El dolor de un corazón, que no late.

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Capítulo 23: 

No hace mucho, mi alma flotaba en el espacio etéreo, con el anhelo de volver a ver una última vez a Zoé. Así, poder despedirme de la forma que todos quisiéramos; expresando cuanto la amo y la amaré hasta que el mundo deje de existir; hacerle saber lo triste que me será estar sin ella, sin embargo deseaba que fuera feliz, a pesar de que no fuera conmigo.

Esos pensamientos por mucho tiempo rondaron en mi mente, me hacían sentir atrapado, todo lo que tengo para mi en estos momentos es un limbo de recuerdos a los cuales puedo aferrarme. En un abrir y cerrar de ojos  pase de correr a los brazos de Zoé, a solo verla sufrir por mí;  y sin darme cuenta, me encontraba en un lugar donde la luz apenas lograba tocar mi ser.

He pasado por tantas cosas como espectro, ser consciente del proceso es lo mas duro que me ha tocado experimentar, ser un espectador y no protagonista de mi historia, es frustrante.
La desesperación de ya no verla me hacia recriminarle a la muerte todo lo que me había quitado; no solo el aliento; si no también la oportunidad de vernos envejecer juntos...

Creí que el tiempo solo no existía para mí, pero me equivoqué. Había alguien que comparte ese mismo pensamiento. Así es, es ella. Es Irónico como un corazón que ya no puede latir, pueda sentir tanto dolor y tanto amor a la vez; el de ella goza de salud y vitalidad, sin embargo no logra sentir nada.

Cuando Zoé intento morir, no pude evitar sentir felicidad por que sabía que nos volveríamos a ver, pero no era lo correcto no de esa manera al menos... Yo era quién le había dado todo ese dolor que no podía sobrellevar.. no era justo, es por eso que rogué por una segunda oportunidad para ella. Al final de todo, creí que si nos lográbamos ver nuevamente, ella podría continuar con su vida. 

Sin embargo, quién no pudo continuar soy yo.  Después de verla me niego a soltarla, aunque sé que no me pertenece. He sido consumido por el deseo de estar cerca de ella, aunque mi presencia sea invisible, intocable en la vida real; no pierdo oportunidad para meterme en sus sueños...

Cada día la veo, y aunque no pueda tocarla ni susurrarle al oído lo mucho que la amo, la observo con devoción que raya en lo patético. Mi alma está encadenada a la suya, por una mezcla confusa de amor, celos y preocupación. No puedo evitarlo. No puedo dejar de preguntarme si alguien más la tomará de la mano, si habrá otra persona que logre hacerla sonreír como yo solía hacerlo. Saber que, en su vida, alguien más podría ocupar el espacio que dejé, y que no sea competente para ella, me inquieta.

Ese pensamiento me consume, me desgarra. Quisiera protegerla de todo, incluso de sí misma, pero no puedo. No soy más que un espectro condenado a vigilarla desde las sombras, incapaz de intervenir, de advertirle, de salvarla. Y esa impotencia se convierte en una rabia sorda, un grito ahogado que no encuentra salida.

Ese tal Henry no me da buena espina, se que lo último que le dije a Zoé no fue lo mas amigable, pero va muy rápido, ¿Qué sucede si es un estúpido y la hace sufrir?. De solo pensarlo me desbordo de ira. 

Aunque intento aparentar ser frio e inquebrantable, incluso me miento diciendo que todo esta bien, que estoy bien con todo lo que esta sucediendo, no es así.  Saber que no puedo estar a su lado como antes, que no puedo evitar que otros se acerquen, que no puedo protegerla del mundo ni de sus propios pensamientos oscuros... es un tormento eterno. El peor de todos.

Cada noche, mientras Zoé duerme, yo estoy allí, al pie de su cama, viendo cómo su pecho sube y baja suavemente con cada respiración. Quiero creer que al despertar, podrá encontrarse conmigo, que de alguna forma estábamos en la misma pesadilla, pero sé que no es cierto.

En algún momento de la vida, sé que volverá a enamorarse, no me preocupa ese tal Henry en lo absoluto, porque se que no siente nada por el mas que agradecimiento, sin embargo no sé si estoy preparado, para  verla tener sentimientos genuinos por alguien, ¿Cómo podría soportar saber que, mientras yo la vigilo, alguien más la tiene?. Si es así tendré que alejarme de ella, cada segundo que este lejos sé que será un suplicio, un infierno. 

Pero por el momento no me atrevo a descansar, a abandonar mi vigilia, porque si lo hago una parte de mí teme que ella se olvide de mi para siempre. Sé que es solo una idea, lo mas probable es que ella no me quiera dejar ir, pero la inseguridad a veces me juegas malas pasadas. 

Me conformo ahora con ser un fiel guardián, un amante incapaz de soltarla, atrapado entre el amor que no muere y los celos que me carcomen. Y así seguiré, hasta que su corazón deje de ser mío. Deberé dejarla ir. 

La vida es un misterio, ¿Vidas pasadas? ¿Reencarnación? no tengo idea, aún debo continuar mi camino como espectro. Pero si en algún momento la muerte es generosa, no pierdo la esperanza que finalmente estemos juntos en la eternidad, en un lugar donde nadie más pueda alcanzarnos ni reconocernos, ni siquiera Emily.

Mi querida hermana, seria un mentiroso si dijera que no la extraño, Theo ó mi madre... sé que están bien. Me alegra saber que su vida logró avanzar, no me hubiera perdonado haber estancado a tanta gente.
Espero que Theo cuide bien a mi hermana, después de todo, siempre estuvieron enamorados. Emily fue demasiado terca para reconocerlo y por mucho tiempo solo se dedicó a alejarlo. Después de todo, todas las piezas logran encajarse como corresponden. 

Es un alivio para mí que Zoé se volviera a reencontrar con Emy, era un problema sin resolver que muchas veces le quitaba el sueño. Lo único que no estoy para nada feliz con ese reencuentro, es con el consejo que le dio a Zoé, aunque desde tiempos inmemorables los consejos de mi hermana jamás han sido los mejores. No entiendo porque las mujeres no saben elegir bien a los hombres, entiendo que quizás no comprenda el contexto de como se conocieron Zoé y Henry. 

¿Pero enserio Emily, la animaste a que estuviera con él? Es una torpe. Retiro lo dicho, que ganas de reencontrarme con un Emy para darle un "despabílate de un solo golpe", ¿Qué le paso, los años le consumieron la inteligencia? Y dice ser mi hermana, que fastidio, debería apoyarme, claro como uno esta muerto, piensan que uno no sabe de las cosas. 

A pesar de que pueda aparecer en sueños, pueda ver a las personas, hay cosas que no dejan de hacerme ruido. La mente de Zoé es un mundo; aparte de ser inestable y depresiva, lo que hace o dice que hará, es totalmente contrario con lo que piensa o siente; incluso ni sus pensamientos van de la mano con sus sentimientos, es una cosa totalmente confusa. 

Me pregunto si de verdad no siente nada por él, me pregunto si realmente está superando su depresión, si la medicina ha logrado calmar sus demonios internos. Me pregunto si aún me ama, se que es innecesario que yo sepa eso, no es como si las cosas fueran a cambiar. Pero mi lado mas egoísta desearía oírlo. Aunque sea un fantasma sin futuro, la extraño, extraño sus caricias en mi cuerpo, sus besos, su dulce risa, no escuchó una risa de ella hace muchos años, como si hubiera olvidado como hacerlo. Para ser sincero, siento que perdí mi posibilidad de volver a vivir. Había rogado por un largo período una segunda oportunidad. Pero cuando Zoé hizo lo que hizo, no tenía el valor para pedir un segundo deseo.

La vida no se puede alterar como nos plazca. Han pasado 12 años, si volviera a la vida ¿En que punto me encontraría?, ¿Tendría aún mi lugar, como mejor amigo, como buen estudiante, o mi amor correspondido como en el momento que partí? No sé cuales sean las repuestas, pero sea cual sea, me alegra poder haberla salvado, no me arrepiento de mi decisión, creo que lo haría las veces que fueran necesarias.

Sé que Zoé es fuerte. La he visto luchar, caer y levantarse de nuevo, más veces de las que puedo contar. Y sé que lo hará otra vez.

Entre sombras y susurrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora