Amelie
¿Cómo deja de doler?, en solo un día, sigo acostada y no e salido desde que llegue, no e comido nada.
Prometí ser fuerte, pero, ¿cómo logras ser fuerte cuando esa persona es la que te a apoyado?, ¿como puedes superar la muerte de quien te a acompañado?, ¿cómo aprendes a vivir sin el que te enseño a vivir?.
La vida es una mierda, te quita las personas cuando más las necesitas, te roba la felicidad, te quita a quien mas amas sin importar que.
Un día estás feliz agradeciéndole a la vida por haberte dado el mejor padre, y al otro estás llorando por que esa persona a muerto y se a llevado parte de ti, ¿tan miserable es mi vida?, el único hombre que e amado desde que tengo memoria me lo han arrebatado, me lo han quitado de la forma más cruel.
—Meli... debes comer algo.—entro Alison y Britny.
—¿Si cómo vivirá papá?.
—Meli...
—Entonces no.—se vieron y acostaron a mi lado.
—Cariño, sé que te duele, pero no puedes quedarte postrada ahí.
—¿Y qué hago?, ¿salir y reír?, perdieron a sus papás... se supone que saben que el maldito dolor no se va de un día para otro, que el dolor no se acaba por arte de magia.—me limpie las lágrimas.—No, no se acabará así de fácil y tampoco se me olvidará que él fue quien me acompañó toda mi vida.
—Lo sabemos.
—Déjenme sola, por favor.
—Bien, mañana traen las cenizas, y necesitamos que estés ahí, mañana tienes que salir de esta cama y bañarte, y no acepto un no.
Salieron y me dejaron sola.
¿Cómo olvidaba a quien me creció?, ¿como me hacía la fuerte cuando me estaba quemando por dentro?, me dolía cuando papá se iba de viaje por dos días, ahora que se que jamás volvería me dan ganas de seguirlos, para poder estar los cuatro juntos nuevamente, me duele la cabeza, el corazón y solo quiero morir.
Pido a la tierra que me trague y jamás me devuelva, necesito a mis papás o a mi hermano, nada será igual sin ellos, quiero dormir pero mi cabeza juega en mi contra mostrándome imágenes de lo que sufrí al ver a mi hermano en una cama muerto, al ver la casa quemada y que me dijeran que ella murió, cuando vi como papá se quemaba en esa casa y no hice nada.
Me levante y abrí la caja, eran fotos de nosotros cuatro siendo felices, documentos que no me apetecían leer, el diario que tenía de niña y él de mi hermano, el álbum de fotos que no llené con mi hermano, era de los viajes que hacíamos.
Al menos antes me quedaba uno de los cuatro, ahora no me queda nadie, ahora estoy sola con ganas de matarme yo misma.
Jamás entenderé por qué ellos y no yo, ¿que carajos hice para tener esta suerte?, ¿a qué duende mate?, perdí a mi cómplice, compañero y el que tenía la culpa de mis travesuras, perdí a quien me dio la vida y me enseñó a usar una arma, perdí a quien me cuido y apoyo en todo, perdí a mi hermano, mamá y papá.
¿Por que se van ellos tres y yo me quede?, me arrepiento de haberlo dejar ir, me arrepiento de haberme enojado con mi hermano el día murió, me arrepiento de no haberme quedado con mamá.
Pero... ¿que hago con arrepentirme?. Nada, lo único que gano es torturarme más.
Me acosté mejor no comí.
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Desperté, me quede dormida en la madrugada, hoy era el día, me bañé y cambié, negro, iré de negro, salí del baño y encontré sentadas en mi cama a Alison y Britny.
—Me alegro que te hayas levantado por tu voluntad.
—¿Bajamos?.
—Axcel a preguntado por ti, no lo haz dejado entrar.
—No quiero ver a nadie.
—Bien, pero hoy le hablas, bajemos.
Baje con ellas atrás mío, iba abrazando un retrato de mi papá conmigo, una de las fotos que nos habíamos tomado.
Axcel me abrazo y me beso la frente, el mismo beso que me daba papá, traté de no llorar pero fue inútil, él me abrazo más.
—Aquí estoy para ti.—me abrazo más y beso mi frente.
—Amelie... comprendemos tu dolor, estamos contigo.—hablo Zara dándome un abrazo.
—Cuentas con nosotros... al igual que ustedes.—dijo Paul, no conteste a nadie, preferí abrazar a las chicas.
—Están aquí.—hablo Ezekiel.
Me levante y ví entrar a Myriam, fue la mejor amiga de mi mamá, mi hermano y yo antes le decíamos "tía" .
Corrí a abrazarla y ella me apretujó más.
—Señorita Lorian.—hablo uno de los que estaba ahí el día del incendio.
—Soy yo.—me dio la caja que contenía las cenizas de mi papá, abracé a la caja como si fuera el.
—Haz dejado sola y con un gran dolor a tu niña.—llore y se la di a Alison que se acercó.
—Anciano prehistórico... me duele tu partida, te fuiste tú y te haz llevado a una de mis mejores amigas contigo, ¡regrésame a mi Amelie!.—chillo, sabía que le dolía su muerte y también le dolía mi comportamiento, le dio la caja a Britny.
—Ricksaurio, te fuiste y también te llevaste la sonrisa que tenía Amelie, sé que es difícil para las tres, pero solo pido que me devuelvan a mi amiga.—lloro más.
Nos abrazamos las tres juntos la caja que contenía a papá, no podía, no podía con tanto sufrimiento, el amor de un padre es lo que él siempre me dio, yo era su hija, yo fui su amiga, cómplice.
Me dejo sola, se fue y se despidió de mi pero no fue suficiente.
Yo lo quiero a él.
Yo quiero estar con él.
Me dolía la cabeza, no podía más, me mareé y las chicas me agarraron antes de que cayera.
—No puedo...—susurre, me dolía.
—No eres la única.—hablo Alison.
—Estamos contigo, Meli.—me abrazaron más.
Me sentía feliz por tener la compañía de ellas y a la vez me quería morir por estar sin mi papá.
—Meli, me tengo que ir, pero prometo contactarte.—Myriam me dejo su tarjeta y se marchó.
Abrace más la caja y subí a mi cuarto con las chicas.
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Amar a Muerte
Teen FictionCuenta la leyenda que hay almas que durante su creación se quiebran, pero siguen funcionando, por tanto, son asignadas a distintos cuerpos y viven de forma normal, no se darán cuenta que dentro de ellos falta una pieza, a menos que... La encuentren.