendo a lo lejos, pero todo parece haberse silenciado alrededor de Jake. Se había enfrentado a Vampiros toda su vida, pero Sunghoon no es como ellos.
Es metódico, poderoso y completamente diferente de los Vampiros caóticos y salvajes que había derrotado esa noche. Jake había visto la diferencia en los ojos de los Vampiros caídos, ojos que carecían de la inteligencia o astucia que había visto en Sunghoon.
¿Era eso lo que significaba ser un Vampiro de Pura Sangre? ¿Ser algo más allá de lo humano, más allá de lo que él entendía?
El viento frío trae consigo el olor metálico del líquido oscuro y de aquellos que han dejado este plano. Jake mira el reflejo del aro de plata en su labio y frunce el ceño, recordando cómo Sunghoon lo había tocado sin sufrir ningún daño.
El aro, un símbolo de su resistencia, de su lucha contra los Vampiros, de su lucha contra Sunghoon, había fallado una vez más. Si la plata no tiene efecto en Sunghoon, ¿cómo podía derrotarlo?
—¿Qué eres realmente, Sunghoon? —Murmura Jake para sí mismo, sus ojos aún buscando respuestas en la oscuridad.
Pero no hay tiempo para más reflexiones. A lo lejos, los gritos de sus compañeros Cazadores lo sacan de su trance. Vuelve al campo de batalla, sus sentidos agudizados y su mente más alerta que nunca. Sabe que este enfrentamiento con los Vampiros salvajes no es el final, sino solo el comienzo de algo mucho más grande.
La batalla continúa, y Jake sabe que tiene que concentrarse para sobrevivir. Pero, por primera vez en su vida, siente que el verdadero enemigo no está entre los Vampiros que atacan esta noche, sino que lo espera, paciente, observando desde las sombras.
Sunghoon lo ha marcado, no solo como Cazador, sino como algo más. Y mientras Jake lucha, no puede evitar pensar en la promesa de Sunghoon.
Dos inviernos. Son iguales a dos años. Dos inviernos hasta que todo se aclare, hasta que las piezas finalmente encajen.
Con un último golpe, Jake derriba a otro Vampiro. Sus compañeros Cazadores celebran su victoria, pero para Jake, la batalla está lejos de terminar. Sunghoon está en alguna parte, esperando el momento adecuado para cumplir su promesa.
Y Jake, por más que intente ignorarlo, sabe que cuando llegue ese momento, no podrá escapar de su destino.
El Vampiro de Pura Sangre volverá por él, y entonces tendrá que tomar una decisión: seguir resistiendo o rendirse a la tentación.
La fría brisa nocturna acaricia el rostro de Jake mientras camina de regreso al campamento de su Orden de Cazadores. La batalla en la villa ha terminado, los Vampiros salvajes han sido exterminados, pero en su interior, Jake sabe que la verdadera lucha está aún por comenzar. Sus pasos son silenciosos, pero su mente está llena de ruido, de preguntas que no puede ignorar, de una presencia que sigue acechando en los rincones de su conciencia.
Cuando llega al campamento, es recibido con gritos de victoria y alabanzas. Los Cazadores lo respetan, lo admiran por su habilidad y frialdad en combate, pero no saben lo que él lleva por dentro. No saben del tormento que lo persigue.
Se sienta junto a la hoguera, observando las llamas danzar en la oscuridad mientras los demás beben y celebraban. Jake no puede unirse a ellos. Sunghoon sigue en su mente, como una sombra persistente que no lo deja descansar.
—Jake, ¿estás bien? —Pregunta Jackson, un hombre mayor con cicatrices que cruzan su rostro, prueba de años de batalla.
Jake asiente, forzando una sonrisa. —Sí, solo cansado.
El hombre lo mira fijamente, como si pudiera ver más allá de sus palabras, pero no insiste. Se aleja para unirse a los demás, dejándolo solo con sus pensamientos.
Mientras el fuego se consume, Jake no puede dejar de pensar en la promesa de Sunghoon. Dos inviernos. ¿Por qué ese plazo? ¿Qué esperaba lograr en ese tiempo? Y lo más importante, ¿qué es lo que Sunghoon ve en él? Jake se lleva la mano al aro de plata en su labio una vez más, recordando el toque de Sunghoon, suave pero devastador.
Siente que, de alguna manera, ya está marcado, reclamado por el Vampiro, aunque su voluntad se resiste a aceptarlo.
De repente, una ráfaga de viento más fría de lo normal atraviesa el campamento. Jake se levanta de golpe, sus sentidos en alerta. Algo no está bien. Su mirada se dirige hacia el límite del bosque que rodea el campamento, sus ojos afilados buscando alguna señal de peligro.
Y entonces, lo ve.
A lo lejos, entre los árboles, la figura de Sunghoon, inmóvil, observándolo. No hay duda de que es él, incluso en la distancia, la presencia del Vampiro es inconfundible.
El mundo parece detenerse alrededor de Jake mientras sus ojos se encuentran. El corazón le late con fuerza, pero no es miedo lo que siente, sino una extraña mezcla de emoción y anticipación.
Sunghoon no dice una palabra. No es necesario. Su mera presencia lo dice todo.
Jake da un paso hacia adelante, pero antes de que pudiera moverse más, Sunghoon desaparece, desvaneciéndose en la oscuridad como si nunca hubiera estado allí.
Jake se queda congelado en su lugar, con el eco de la promesa de Sunghoon resonando en su mente.
Dos inviernos. Y el primer encuentro ya había ocurrido. Esto no es solo una advertencia, es una señal de que Sunghoon lo está observando, de que lo está esperando.
A partir de ese momento, Jake sabe que no puede escapar. Cada día que pase, sentiría la presencia de Sunghoon acercándose más, cada vez más cerca. Y aunque intente negarlo, aunque luche contra ello, una parte de él, una parte profunda y escondida, anhela ese encuentro.
Sabe que la lucha no será solo física. El verdadero desafío será mantener su mente y su corazón bajo control cuando el Vampiro de Pura Sangre finalmente lo reclame.
Con un último vistazo al bosque, Jake regresa al campamento, decidido a mantenerse firme. Pero el fuego en su interior sigue ardiendo, un fuego que solo Sunghoon parece poder avivar.
La batalla está lejos de terminar, y el invierno ya no parece tan distante.
𝐌𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬 𝟗. 𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐞 𝟎𝟏/𝟏𝟎/𝟐𝟎𝟐𝟒
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