Perfecto Engaño

Capítulo 17

INVOLUCRADO.

Doble actualización 1/2 (en algunos minutos subiré el otro cap)

Finnick.

—Sobrino, sabes lo mucho que confío en tu criterio, por eso dije "si" a qué Aurora colaborara en la misión, pero hay una cosa..., algo que aún no comprendo. —manifestó el presidente a través de la pantalla.

Estaba en su oficina, con su traje impecable y su postura perfectamente profesional. Llamó sin avisar, como siempre jamás pedía permiso.

Sin su autorización, nada de lo que pasó anoche hubiese sido posible. Mi confianza en Aurora seguiría siendo nula, y quizás, un plan de Lennox por primera vez fallaría.

No me gustaba cuestionar a mi hermano, pero Aurora tenía algo que te convencía de todo lo que decía. Además, nosotros teníamos experiencia con los Smirnov, pero al exterior. Ella, por su parte, vivió con ellos, sabía como pensaban y como operaban. Aunque aún no lograba comprender cómo es que conocía tanto de todos, si era solo una adolescente cuando se la llevaron.

—¿Qué es eso que no entiendes?

—¿Por qué estás poniendo tanta confianza en una ex convicta?

Suspiré.

—Es inocente, tío. Ya se demostró.

—Eso no quita que estuvo involucrada con toda esa familia, y el hecho de que si estuvo enamorada de Aleksander.

—Lo sé, y entiendo que no confíes en ella pero, pudo escapar, pudo simplemente irse o lanzarse a sus brazos otra vez. No lo hizo.

—Finnick, te ascendí a director en Sheffield porque confío en tu capacidad para operar y tomar decisiones, y créeme que muchos me juzgaron por ello.

—Lo sé.

Sin embargo, yo nunca se lo pedí. Mi tío es el tipo de persona que hace cosas por ti solamente para que el resto de tu vida sientas que le debes algo.

Cuando me hizo subir de rango, estaba sorprendido y feliz, por supuesto. Sabía que me lo merecía, había hecho muy buen trabajo durante años. No tenía nada que ver con que fuera sobrino de él presidente de Inglaterra. Sin embargo, mi tío lo hacía ver así de vez en cuando. Aunque en el fondo supiera que yo era el mejor director que podía tener Sheffield, el siempre intentaría hacerlo su mérito, para alimentar su ego. No podía quejarme, el había sido un padre más para nosotros los últimos años.

Yo solía demostrar más mi agradecimiento y cariño que Grayson, pero nadie nunca ha intentado cambiar eso de él, porque toda su vida ha sido una roca. Ni siquiera lloró cuando nuestro padre murió, y eso dice mucho del témpano de hielo que es. Sin embargo, como su hermano mayor, siempre he tenido que protegerlo.

—No pongas en tela de juicio mi decisión. Si algo falla, si esa chica traiciona el trato justamente en este operativo, toda la culpa recaerá sobre ti.

—Soy consciente de ello.

—Se que posiblemente toda esta situación te recuerde a eventos pasados, pero Aurora no es esa chica. No involucres tus emociones esta vez.

La referencia me dejó helado por un momento, pero no quería pensar en ello. Lo mandé lejos antes de que me abrumara.

—Tengo cosas que hacer, presidente. La misión es esta noche.

Él suspiró, pero asintió con la cabeza y colgó sin decir ni una sola palabra más.

Dejé caer mi espalda en él respaldar del asiento, cerrando los ojos un momento. En algo tenía razón el presidente, no podía hacer de esta situación algo personal, y hasta ahora lo había estado llevando de la forma más profesional posible, porque si algo no debía afectar este tipo de trabajos, era tu pasado.

Mi asistente anunció la entrada de Connor tras darle mi autorización y volví a tomar una postura demandante. Si algo teníamos los Lennox en común, era la capacidad de esconder cada una de nuestras emociones. Nos decían inquebrantables.

—¿Todo está bien? —le pregunté a Connor.

—Si, ya instalaron la camioneta a un par de calles —dijo él —. Todo puede salir muy bien, o...

—Muy mal. —sonreí.

—Si, pero así es esto.

Connor se sentó. Había preocupación en su semblante. Sabía porqué, y aunque no se lo había dicho, lamentaba no haber pensado en él cuando hice todo para que Autora pudiera verse involucrada en esto.

—Tal vez pienses que estoy preocupado porque no confío en ella —mencionó —. Pero no es así. Conozco los secretos más oscuros de esa chica, cosas que nadie sabe. Se que no te traicionará, pero tambien se que hará lo que sea para sobrevivir y vengarse. Y realmente me da miedo hasta donde pueda llegar por eso.

Apagué la cámara de mi oficina. Connor era mi mejor amigo, aunque no lo manifestábamos por nuestros puestos de trabajo. Lo poco que me había expresado en mi vida, lo había hecho con él.

—Tienes miedo a que no sobreviva. —le dije.

—El amor tiene sus límites. —fue lo que dijo.

—Ella ha demostrado persistencia y dedicación en esto, Connor, la creo capaz de salir ilesa.

—Tu no lo entiendes... —negó él con amargura.

—¿Por qué no me explicas entonces, amigo?

—Porque no es mi historia —se levantó de golpe —. Finnick, Aurora es especial, demasiado, no te conviene perderla. Te pido, como tú amigo, que siempre hagas todo lo posible para protegerla.

—Lo tengo bajo control.

O al menos eso creía, porque al parecer, todos se habían puesto de acuerdo para hacerme dudar ese día.

—Aurora se está preparando, nos vemos en una hora.

—Muy bien. —asentí.

Lo vi salir de mi oficina y tras activar el seguro, abrí una de las gavetas de mi escritorio. Ahí estaba su foto. La levanté para mirarla mejor. Sus ojos llenos de amor me hicieron sentir culpable como cada vez que los veía.

—Lo sé —negué con la cabeza y suspiré —. No dejaré que termine como tú. Algo me dice que por fin llegó la persona que destruirá a los Smirnov. Pagarán todo lo que nos han hecho.

***

Aquí todos tienen demonios que los atormentan, y esto conectará a medida que avance la historia.

...