❞𝑬𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒐 𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊́𝒎𝒊𝒄𝒂❞⋆Aᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ⋆ [𝒀𝒐𝒐𝑺𝒆𝒐]

★ Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝗫𝗫★

Hoy matare a Sohyun, por interrumpir mi cita. YooYeon me insistió que viera los mensajes

— Está bien, Seoyeon —respondió con una sonrisa—, adelante

Me fui primero al mensaje de Jiwon:

"Hola"

Rodé los ojos, luego fui a los de Sohyun.

Sohyun:

-Llámame lo más pronto posible.

-Necesito tu ayuda.

-¡Estoy enloqueciendo Yeon Seoyeon!

-No me contestas, ¿Dónde estás?

-Me voy a morir, Seoyeoni, morir.

Intenté responder, pero la señal era muy mala.

— ¿Está todo bien?

— Sohyun, parece que le pasó algo y no me anda la señal para contestarle.

— Vamos —lo miré con incredulidad cuando se levantó y empezó a guardar las cosas.

Mientras corríamos por el bosque para llegar a su auto, pensaba en que YooYeon nunca dejaba de sorprenderme. Sohyun—quien apenas conoce— me está llevando con ella, después de poner tanto esfuerzo con esta cita.

Condujo más rápido que nunca, pero de alguna manera mantuvo el límite de velocidad. Le di instrucciones y antes de darme cuenta estábamos frente a casa de Sohyun.

Salí del auto y corrí hacia su casa. Iba a tocar la puerta, pero ésta se abrió antes.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunté sin aliento.

Sohyun vino corriendo hacia mí— Oh, gracias a Dios estas aquí. ¿YooYeon?... ¿Ustedes, estaban en una cita?

— ¿Sohyun me podrías decir qué está pasando?

Ella se rió con nerviosismo— Seoyeonlo siento mucho, si hubiera sabido que estaban en una cita no hubiera molestado, ¿Por qué no me dijiste que iban a salir?

— ¿Qué es lo que quieres?

— Xinyu me invitó a una cita. Fue todo tan repentino. Mis padres salieron con sus hermanos y me dejaron a su hija. No sabía con quién dejar a Yeonji.

Negué con la cabeza, estoy molesta; pensé que era una emergencia.

Miré a YooYeon, ella bajó la mirada.

— Estaremos encantadas de ayudarte —mis ojos se abrieron de golpe—. Me encantan los niños —se encogió de hombros.

Después de un rato Sohyun ya se había ido.

— No tenías que hacerlo.

Tengo un mal presentimiento sobre esto.

— ¿Yeonji? —toqué la puerta, lo único que sé es que ella se lanza como un gato cuando ve a las personas así que me preparé.

Cuando la puerta se abrió ya tenía a una niña envuelta en mi cintura— Hola, Yeon. Ella es YooYeon—la dejé en el suelo.

— Hola princesita — YooYeon se arrodilló y tomó la mano de la pequeña besándola suavemente.

No soy celosa, no soy celosa, pero yo soy su maldita novia y nunca me trató así.

Me aclaré la garganta— Está bien, ¿Qué te gustaría hacer? ¿Fiesta de té, juegos de mesa, ver una película?

— ¡Fiesta de té!

— Ya oíste a tu princesa YooYeon. Quédate aquí a preparar las cosas —señale una pequeña mesa—, mientras YooYeon y yo vamos por el té y las galletas.