Capitulo 16

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Jungkook había decidido que era hora de actuar. Su mente estaba en un torbellino de emociones encontradas, pero había una que sobresalía entre todas: la rabia. La rabia hacia aquel militar que había lastimado a su pequeña Min-ji, una niña inocente que no merecía sufrir por las decisiones de los adultos.

Jungkook había mentido a Taehyung. Le había dicho que no iba a hacerle daño al hombre que le había causado tanto dolor a su hija. Pero en su interior, sabía que la venganza era lo único que podía calmar el fuego que ardía en su pecho. La decisión estaba tomada: el militar iba a sufrir.

Mientras se preparaba, escuchó un grito lejano que se alzaba sobre el aire . Era el militar, pidiendo ayuda. Un escalofrío recorrió la espalda de Jungkook. No había vuelta atrás. Salió de la casa, decidido, y se encontró con el hombre que había atormentado a su familia. Estaba herido, su rostro marcado por el terror y el dolor. Sin pensarlo dos veces, Jungkook lo tomó del brazo y lo arrastró de vuelta a la casa.

-¡¿Qué estás haciendo?!, -gritó Taehyung, aterrado al ver la escena. Jungkook lo miró con una intensidad que lo hizo retroceder.

-Es hora de que te escondas en el sótano, -le ordenó, su voz baja y peligrosa. Taehyung lo miró, los ojos llenos de confusión y miedo.

-¿Por qué? ¿Qué planeas hacer?-, preguntó, su voz temblando.

-Por una vez, piensa en tu hija y no en los demás,-le espetó Jungkook, la frustración burbujeando en su interior. -Este imbécil pidió ayuda, y todo es tu culpa porque no quieres que lo mate. Estoy considerando llevarme a Min-ji y alejarla de un incompetente como tú.

Taehyung, con lágrimas en los ojos, asintió lentamente. Tomó a la pequeña Min-ji y la llevó hacia el sótano, temblando por el miedo a lo podría hacer. Jungkook vio cómo se cerraba la puerta y, con un suspiro profundo, se volvió hacia el militar.

Lo arrastró fuera, lo sentó en el suelo empapado por la sangre y lo miró fijamente.

-Tus compañeros fueron un buen festín,-dijo, con una sonrisa burlona. -Y tú serás mi postre.

El militar, con el rostro pálido, comenzó a suplicar.

-Por favor, no... No tengo nada que ver con eso. -Pero Jungkook no escuchaba. Con un movimiento rápido y preciso, tomó el brazo del hombre y lo quebró con un crujido que resonó en el aire. El grito del militar quedó ahogado bajo la mano de Jungkook, que lo cubría en un gesto protector, casi como si disfrutara del momento.

-Calla, -le dijo Jungkook, la diversión brillando en sus ojos. La cara de horror del militar era un espectáculo que alimentaba su furia. -Esto apenas comienza.

Mientras el hombre se retorcía en el suelo, Jungkook se preguntó si alguna vez podría perdonarse por lo que estaba haciendo. Pero la imagen de Min-ji, desmayada y vulnerable, lo mantenía en su camino. Por ella, por su bienestar, estaba dispuesto a cruzar cualquier línea.

Jungkook se acercó aún más al militar, disfrutando de cada segundo, mientras su mente se llenaba de pensamientos oscuros sobre justicia y venganza. Había un límite que había cruzado, y no había marcha atrás.

-¿Ves esto?, -le dijo, sacando sus garras. -Esto es solo el comienzo de tu sufrimiento.

La mirada aterrorizada del militar solo alimentó su sed de venganza. Jungkook sabía que había elegido un camino peligroso, pero en ese momento, con cada grito ahogado y cada quejido de dolor, sentía que estaba recuperando el control sobre su vida, sobre su familia.

Mientras tanto, en el sótano, Taehyung abrazaba a Min-ji, tratando de consolarla mientras ella había despertado llorando. Pero él también estaba aterrorizado por lo que Jungkook podía hacer. Un grito desgarrador atravesó la casa, y Taehyung sintió que su corazón se hundía. Se preguntaba si alguna vez podrían ser una familia.

El regreso De La Bestia (Parte2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora