Solo serás mio

3. La verdad oculta

promt: Blindfolded

Tenya había regresado al castillo de Kaeldor, llevaba consigo una carta sellada que encontraron en el campo de batalla donde por suerte no tuvieron bajas, pero si hubo muchos lesionados

—Alteza — Llamó Iida con una leve inclinación frente a su rey — He de informarle que encontramos el atuendo de nuestro más noble guerrero Deku, pero no hay rastros de él — comentó mientras se acercaba para entregarle las prendas y la máscara, sobre esta estaba un sobre sellado dirigido a él.

El semblante de Toshinori se oscureció tomo la carta con sus manos y la abrió

"Rey Toshinori, si estas leyendo esto es porque mi plan funcionó, llevo meses pensando que la única forma de derrotar a Elyndor y acabar con la guerra que tanto nos ha costado, es desde a dentro, así que me infiltrare, espera noticias mías en una semana. Deku"

Yagi releyó la carta un par de veces más antes de levantar la vista, — Déjenme solo un momento — pidió — pero no se preocupen por Deku, es parte de nuestro plan, le aseguro

Iida y los demás guardias que lo acompañaban asintieron con la cabeza y salieron de la sala del trono, se dirigió a una sala alterna que solo él podía entrar, bajo por unos escalones y luego por una serie de puertas hasta llegar a una que la abrió con suavidad

—¿Se escapó, cierto? — la suave voz de una mujer se escuchó

—No, fue capturado por el enemigo

La mujer negó sin mirar al hombre detrás de ella — Izuku es fuerte, se dejó capturar porque eso es lo correcto, solo él puede ponerle fin a esa guerra

—Inko, es de nuestro hijo del que estamos hablando

—Es por eso que debes confiar en él — respondió suavemente mientras se ponía de pie sin voltearse aún.

Inko era la última elfa sobre el planeta, ella poseía una belleza etérea, su piel era tan pálida que parecía brillar bajo la luz, sus cabellos eran largos de un verde oscuro adornado con finas trenzas cubiertas de flores, en su cabeza residía una hermosa corona de flores, sus ojos eran de un verde profundo y su porte era elegante.

—Izuku es especial, Toshinori —comentó con suavidad mientras giraba para mirar a su esposo—. Lleva la sangre de los elfos y la fuerza de los humanos. Está destinado a cosas grandes, cosas que ni siquiera tú y yo podemos imaginar completamente.

—Confío en él —confirmó Toshinori aunque su voz sonaba frustrada— Pero eso no significa que mi corazón no duela al pensar en lo que pueda sucederle.

Inko se acercó a él, sus pasos eran tan ligeros y silenciosos como el viento entre los árboles. Colocó una mano delicada sobre el pechó de Toshinori y el otro sobre una de sus mejillas.

—Lo sé, querido, pero Izuku no está solo, él siempre encuentra la forma de salir adelante. Elyndor puede ser poderoso, pero subestima la fuerza que reside en nuestro hijo, tanto física como espiritualmente.

— Elyndor caerá, pero solo si permitimos que Izuku cumpla su misión.

—Hablas como si supieras lo que pasará

—Es porque lo sé, lo he visto, querido, pero debemos dejar que todo siga su cauce.

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Había pasado una semana en esa celda de oro, como la llamaba mentalmente, Eri iba todos los días a cuidar sus heridas y alimentarlo, durante ese tiempo no volvió a ver a Katsuki y Eri lucia más tranquila sin la presencia del principe