Capitulo 20

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Axcel

Ezekiel estaba mal, lo estaban operando pero era difícil.

Entre a mi cuarto a ver a Amelie, Britny se levantó, me agarró de los hombros y empezó a moverme, aunque no lo logró.

—¡Salva a Ezekiel!, ¡tienes que hacer algo!.—estaba llorando, si supiera que soy el que más quiere que salga bien.

—Cálmate, él estará bien, ahorita lo están operando.—me convencía  a mi mismo.

—¡Pero no puede morir!.—Joder, me estaba alterando.

—No va a morir, él es mi mejor amigo, y estoy haciendo lo posible por que esté bien.

Callo hincada, Alison se levantó, Amelie quiso hacer lo mismo pero solo se provocó un golpe, agarre a Britny, pero no quería levantarse, estaba mal, puso sus manos en su pecho llorando más.

—El no... no puede.

—No morirá.—la consoló Alison.

—¡No me digas algo que no sabes si pasara!.

—¿Por que tanta preocupación hacia el?.—pregunté confundido.

—¡¿Tú no estabas preocupado por Amelie?!.

—Si, pero ella es mi novia.

—¡Ella y Ezekiel también!.—gritó Amelie enojada, me lanzo una almohada pero la atrapé.

—¡Cálmate!.—No andaba con el mejor humor, y estar pensando en que se podía... no, no le pasaría nada.

—No quiero que le pase nada.—sollozo.

—No le pasará nada.—hablo Amelie que se había desconectado el suero y se había levantado.

—Tú.—me miro.—vete a la cama que te puede hacer daño.

—No eres mi papá.

—Soy tu pareja.

—Soi ti pirij.—Me saco la lengua y abrazo a Britny.—Mírame, el estará bien.

No soy el mejor consolador, pero tenía que decirle algo.

—Hice lo que pude por salvar a Amelie, haré todo lo posible para salvar a mi hermano, no dudes o me pidas que lo salve, por que te juro que estoy moviendo cielo, mar y tierra por ese carbón, él se interpuso para que no me dispararan, yo me interpondré para que él esté bien, ¿entiendes?.

—Si.—miro el piso.

—Bien, ahora levántese, y tú ve a ponerte el maldito suero.—me miro mal.—Tú no llores por qué Ezekiel me matara si se entera que haz llorado y yo no hice nada, y tu... no se, cuida a las dos.—señale a la pelirroja.

—Ti pinte il milditi suiri.—remedo Amelie, me estaba cansando, pero bien.

Salí de la recámara y fui donde estaba Ezekiel, lo tenían conectado, entre y no había nadie.

—Maldito infeliz... muérete y te juro que te voy a traer del maldito infierno... eres mi hermano, joder, me estás lastimando, no puedes irte, ¿me escuchas?.—se me estaban cristalizando los ojos, solo con él podía llorar.—No te mueras... no me dejes solo... por favor.

—Lindo discurso... solo trata de no insultarme, estúpido.—abrió un ojo.

—¡¿Estabas despierto?!.

—Si.

—¡Y no me dices!.

—¡Quería verte llorar!, ¡déjame!.

—Quería verte llorar, mis bolas, ¡vuelve a hacer esto y te mato!.—se puso a reír.

—Si, de nada, casi te matan.

—Ya vengo.

—¿Donde vas?.

—Britny esta como una magdalena, dice que no te puedes morir y no se que.

—Ven.—me acerque y me dijo algo en el oído, pero dejo de hablar, no respiro, no tenía maldito pulso... murió, ¡mierda!, salí a buscar a Britny, según entendí también era enfermera o doctora, tenía que hacer algo..

Entre al cuarto seguía llorando.

—Britny... ven.

—¿Eh?.

—¡Que vengas!.—se levantó a tropiezos y me siguió, llegamos donde él estaba.

—¿Que?...—se le cortó la voz.

—Estaba bien... pero... me acerco... dijo que te amaba y... y murió.

—¡No!, ¡no Ezekiel!, ¡tienes que estar vivo!, ¡por favor!.—la agarre de los brazos.

—Pedí lo mismo... no se cumplió.—cerré los ojos conteniendo las lágrimas.

—Mi amor... por favor, yo tenía... yo quería un futuro contigo... yo quería tener hijos...—se acercó a él, poniendo su cara en el pecho, la levantó y lo vio a los ojos.—¡Yo quería que tú fueras mi esposo y morir juntos!.

Ezekiel levantó la cabeza besándola y ella se sorprendió pero no se apartó.

—¡Y vamos a tener hijos!.

—¿No estabas muerto?.—pregunto con duda.

—¡Sorpresa, era una broma, la planeé con Axcel!.—me volteo a ver enojada.

—¿Que?, yo solo ayude.

—¡Malditos!.

—¡Me amas!.

—¡Pues si! ¡¿por que otra cosa crees que lloraba?!.

—¡Perdón, yo te amo más!.—la beso, y ella le siguió.

—Jamás me había sentido tan mal tercio, ni con mis padres, lo juro.—salí de la puerta y a ninguno de esos dos cochinos le importaba.

Fui a mi cuarto y solo estaba Amelie.

—Hola bonita.

—¿Como que tú mujer?.

—¿Que?.

—¿Por que dices que soy tu mujer?.

—Me lo dijiste tú.

—¿Yo?, ¿cuando?.

—Cuando me lo mamabas, me dijiste "levántese para que su mujer lo complazca" entonces, eres mi mujer.

—Fue por el momento, idiota.

—Lo que digas, amargada.

Me acerqué y la abrace por detrás, tratando de no lastimarla.

—¿Quien fue?.—sabía muy bien de quien hablaba.

—Flarb... el nieto, y un tal Gabin Thani.

—Bien.

—¿Que harás?.

—Hacer pagar el dolor que te causaron a ti, a tu padre, a tus amigas y a mi.

—¿Les harás lo mismo?.

—Si.

—Bien... yo quiero estar ahí.

—Ahí estarás, en primera fila.

Le di un casto beso en la mejilla y salí, esos malditos me pagarían muy caro que hayan hecho eso.

Le hable a Robin, era el rey de otro lugar, cerca de nosotros, nuestros padres siempre se habían llevado bien, por eso el fue el primero en ayudarme cuando le dije de la desaparición y secuestro de Amelie.

No llego, así que fui a buscarlo, estaba con Alison, prefería no molestar.

Amar a MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora