Hoy es tres de enero y me estoy preparando para ir a recoger a Duki al aeropuerto, me vestí con un chándal cómodo con la cartera, las llaves de mi casa y de esta con el móvil para guardarlo en los bolsillos del pantalón y después ponerlo en el asiento del copiloto, son las once de la noche y cuándo me fui a montar me sorprendí al ver a Hugo.
- Uy, qué haces tú aquí- exclamé.- ¿A dónde vas?- preguntó medio dormido.
- A por un amigo- respondí.
- No me gusta- dijo enfadado y yo sonreí.
- Si no lo conoces- hablé.
- Da igual, no me gusta- dijo.
- ¿Quieres venir?- le pregunté y él sonrió con cara de pillo.
- Sí- celebró.
- Sube- dije y le abrí la puerta del coche, le até el cinturón.
- ¿Y quién es?- preguntó curioso.
- Ya lo verás, impaciente- me burlé.
- ¿Cuánto queda?- preguntó.
- Ya está, chiquillo- respondí riendo.
Lo bajé de la silla y él me cogió de la mano tirándome para dentro del aeropuerto.
Hugo no es que escuché mucho a Duki, pero como siempre está conmigo pues sabe las canciones y le gusta mucho porque es el primer cantante que le enseñé. Por eso sé que le va a gustar conocerlo y se va a ilusionar al verlo, aunque se pondrá un poco celoso porque es el primer chico que le voy a presentar.
Le estuvimos esperando unos minutos y yo le envié una foto para que supiera que ya estamos aquí, salió el último con la capucha puesta guapísimo con un chándal negro entero puesto y unas louis vuitton rojas.
- Hola- le saludé tímidamente con un abrazo.
- ¿Qué onda? Hermosa- saludo él.
- Te he echado de menos- le dije y él me abrazó más fuerte cuando se fijó en Hugo.
- Ey, ¿qué pasa, guapo?- dijo saludando al pequeño que lo miraba con los ojos brillantes.
- Hugo, mi amor salúdale- le susurré.
- Ho...hola- murmuró.
- Mira, igualito que tú- se rió y yo le pegué en el hombro.
- Eres su novio- preguntó él cuando íbamos en el coche.
- Hugo- reí.
- Si ella me dejé, sí- respondió el argentino y yo negué con la cabeza.
- Y si yo no quiero- cuestionó.
- No me dejas- preguntó Mauro.
- De momento no, pero si me regalas algo sí- respondió Hugo.
- Trato hecho- dijo el cantante y el niño lo celebró cantando.
Vaya dos, pensé.
El camino se hizo ameno hasta que Hugo y al final, aunque mi plan era dormir en mi casa, no pudimos porque Hugo no se durmió en ningún momento preguntándole cosas a Mauro.
- A dormir- dije cuando llegamos a la casa y él hizo un puchero, pero esta vez no funcionó y se fue enfadado a la cama.
- Has visto, me lo he ganado- habló Mauro cuando nos quedamos solos y yo sonreí.
- Hombre, si le dices que le vas a regalar algo- reí yo.
- Bueno, cada uno como puede- dijo.
- Vámonos a dormir- comenté y él río siguiéndome hasta mi habitación.
- Me puedo duchar- preguntó y yo asentí.
- Cuando salgas, yo estaré durmiendo seguramente- contesté.
- Sí, no hace falta que lo jures- dijo de broma y yo le saqué la lengua.
Quité las sábanas cansada y me tumbé en la cama escuchando el agua de la ducha caer, me acurruque bajo las sábanas y me quedé mirándolo cuando llegó solo en calzoncillos.
- Esto está mal, no me puedes venir así- dije de broma.
- ¿Quieres que me lo quite?- preguntó burlón.
- Como te lo quites, te terminó violando- respondí y él soltó una carcajada.
- Eso es un sí- dijo y se metió en la cama.
Yo me pegué a él y tras un par de besos, caricias y mimos terminamos durmiendo porque yo me había dormido tarde y Mauro debería estar cansado del viaje. Por eso mismo, al día siguiente nos levantamos súper tarde y al hacerlo nos dimos cuenta de que no había nadie en casa por un whatsapp de Elena.
Ele🫶: nos fuimos todos juntos a la playa
9:06
Yo: valee guapísima
disfrutad
14:37
• ¿Tienes hambre?- le pregunté.
• Un poco- respondió.
• Hacemos crepes- propuse y él aceptó con una sonrisa.
Entre los dos comimos crepes con nocilla mientras veíamos mi serie favorita que él no sabía de su existencia y obviamente le encantó, aunque no lo admita. Aquí no hay quien viva. Antes de qué llegaran, nos duchamos cada uno y nos vestimos con algo cómodo. Justo salió Mauro de la habitación cuando mi familia aparcó y Hugo, que entró con Eric, se me tiró encima contento con la boca llena de helado, yo me reí.
- Y no me traes uno a mí- me hice la ofendida.
- No te iban a gustar- dijo seguro y se fue al baño cuando el resto entró.
- Ay, mi madre pero que te has hecho en la cara mi niño- exclamó Yaiza, la madre de Eric y Elena.
- Mauro, encantado- dijo reprimiendo una risa presentándose a todos.
Mi padre y Carlos, el padre de los otros dos hermanos, le hicieron muchas preguntas a Mauro. Sé que lo hacían por mi bien, pero al pobre lo están matando con tantas preguntas y decidimos comenzar otra conversación, por suerte, lo dejaron en paz el resto de la tarde.
- ¿Estás bien?- pregunté en un murmuro.
- Sí, pensaba que me iban a matar, pero si- respondió en un susurro.
- Tranquilo, es solo al principio- le intenté convencer.El resto de la tarde no hicimos nada interesante y nos preparamos para irnos a mi casa más tranquilos, mi casa no era gigante, pero al menos tenía espacio. Aunque apenas me dió tiempo a enseñarsela porque cuando cerré la puerta, él se me tiró a los labios directamente con muchas ganas y deseo. El beso fue salvaje que mostraba el tiempo que nos estamos esperando para esto y yo enredé mis piernas en su cadera sintiendo ya su bulto sobresaliente de sus pantalones.
- ¿Tienes condones, no?- le pregunté sin apenas separarme de su cara y él sonrió pícaro.
- En el pantalón- contestó.
- La habitación está allí- le señalé y él caminó conmigo hasta allí, yo aproveché para dejar besos húmedos en el cuello.
Me dejó en la cama mientras me desnudaba y él se desnudaba a sí mismo. Se puse el condón mientras yo lo miraba con deseo y se colocó en mi entrada sin moverse, torturándome, y solté un gemido.
- Mauro, por favor- pedí.
Me hizo caso y entró de una sola vez haciendo que soltará un grito de placer arañando la espalda con mis uñas, entraba y salía con rudeza haciéndome ir al infierno y volver. En la habitación solo se escuchaban nuestros gemidos, nuestros cuerpos chocando. La primera en llegar al orgasmo fui yo y apreté mis paredes rodeando la polla de Mauro entre gemidos y este no tardó mucho en venirse también, se tiró al lado mía agotado después de tirar el condón a la basura y yo le acaricie el pelo cuando puso su cabeza en mi pecho.
- Cada día mejor- dijo él.
- Te amo- solté sin darme cuenta.
- Yo te amo más, rubia- respondió- vienes a ducharte- preguntó y yo asentí.
Continuará...
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Inconmensurable- Duki
FanfictionDaniela es una mujer joven que va de vacaciones de verano a Argentina con su mejor amigo. Ella sólo ama dos cosas, el trap y el fútbol. Mauro, uno de los traperos más famosos de Argentina que tras gira por Europa vuelve a su tierra de vacaciones c...