❞𝑬𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒐 𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊́𝒎𝒊𝒄𝒂❞⋆Aᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ⋆ [𝒀𝒐𝒐𝑺𝒆𝒐]

★ Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝗫𝗹 ★

Yoo Yeon dijo que vendría a buscarme a las 5:30 pm. Ya casi era hora así que decidí esperarla abajo.

— ¿Cuál es su nombre?

Nien se estiró en el sofá.

— ¿Quién dice que hay alguien? ¿Por qué estás aquí? Tienes tu propia casa para ti solita.

— Me siento sola, vamos, nadie se viste así sólo para salir.

— No te atrevas a intimidarla o avergonzarme delante de la persona que viene.

— ¡Já! —admitiste que viene alguien— Nien se enderezó y me miró a los ojos con seriedad— Seoyeon, ya tuvimos ésta charla, los chicos a esta edad sólo...

Cubrí su boca rápidamente pero ella siguió hablando— ¡Cállate idiota! —se detuvo y lamió mi mano— ¡Eres asquerosa!

— He convivido con hombres la mayor parte de mi vida, tengo hermanos, sé lo que quieren a esta edad. Además cuando tu mamá no está yo estoy a cargo de ti.

Suspiré frustrada — Es una chica.

Ella iba a decir algo, pero llamaron a la puerta. Ambas nos quedamos mirando e hicimos una carrera hasta la puerta principal. Traté de gritarle a Yoo Yeon que volviera al auto, pero al parecer no me oyó. Nien y yo nos resbalamos en la alfombra y hacemos patéticos intentos para levantarnos.

En el último minuto, Nien tira de mi zapato haciendo que me resbalara y que ella tome la delantera. Con una enorme sonrisa, ella abrió la puerta.

— Hola —dijo en un tono alegre.

— ¿Hola? — Yoo Yeon tiene una expresión divertida, luego se inclinó a un lado donde estaba yo tratando de ponerme mi zapato.

En su expresión estaba escrita la frase: ¿Qué demonios haces en el suelo?

Yoo Yeon me miró de pies a cabeza y pude jurar que vi una sonrisa. Mi respiración se detuvo en la garganta cuando me di cuenta cómo ella estaba vestida. Lleva una camiseta, y pantalones vaqueros. Tan simple, pero increíblemente atractiva.

— Quien quiera que seas, si intentas algo o le haces daño a Seoyeon voy a agarrar mis zapatillas y te las voy a estampar en la cara —amenazó Nien.

— Yoo Yeon conoce a Nien —le dije dándole un empujón a mi amiga para pasar. Tomé la mano de Yoo Yeon con ganas de salir antes que Nien me avergonzara más.

— ¿Qué fue eso? — preguntó cuando entramos a su auto.

— Es la chica de la limpieza, a veces se pone loca, no le hagas caso —me encogí de hombros.

Al llegar, Yoo Yeon se detuvo en el estacionamiento.

Llegamos intencionalmente un poco tarde, así puede elegir los asientos de atrás cuando las luces estén apagadas.

— ¿Alguna vez lo has intentado? —señaló la obra.

— Me da vergüenza —la obra iba bastante bien, además que es muy buena, tiene buenos actores y cantantes— ¡Ahí están! —golpeé la mano de Yoo Yeon con entusiasmo cuando vi la escena de mis amigas.

Duró exactamente dos horas, hasta que llegó el número final que es un musical completo.

— ¿Y puedes hacer eso? —dijo nuevamente.

— No sé bailar —mentí.

Todos estaban haciendo su despedida cuando Yoo Yeon se levantó y tomó mi mano. Me llevó a una esquina y puso mi mano sobre su hombro y su mano derecha en mi cintura.