★ Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝗹𝗫 ★

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— No es nada grave —le dije antes de que nos alejáramos de la escuela — La directora es tu madre, ella no va a permitir que lleves a una desconocida a tu casa.

— Seoyeon mírame —así lo hice—, ¿Me veo como una mala hija? Necesitas un descanso.

Ella me sacó de la escuela y me llevó al estacionamiento donde le dijo al guardia que tenía el permiso de su madre. Yoo Yeon me obligó a entrar a su auto, se deslizó en el asiento del conductor y sus ojos tenían un brillo travieso.

Tal vez, por primera vez en mi vida debería rezar.

No sé por cuánto tiempo condujo o cuántas vueltas dió en cada esquina, pero ya estábamos frente a una enorme casa.

Salió del auto y lo rodeó para abrirme la puerta.

La gran casa gris frente a nosotras era increíble. El jardín es hermoso y puedo notar que la madre de Yoo Yeon le encanta la jardinería, un camino de piedra conducía a la casa. Los árboles todavía se están recuperando del frío invierno por lo que están creciendo hojas.

— ¿Vienes? —Yoo Yeon ya estaba abriendo la puerta. Se apoyó e hizo un gesto para que venga. La entrada tiene un suelo de mármol blanco y negro que me recuerda a un tablero de ajedrez y las paredes son blancas. Ella me llevó a la sala y como imaginé también era enorme.

Lo que más me llamó la atención fue el sofá —debe ser por mi cansancio— es de color azul y almohadas negras. La TV era pantalla plana con parlantes en una mesa a su lado.

— ¡Eso es increíble! —dije finalmente. Sé que es raro mirar boquiabierta una casa, pero no estoy acostumbrada a esto. A pesar de que la casa es hermosa, hay algo, tal vez el ambiente; se siente muy frío.

Yoo Yeon se encogió de hombros mirando a su alrededor— Si tú lo dices, ¿Nunca has visto una sala de estar? — me siento como una chica de pueblo— Eres un ser extraño Seoyeon, pequeña y extraña — se burló— Siéntete como en casa, vuelvo en un minuto.

Yoo Yeon subió las escaleras dejándome sola. Quiero explorar la casa, pero no creo que eso haya querido decir con: Siéntete como en casa así que me senté en el sofá. Es muy cómodo, me quité los zapatos para subir mis piernas y apoyar mi cabeza en el cojín.

Parpadeé un par de veces al despertarme, debí haber estado dormida aproximadamente una media hora. Es lo que se siente, de todos modos, no fue suficiente aunque el tiempo parece volar cuando uno duerme.

Me senté y me detuve notando dos humeantes tazas de té junto a galletas de chocolate— Oh, estás despierta — miré hacia arriba, Yoo Yeon estaba allí... Sin su bata de laboratorio.

Ella lucia tan bien sin ella, tan linda.

— Whoa —dije en voz baja.

— ¿Qué?

— Yo sólo... Me acostumbre a verte con tu bata, me sorprende... Quiero decir, te ves diferente, eso es todo.

— Bien —asintió— Me la puedo ir a poner de nuevo si te hace sentir incómoda — bromeó.

— Es tu casa, no me importa.

— Yo pensaba dejarte dormir un poco más antes de empezar — cambió de tema.

¿Empezar?

— ¿Empezar qué?

Yoo Yeon sacó unos libros— A estudiar —hizo una pausa—, ¿Qué? ¿Pensaste que te iba a dejar descansar?

— Pero este no es el momento para estudiar.

— Ese no es mi problema. Yo soy tu tutora, sólo cumplo con mis obligaciones —

Yoo Yeon ordenaba sus libros dejándolos en su regazo. Obviamente, todos eran sobre química.

— ¿Qué paso con que iba a descansar?

— Tomaste una hora de descanso.

— ¿Y nuestro trato de solo observar?

— Sigue, en efecto, pero ahora no estamos en la escuela —ella me miró por encima de sus gafas y sonrió— Creo que con esto me gustas más que antes.

Dejé de tocar el violín en mi mente, ¿Acaba de decir lo que pienso que dijo?

Yoo Yeon se acercó y pasó páginas del libro— Vamos a empezar aquí —susurró cerca de mi oído—, Método Científico.

— No soy tan tonta — murmuré.

— Nunca dije que lo eras — ella me leyó algunas cosas, le pregunté acerca de cosas que no entendía, muchas cosas. Yoo Yeon me hacía ver la química con más diversión. Después de dos tazas de té y galletas, ya se hizo la hora de volver a casa.

— Gracias por esto —dije torpemente, Yoo Yeon me acompaño hasta la puerta.

— Sólo estoy haciendo lo que prometí —respondió, miré hacia abajo con cierta decepción—, pero me alegro que aprecies mi ayuda.

Contuve una sonrisa— Sí, bueno, no te acostumbres.

Yoo Yeon abrió la puerta y allí se encontraba su madre— Hola —ella sonrió.

— Directora Kim —me aclaré la garganta con nerviosismo.

— Oh, Seoyeon, no estamos en la escuela puedes decirme Vivi

Me sorprendió el hecho de que ella conociera mi nombre. No es que yo fuera seguido a la oficina; he ido solo dos veces.

Todas nos quedamos en silencio, le eché un vistazo a Yoo Yeon rogándole que dijera algo. Ella pareció captar mi lenguaje no verbal.

— Mamá, Seoyeon ya se va —ella me empujó hacia afuera.

— ¿En serio? ¿No quieres quedarte a cenar?

— Ella no puede —interrumpió Yoo Yeon—, pero estoy segura que en otra ocasión, ¿Cierto, Seoyeon?

Tengo el suficiente autocontrol para no golpearla delante de su madre— Me encantaría —forcé una sonrisa.

— Maravilloso —dijo su madre completamente ajena a la conversación en silencio entre Yoo Yeon y yo.

— Un placer verla —ella sonrió— Te veré mañana, Yoo Yeon.

Cerraron la puerta detrás de mí, sólo tengo que ver cómo volver a casa. Ahora simplemente quiero descansar adecuadamente y darle un merecido descanso a mi cerebro.

❞𝑬𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒐 𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊́𝒎𝒊𝒄𝒂❞⋆Aᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ⋆ [𝒀𝒐𝒐𝑺𝒆𝒐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora