Obsesión enfermiza 🔞 (RESUBIDA)

Capítulo 4

🔞Contenido adulto

Narradora

Al día siguiente, centro de salud mental de Louisville

Gaara se ha trasladado al centro junto con Lee y Shikamaru para esclarecer los hechos.

—Veamos, señorita Yamanaka. ¿Cuál fue la última conversación que mantuvo con Sasuke Uchiha? —inquiere el pelirrojo.

—Como ya le he dicho, nada del otro mundo. Cuando fui a darle la cena, me lo encontré dormido, y en cuanto despertó, tal vez si que estaba un poco más alterado de lo normal, bueno... no le voy a mentir, coqueteaba conmigo a menudo, pero eso ya era algo habitual en él y no le di mucha importancia —Ino contesta un poco avergonzada.

—Bien, gracias. Aam... ¿se propasó con usted alguna vez? —vuelve a preguntar el pelirrojo.

—No, como ya le he dicho, solamente eran palabras. Nunca dejé que me pusiera la mano encima —la rubia rebate con firmeza.

—¿Qué medicación tomaba el señor Uchiha y cuando fue la última vez que la tomó? —Gaara coge una pequeña libreta para apuntar todos los detalles.

—Pues... tomaba una pastilla de Olanzapina para el transtorno bipolar y otra de Paliperidona para el transtorno esquizoafectivo. Él mismo me corroboró que las había tomado antes de cenar —contesta la rubia algo nerviosa.

—¿Me está diciendo que él mismo era quién se automedicaba?, pensaba que eran más responsables en este hospital. ¡El personal médico es quien debe administrar las pastillas a sus pacientes! ¡Y más a los de este calibre! —Gaara contesta indignado.

—Al principio, lo hacíamos así, señor, pero al notar mejoría en los pacientes, son ellos los que asumen por sí solos que tienen que hacerlo como una rutina, lo siento... —Ino contesta avergonzada.

—No se preocupe, señorita Yamanaka, no es su culpa suya que esos desgraciados se hayan fugado. Gracias por su colaboración —concluye el pelirrojo antes de que Ino abandone la habitación.

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Gaara, junto a Rock Lee y Shikamaru, hacen una exploración exhaustiva de la celda del Uchiha, hasta que uno de ellos encuentra un hallazgo de suma importancia.

—¡Chicos! ¡mirad que he encontrado! —grita Shikamaru desde el baño.

Los otros dos se acercan y el moreno les muestra dos cajas de pastillas completamente vacías y algunas píldoras dispersadas por el suelo, justo al lado de la taza de váter.

—El cabrón ha tirado las pastillas por el váter, o sea que ahora mismo no toma medicación, lo que significa que puede volver a cometer una barbaridad en cualquier momento —murmura Gaara teniéndose lo peor.

—¡Tenemos que encontrarlo enseguida!, antes de que sea demasiado tarde —añade Rock Lee.

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En otro lugar

Suigetsu y Jūgo ya se encuentran camino a Louisville, Sasuke por el contrario se ha quedado en la casona a la espera de recibir noticias sobre la pelirrosa.

—¿No crees que Sasuke está demasiado obsesionado con esa tía? —Suigetsu le comenta a Jūgo mientras conducen hacia el destino.

—Pues... no lo sé, pero por su culpa ha estado cinco años allí metido y prácticamente sedado, así que veo normal que quiera vengarse de ella —contesta Jūgo con aparente normalidad.

—Solo espero que no nos pillen de nuevo, porque si no... estamos jodidos —Suigetsu se queja nada más entrar en la ciudad.

Tienen que ser precavidos e intentar no ser vistos, cualquier error de cálculo puede ser fatal, a parte de acrecentar la ira de Sasuke, el cual podría tomarse la justicia por su mano.