FLUFFTOBER 2024 - DRAKEY VERSION

DÍA DE GALA

El saco le queda incómodo, la corbata le corta el flujo de oxígeno y ni qué decir de los malditos pantalones. ¿Cómo es que había gente que podía vestir de traje todos los malditos días? Esa gente no debe ser normal.

—Deja de jalar tu corbata —Emma le regaña, acomodando la prenda por quién sabe cuál número de vez —. Hoy es un día muy importante, debes de verte bien

—¿Importante? Yo no pinto nada en esta boda

—¿Que no, dices? Debes mostrarle tu apoyo a Draken

Mikey pone los ojos en blanco y deja de protestar. De por sí no estaba de humor, tanto blanco e inmaculado le daba dolor de cabeza. ¿Por qué las bodas siempre tenían qué ser tan elegantes? ¿Por qué no podían poner un inflable, tener más color en las decoraciones y hacer algunos juegos para divertirse? Si esta fuera su boda definitivamente sería mucho mejor y más divertida.

—Andando, debemos buscar nuestros asientos

Mikey se queja pero aún así se deja arrastrar por Emma hasta el patio donde sería la ceremonia. Hay bastante gente alrededor de las sillas, las cuales están dispuestas en filas frente a un arco de flores y una pequeña tarima. Realmente no entendía por qué las personas tenían su lugar, ni que fueran las mesas de la fiesta. ¿Estaban acomodados según la importancia para los novios? Esperaba que Draken le hubiese dado un buen lugar donde pudiera ver todo; quería presenciar el llanto de Mitsuya.

Cinco minutos antes de que la ceremonia comience, los invitados comienzan a acomodarse en sus respectivos asientos. Mikey y Emma se encuentran en la segunda fila, un lugar bastante privilegiado, pero le molestaba no estar en la primera. ¿Tan poca cosa significaba para la vida de los novios? Draken era un desconsiderado.

La música, armoniosa y típica de una boda, comienza a sonar. Por el pasillo entre las sillas van desfilando algunas personas, Mikey piensa que son los padrinos, y luego se acomodan a lo largo de la tarima. Se queda sin respiración cuando aparece Draken, ataviado en un traje azul cielo muy bonito que estilizaba su figura y resaltaba su cabello negro peinado hermosamente de lado con una ondas que Mikey no pensó le quedarían tan bien.

A Mikey se le llenan los ojos de lágrimas cuando Draken se acomoda en la tarima. Sus ojos lo encuentran entre los invitados y le sonríe. Se veía tan guapo. Emma le aprieta la mano para darle un poco de apoyo; todos se ponen de pie para presenciar la entrada de Mitsuya. Llevaba un traje color perla, brillante y pulcro, hecho totalmente a la medida. Mikey debía admitir que Mitsuya era hermoso, no tanto como él, pero tenía lo suyo.

La ceremonía comienza: hay llanto, un discurso cursi y mucho amor. Mikey no pierde detalle, pero sus ojos no pueden apartarse de Draken, imaginando cómo sería casarse con él. Mitsuya tenía tanta suerte.

Todos aplauden cuando el asunto llega a su fin, los novios se dan un tierno beso y se dirigen dentro del salón de eventos. Los invitados los siguen y vuelven a buscar sus respectivos asientos. Los novios los acomodaron con Baji, Chifuyu, Takemichi, Hinata, Hanma, Kisaki, Emma y Yuzuha. A Mikey le gustaba el acomodo, mientras estuviera junto a Takemichi y Emma todo iría bien.

—¿Estás bien, Mikey?

—Sí. Pero este traje ya me tiene cansado. Y tengo hambre, y quiero dormir

Frente a él ponen una caja de hamburguesa y refresco, dejan un beso en su coronilla y toman asiento a su lado.

—Ya puedes aflojar la corbata y quitarte el saco —lo ayudan en el proceso, le peina el cabello para finalizar y le deja un beso en la mejilla.

—Hola, Kenchin —se recarga en su hombro para ser abrazado. Ahora se sentía mucho mejor.

—¿Estás cansado?

—Vestir de gala no es lo mío

—¿Y qué vas a hacer en nuestra boda?

—En nuestra boda todos asistirán con pijamas —se deja mimar por su novio.

—Esa idea me gusta —apoya Hanma, rodeando a Kisaki con el brazo.

—Creo que no suena a mala idea —asiente Draken, besando la mano donde se encuentra el anillo de compromiso que le dio hace unos meses atrás.

Estar sobre esa tarima lo llenó de emoción, mientras veía a Mitsuya y Hakkai dando sus votos se imaginó a él mismo y Mikey casandose. Quería hacerlo, pero sabe que para Mikey era difícil dejar a su casa y a su familia; sería paciente, casados o no, comprometidos o sólo con el título de novios él lo amaba y siempre lo haría. Si Mikey quería que su boda fuera una fiesta infantil, él lo aceptaría; si Mikey quería que todos se vistieran de payasos, él los obligaría; si Mikey no quería que su día especial fuera de gala, él repartiría con gusto la ropa cómoda o las pijamas.

—Te amo

—Te amo también, Kenchin —comparten un pequeño beso y siguen abrazados, disfrutando de la música tranquila y el preludio de la verdadera fiesta.