Capítulo 42

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Flarb

Había recibió una puta llamada de la maldita perra de Grisell, mande a mis hombres por ella y por mi supuesto hijo, jamás había creído que fuera mío.

Pero al verlo supe que lo era, su parecido con el mío era increíble, éramos iguales.

Trasladaron a Amelie al sótano, no podía ver a Grisell o viceversa, estaría en peligro y eso no lo permitiré, los deje en su ahora cuarto y me fui al sótano, ahí estaba.

—Muñeca.—salude y no obtuve respuesta.—¿Tienes hambre?.—asintió.

Llevaba más de medio día ahí, era obvio que tenía hambre, se había hecho y me enoje, agarré uno de los platos y cubiertos que habían ahí, agarró su popo y la subí ahí, la obligue a abrir la boca con un par de golpes, le metí la cuchara llena de eses de ella misma.

La obligue a comerse sus desechos, lloraba cada que le metía la cuchara llena de estiércol, pero no me importaba, no me importaba que estuviera así.

Esa fue su comida por dos semanas.

Amelie

No aguantaba más, sentí débil mi cuerpo, quería morir, todo era horrible, me golpeaban cada que bajaban, por no estar limpia, Flarb me obligaba a comerme mis propios desechos.

Pero eso no era lo peor.

Alguien venía bajando... eran más de cinco, habían muchas voces y solo reconocí la de Flarb Skulk, ¿que me hará?, me pregunte a mi misma, pero dudaba que me hicieran algo, estaba sucia, olía mal, me tendrían asco.

Janeth ya no me había vuelto a buscar, no sé si le pasó algo.

—Está hermosa... aunque apesta.—se burló uno.

—No importa, ¡y yo voy primero!.

—¡Yo después!.—y siguieron diciendo quien iba después de quien, eran siete hombres que no conocía.

Abrí los ojos, todos estaban sentados y uno se estaba desnudando, no pude hacer nada por mi, no grite, no forcejee, estaba muy débil y perdía más fuerza, no sentía lo mismo con Axcel, era como si estuviera sintiendo lo que sentía cada vez que Derek me tocaba. Asco.

Me mordían los pechos, me pellizcaban mi zona, me dejaban marcas en el cuello, simplemente, era horrible.

Un infierno, un infierno que no me busque y aun así me lo encontré, siete hombres me violaron, siete hombre me tocaron, siete hombres me lastimaron, cada que mordían mi pecho o mi zona, sacaban sangre, me los rompían.

Me abrían más piernas y se metían dos de un solo, me dolía, dolía que mientras dos estaban abajo lastimándome, otros dos estaban en la boca y tres en mis pechos, siete hombres a los que había visto ya, cada que les daba ganas de tener sexo venían, me lastimaban cada que podían.

No soportaba más, estaba débil y no comía nada, nada.

Dos semanas donde sentía que pasaban años.

Alguien estaba bajando y ya no podía más, no quería que me tocaran más, me hice como pude para una esquina.

Pero solo era Snyder.

—Otra vez tu chica, no se lo que estás pagando, pero no me gusta verte así... te traje comida, pero por favor, no digas que haz comido, la traeré cada que pueda, pero si hablas Flarb, mi hijo y mi papá me pueden matar... los conozco, así que este será un secreto.

—No... no más eses...

—No son eses, traje algo de verduras para que recuperes fuerza, también traje agua, no te puedo bañar o cambiar por qué se darán cuenta, pero te traeré comida.

Me ayudo a sentarme y empezó a darme bocados, me daba de comer y de beber, cada que podía lo hacía.

Axcel no vino por mi, no me ayudo y yo lo necesitaba, el baile y la coronación quizá lo tuvo ocupado y se olvidó de mi.

Su "amor" se fue con el viento y se le olvidó que yo existía, Alison y Britny me preocupaban más, sabía que les dolía todo esto, no hace mucho tiempo que perdimos a nuestro padre y ahora yo las hago sufrir.

Janeth

Me tenían amarrada por andar preguntando por Amelie, por fin me habían soltado, en la noche fui a buscar a Amelie, tenia todo planeado, mañana por la noche nos iríamos, estaban drogando a Amelie en fuertes cantidades, le inyecté un antídoto que serviría hasta por tres días, no dejaría que la drogaran más.

Fui donde me estaba quedando ahora por qué vino ahora la madre del hijo de Flarb, empaque lo necesario nada más, agua, comida y dinero, en otro maletín guarde ropa, por si nos alcanzaban y nos pedían el dinero, tiraría la maleta de ropa, necesitábamos dinero para sobrevivir, antes de que el estupido Flarb me amarrara había hecho identificaciónes falsas para mi y para Amelie.

Amar a MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora