FLUFFTOBER 2024 - DRAKEY VERSION

PREOCUPACIONES

Quien conoce a Mikey podía decir que era el egocentrismo hecho persona. Mikey era vanidoso y constantemente le recordaba a la gente que él era el centro de atención. El mundo de todos debía girar alrededor de él; sabe que es admirado y querido por la mayoría de las personas que se cruzaban con él. Su seguridad era arrolladora y eso hacía que mucha gente lo siguiera para sentirse poderosos además de protegidos.

Pero pocos sabían de lo que ocultaba bajo esas capas y capas de seguridad. Mikey constantemente se preocupaba de su apariencia, de si era lo suficientemente bueno para su guapísimo y maravilloso novio, de si su amor era tan grande y lo demostraba de forma adecuada.

Draken siempre era atento con él, cumplía sus caprichos, le daba pequeñas demostraciones de amor en público (las que Mikey le permitía), como tomarle la mano o darle besos en la mejilla o la coronilla.

Mikey siempre creía en la seguridad de Draken, en su físico, su porte, su personalidad, en el amor que le profesaba. Draken era muy diferente a él, a vista de las personas se mostraba silencioso y calculador, en ocasiones distantes para con su pareja. Todo lo contrario a la realidad, en la intimidad era tan cariñoso con él y hablaba un montón, todo lo que se mantenía en silencio durante el día lo hablaba cuando estaban ellos solos en pareja.

Ambos se complementaban, Draken no tenía dudas de eso, en cambio Mikey... Se cubre con la manta y se arrincona en el sofá. Este era uno de esos malos días en los que sentía que no era el novio que Draken se merecía. Habían salido con sus amigos y había hecho un berrinche ridículo por, cómo no, no obtener el juguete especial que debía venir en el menú infantil.

Todos se habían avergonzado, resbalando en sus asientos para no ser parte de ese drama. La señorita que los atendía tampoco sabía qué hacer, bien podía haber ido a por el juguete, pero con todo el escándalo se había paralizado. Por fortuna para todos, Draken llegó al rescate, salió corriendo al mostrador y pidió el juguete que se suponía debía incluir la orden.

Cuando Mikey tuvo entre sus manos el regalo se dio cuenta del teatro que había hecho. Todos estaban avergonzados, incluido Draken, aunque no lo mostrara Mikey sabía perfectamente que así era.

—¿Puedo pasar? —Escucha tres toquecitos en la puerta.

Se tapa completamente con la manta. Sabe que si no responde nada Draken se iría, siempre consideraba sus silencios como un no, aunque muchas veces esos silencios significaran sí. Si la boca de Mikey no soltaba una afirmación alta y clara, para Draken era una obvia negativa. ¿Realmente quería pasar sus penurias en soledad?

—¡No te vayas! —Reacciona al escuchar los pasos alejarse. Las inseguridades y preocupaciones no eran buenas pasarlas en soledad.

La puerta se abre y Draken entra despacio, dando tiempo a Mikey por si quería cambiar de opinión. Lo ve hecho un ovillo en un rincón del sofá envuelto en una manta. Sabe muy bien lo que eso significa, así que se acerca para tomarlo en brazos y sentarse con Mikey sobre él.

—¿Qué pasa? ¿Con qué estás atormentandote ahora?

—¿Cómo puedes amarme? Soy un desastre, cada día hago cosas que te lastiman o te avergüenzan —las lágrimas comienzan a salir, esas inseguridades eran una mierda. ¿Por qué el amor debía ser así?

—Oye, oye. No haces nada de eso —le corre el cabello para mirarlo a los ojos, como cada vez que aparecían esas preocupaciones; Mikey necesitaba ser mirado y sostenido con seguridad —. No me lastimas y mucho menos me avergüenzas. ¿De dónde sacas eso?

—Es que... todos me lo dicen. Ni siquiera sé por qué sales conmigo. No soy bueno para ti, soy una persona horrible, no soy bonito y ni siquiera sé si estoy haciendo las cosas bien —llora, en verdad lo hace. Las lágrimas le mojan completamente las mejillas y el mentón.

Son estos momentos los que le rompen el corazón a Draken. Él hacía todo lo posible para que Mikey se sintiera cómodo en su relación pero parecía que nada de lo que hacía funcionaba.

—¿De qué mierda estás hablando? Mikey, eres la persona que más feliz me hace. Ayudas a mucha gente y me amas aún cuando tienes todo ese desastre en la cabeza. Eres bonito y sexy y tu culo es una de tus mejores partes —le palmea donde cree que están sus nalgas; necesitaba bromear un poco para aligerar el ambiente.

—Eres un baboso

—Sólo estoy enamorado —seca una de sus mejillas para poder dejar un beso allí —. No creas que eres el único que tiene preocupaciones e inseguridades, mi vida. A veces creo que soy demasiado intenso y te abrumo

—No, no, Kenchin. Jamás lo serías —se incorpora en sus piernas para sentarse sobre su novio y poder acunar su rostro entre sus manos —. Eres el más dulce y comprensivo, y guapo y paciente. Eres el hombre perfecto para mí, siempre estoy en calma cuando estoy contigo

—Y yo soy feliz a tu lado. Odio saber que sobre piensas tanto mi amor por ti

—Lo sien-

—Sé que no es tu culpa —le cubre los labios para no ser interrumpido —. A veces lo que pensamos es más fuerte que nosotros. Quiero que me digas cada vez que tengas una preocupación para poder encontrar una solución juntos, ¿sí? Para eso soy tu novio

Mikey se arroja a sus brazos, oculta el rostro en su cuello y llora. ¿Cómo alguien tan maravilloso podía estar siquiera saliendo con él?