❞𝑬𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒐 𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊́𝒎𝒊𝒄𝒂❞⋆Aᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ⋆ [𝒀𝒐𝒐𝑺𝒆𝒐]

★ Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝗫𝗩𝗹𝗹𝗹★

Al día siguiente, después de la escuela, con Yoo Yeon fuimos a su casa para esperar a su padre.

— Siento que no tuvieras tiempo para ir a tu casa y cambiarte.

— Uh, ¿Es algo formal? —le pregunté porque yo no estaba para nada presentable—, espero que no vayamos a un restaurante de lujo.

Yoo Yeon sonrió— No estés nerviosa, Pochaco. Él va a estar preocupado por su trabajo para darse cuenta de lo que llevas puesto, creo.

— ¡Es todo, voy a cambiarme! —me di la vuelta bruscamente.

— ¡Hey, espera! —Yoo Yeon tomó mi brazo—, sólo bromeaba, ¿Por qué te ofreciste a venir conmigo si estás nerviosa por conocerlo?

— ¡No sé! —tiré mis manos al aire—. Es decir, vamos a salir con tu padre y ni siquiera hemos tenido una cita de verdad.

— Pochaco voy a entender si no quieres venir. Voy a tratar de sobrevivir como siempre lo hago, ¿De acuerdo? —esperó pacientemente mi respuesta final.

Ella está en lo correcto, ¿Por qué me ofrecí a venir con ella?

Bueno, me ofrecí porque sé lo difícil que es para ella salir con su padre.

— Voy contigo, Yoo Yeon. No vas a deshacerte de mí tan fácilmente.

— ¿Por qué lo haría si eres lo único que tengo además de mi madre? —Yoo Yeon tiró de mi brazo y me dio un beso esquimal a la misma vez que llamaban a la puerta—. Llegó mi padre, ¿Lista?

— No —murmuré.

Su padre ahora está frente a nosotras; se asemeja a una versión adulta, varonil y demacrada de Yoo Yeon, puedo decir que es un adicto al trabajo por las bolsas bajo sus ojos debido a la falta de sueño, además la arrugas están empezando a formarse a lo largo de su cara, sin duda por el estrés. Su cabello tiene líneas grises, algo que me asusta demasiado es que Yoo Yeon es tan increíble y espero que no termine como su padre.

— Hola hija — su voz es muy formal, pareciera que no está hablando con su hija

— Un placer conocerlo, Sr. Kim —la tensión en el aire era lo suficientemente gruesa para cortarla con un cuchillo.

— El placer es todo mío... ¿Señorita...? —sus palabras son amables pero su tono es seco y desinteresado.

— Yoon —dije tristemente.

— Ella prefiere que le digan Seoyeon, papá. No hay necesidad de formalidades.

— Ya veo, Seoyeon. Es un placer conocerla.

Yoo Yeon me dió una mirada de disculpa mientras seguimos a su padre al auto.

De mala gana, Yoo Yeon se sentó adelante con su padre y yo atrás. Era decepcionante, pero entiendo el por qué decidió sentarse allí.

Cuando finalmente llegamos al restaurante, tomé una respiración profunda del aire fresco. No puedo decir lo increíble que se siente, y se siente aún mejor cuando Yoo Yeon tomó mi mano mientras nos dirigimos a la entrada.

El restaurante era formal, Yoo Yeon y yo recibimos una mirada de desaprobación del personal y de los clientes por nuestros atuendos.

— ¿Podríamos tomar algún lugar en la parte de atrás? —le pidió el Sr. Kim al maître.

El único problema ahora es caminar para llegar a la parte de atrás.

Lo bueno es que estoy acostumbrada a las extrañas miradas de la gente, por esa razón mantuve la cabeza en alto sin importarme lo que la gente miraba de mí.

Nos dieron el menú y pedimos nuestras bebidas. En los aperitivos hubo una pequeña conversación.

Él le preguntó a Yoo Yeon sobre la escuela y sus calificaciones, centrándose especialmente en química. Luego me preguntó a mí por mis calificaciones en química.

La honestidad ante todo.

— Uh, no soy muy buena, pero Yoo Yoo —su padre frunció el ceño por el apodo—, me ha estado ayudando bastante —sonreí agradecida

— Asumía que mi hija se asociaría con alguien más... De su nivel —mi boca se abrió por su comentario grosero—. No quiero ofender Señorita Yoon.

Yoo Yeon se ve tranquila, su mirada hacia todo el trabajo. Sirvieron el plato principal; la mayor parte de la comida, su padre habló por teléfono y mensajes.

Después de un rato, Yoo Yeon se excusó por ir al baño. No quería nada más que ir con ella.

Aún mientras Yoo Yeon seguía en el baño, su padre dejó el teléfono sobre la mesa y me estudió.

— Así que, ¿Cuál es su relación con mi hija?

Nota mental: Matar a Kim Yoo Yeon por dejarme sola con este hombre.

— No sé lo que quiere decir —dudé—, señor.

— Mi hija tiene un futuro brillante por delante y no quiero que se distraiga con alguien que está bajo su nivel. Ella debería centrarse en la escuela, no en amores de secundaria. No le conviene.

— Sr Kim —me aclaré la garganta—, estoy segura que su hija cuyo nombre es Yoo Yeon por cierto, aprecia su preocupación, pero creo que tal vez debería tener una charla agradable con Yoo Yeon y tratar de escuchar lo que ella quiere para su vida y lo que no quiere — hizo una pausa — Y respondiendo a su pregunta, yo aún no soy su maldita novia, pero espero que se acostumbre porque pronto voy a serlo.

Su padre entrecerró los ojos, cuando estuvo a punto de contestarme su hija lo interrumpió.

— ¿Me perdí algo? —Yoo Yeon se sentó a mi lado y ninguno de los dos respondió su pregunta.

Se puede decir que no esperaríamos el postre.

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Euforia.

Era lo que sentía cuando el padre de Yoo Yeon nos dejó en su casa.

Él y yo no hemos dicho nada durante el viaje, apenas murmuró un adiós a su hija

— ¿Quieres un poco de chocolate caliente? Creo que aún tenemos malvaviscos —Yoo Yeon ofreció con una sonrisa, después de pensarlo añadió—, a menos que mi madre se los haya comido.

— Me encantaría pero estoy bien. Quiero irme a casa.

— Está bien —dijo suavemente—, ten cuidado en el camino mi Maldita novia

— Tu... ¿Lo oíste? —tragué saliva—. Por favor no te enojes Yoo Yoo. Él empezó a decir muchas cosas y no pude seguir escuchando que hable así de ti.

Tocó mi hombro suavemente— Silencio. Nunca he tenido el valor de hablarle así como lo hiciste hoy. No me gusta que la gente se entrometa, pero, gracias —me dio un beso—. Me gusta cómo suena.

— ¿Qué cosa?

— Desde ahora te voy a presentar como mi Maldita novia — me besó y le susurré buenas noches.

No pude evitar pensar que los besos de Yoo Yeon son mejores que cualquier postre.

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