PRIMER DÍA DE NOVIOS

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Los latidos de Draken se disparan en cuanto siente la mano de Mikey tomar la suya. Se muerde los labios para no gritar, ¡¿cómo mierda había terminado así?! Sólo recordaba haber ido a la casa de Mikey para irse juntos, como todas las veces, a la reunión que los chicos habían planeado. Todo iba bien, llegó, tocó, Emma le recibió y le dijo que Mikey estaba en el dojo, lo que le había extrañado en un principio, se supone que ya estaba listo y que se irían de inmediato.

De todas formas se dirigió para allá con la mente demasiado ocupada en preparar el recorrido para llegar a la reunión en el menor tiempo posible. Deslizó la puerta y se topó con la espalda de Mikey, quien se encontraba en el centro, mirando la pared donde se estaban los trofeos y varias fotografías.

—¿Qué haces aquí? Si estabas listo, ¿por qué no me esperaste en la entrada?

—Oye, Kenchin, ¿sabes lo importante que es este lugar para mí?

La pregunta extraña a Draken aún más que el hecho de estar aquí los dos cuando tenían un compromiso y siempre era Mikey el primero en querer lanzarse para allá. Claro que Draken sabía lo importante que era, aquí había conocido a su mejor amigo y a su hermana pequeña; había pasado buenos momentos con Shinichiro y su abuelo; sin contar que era su refugio cuando el mundo le parecía demasiado abrumador; el lugar donde podía descargar sus emociones sin herir de gravedad a alguien.

—Por supuesto que lo sé. ¿Esta es alguna clase de prueba o...?

Draken cierra la boca cuando Mikey se gira, conocía todos y cada uno de sus gestos, y ese que le daba no la había visto en todo el tiempo en el que se llevaban conociendo. Tenía la mirada suave e irradiaba una extraña inseguridad, no podía explicarlo con claridad pero Draken sabía que algo no estaba bien.

—Necesito decirte algo, porque ya no puedo seguir ocultándolo —se lleva una mano al pecho, apretando allí con fuerza.

Draken no dice nada, simplemente deja que Mikey continúe. No era común que hiciera tanto drama para hacer una declaración, Mikey era de los que decían las cosas sin pensarlo demasiado. Se caracterizaba por no tener filtro, por eso se llevaba tan bien con Baji y Pah.

Mikey inhala profundamente y levanta la cabeza de golpe, recuperando esa seguridad que se puede ver ardiendo a través de sus ojos. El corazón de Draken vuelve a dar un vuelco, como aquella vez que se conocieron, ese frente a él era el mismo chiquillo que le había dado una paliza a sujetos que le doblaban en altura y triplicaban su masa corporal; ese mismo chiquillo que se había robado su corazón con una patada.

—¿Qué? —De pronto se siente nervioso, la presencia y atención de Mikey eran demasiado para él.

—Estoy enamorado de ti

Y ahí estaba, esa frase que soñó desde que era un chiquillo que apenas y sabía limpiarse el culo. Se pellizca el muslo, pero se sentía tan atontado que no sabía si le había dolido o no. Se queda quieto, esperando despertar en su cama o tirado en el piso después de haber bebido demasiado con los chicos.

—¿Me oíste? ¡Kenchin! ¡Te dije que estoy enamorado de ti!

El aliento dulce de Mikey que le golpea directamente en el rostro le hace saber que se encontraba en la realidad. Balbucea, aunque realmente no sabe qué demonios decir, pero quería decir algo. ¿Estaba bien si le decía que él también estaba enamorado de Mikey y contarle toda su historia de enamoramiento desde el principio hasta el día de hoy? No, tal vez eso lo espantaría y lo haría ver como un enfermo, acosador y vírgen.

—¿No dirás nada? —Su voz rota, su puchero y esa mirada lastimera le devuelven la cordura.

—¡No es...! ¡Es que me tomaste por sorpresa!

—¿Sólo eso?

—¿Qué quieres que te diga?

—¿Vas a rechazarme? Si vas a hacerlo sólo hazlo

—¡No! —Se restriega el rostro con las manos, frustrado y ansioso; de hecho tenía las manos heladas —. Había pensado en esto de diferente manera

—¿Cómo?

—Es que... T-tú... Tú también me gustas —declara detrás de las manos que aún cubrían su rostro. Santa mierda, ¡era tan vergonzoso!

—¿Qué? Kenchin, no te escuché —Draken gruñe, no quería volver a repetirlo, le había costado una barbaridad la primera vez, tratar de decirlo de nuevo sería una tortura —. Neh, neh, Kenchin. Repite lo que dijiste

Mikey le toma de las muñecas, tratando de descubrir su rostro, y ambos saben que podía lograrlo, tenía más fuerza que un hipopótamo. Pero esta era una confesión y, según las películas románticas, el ambiente debía ser suave y tierno.

—¿Acaso dijiste que yo también te gustaba? —Draken vuelve a gruñir, odiaba tanto a ese enano y su maldita insistencia —. Vaaamos, Keeenchiiinn~. Dilo una vez más, ¿siiii?

—Tú, mocoso —se descubre y toma el rostro de Mikey con una mano y su muñeca con la otra. Si haría esto lo haría bien y no dejaría que Mikey se olvidara de este día nunca en su vida —. Dije que tú también me gustas, idiota. ¿Lo escuchaste? Más te vale recordar esto o te mataré

El rostro de Mikey, apretado por sus dedos, se tiñe de un bonito rosado. Hace una especie de sonrisa, tan tierna por tener las mejillas apretujadas. Draken no puede evitarlo y deja que su instinto lo posea, besa los labios de pez de Mikey, un roce tímido y experimental. Escucha cómo ronronea, decidiendo que a él también le gusta este tipo de contacto.

—¿Entonces esto significa que ya somos novios? —Como siempre, Mikey yendo un paso por delante de él.

—¿Eso es lo que quieres?

Mikey asiente enérgico, si no querría eso entonces no se hubiera declarado. Draken vuelve a besarlo, por el simple hecho de querer besarlo, de sofocar esas ganas que ha tenido desde hace años.

Y ahora, después de toda la excitación y adrenalina, caía en la realidad. Notaba que recibía miradas extrañas de todos; extrañas y curiosas. ¡Estaba avergonzado! Creía que tendría tiempo de asimilar las cosas, de planear el cómo le daría la noticia a los chicos. Pero todo había sido tan precipitado, como desde que conoció a Mikey. Al parecer, los chicos lo tomaron como si nada, como si siempre hubiesen esperado por esa noticia aunque Mikey y él aún no habían dicho nada.

—Entonces... ¿al fin están saliendo? —Mitsuya es el valiente quien pregunta; Hanma a su lado sonríe, le había quitado la pregunta de la boca.

—Duh. ¿No es obvio? —Mikey levanta sus manos entrelazadas, Draken se tapa la mitad del rostro.

Su primer día de noviazgo había sido precipitado y lleno de momentos vergonzosos, sin embargo, a pesar de todo eso, Draken sentía mucha dicha y felicidad, había cumplido uno de sus sueños más privados e íntimos. ¿Que si le habría gustado cambiar algo? La verdad es que sí, pero si el resultado no hubiese sido este, entonces se quedaba con este método menos ortodoxo y más al estilo Manjiro Sano.

FLUFFTOBER 2024 - DRAKEY VERSIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora