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Conner llevaba días viendo a su padre raro, se perdía por horas viendo a la nada cosas que no era bueno, ya había hablado con el Doctor, dijo que algunos traumas regresarían o recuerdos incómodos incluso de cosas que ya no recordaba, la última vez lo vio en el despacho paso una hora completa mirando la ventana, no tendría nada de malo si solo la ventana no estuviera cerrada con las persianas abajo.

Lo vio otra vez mirando su computadora que estaba apagada, conner la desconecto para evitar que buscará alguna información que no debía. El sonido de su teléfono lo saco de su objetivo.

Contestó la llamada sin ver el número.- hola... - la voz de su novio lo hizo alejarse de ese lugar.

- Hola Kon... ¿Estás ocupado?, de hecho si lo estás solo quiero confirmar si vendrás a cenar a la mansión, alfred está pensando en si debe poner la vajilla familiar oh la vajilla social. - Alfred estaba atento a los comentarios. - debes decidir ya por qué las servilletas de Alfred no combinan con los dos.

Conner miro a su padre, no podría dejarlo ahí sabiendo que Clark podría buscar un momento vulnerable para atacar a Lex,también debía distraerse. - bueno... Si claro, de hecho... Quería saber si podría llevar a Lex... Ya que Superman no puede cubrirme por lo sucedido no puedo dejarlo solo, y ya que no conoce a nadie debo ser la niñera de mi padre genético biológico. - debía hacer algo para no dejarlo así, que tal si pensaba de más y entraba en crisis Clark no pensaría dos veces en atacarlo ... - ¿Timothy?... - tal vez no quería recibir a su suegro.

- si está bien, Alfred está de Acuerdo. - Alfred negaba, le costó trabajo encontrar los cubiertos que Damián habia escondido en un berrinche. - nos gustaría recibir a Lex aquí.. en nuestra casa. - la sonrisa del chico se había apagado recordando la última paliza que le había dado Lex sin duda no le gustaría tener que atenderlo bien sabiendo que tubo el ojo morado y el valió roto por una semana entera, era vergonzoso ver a Conner asi, se veía feo para su novio.

- gracias precioso, te veré a las seis. - colgó la llamada escuchando a Alfred regañar a Tim por aquellos cubiertos que necesitaba.

Entro al despacho viendo a Lex teclear en una pantalla apagada era como los libros que tomaban para parecer que estaban leyendo y los tenían al revés. - ¿Estás muy ocupado?. - tomo asiento enfrente del computador. - ¿Algún plan el día de hoy?. - jugo con la bola de cristal con una luna que decoraba la oficina de su padre Conner le regaló eso en un cumpleaños a Lex penso que nunca abrió su regalo.

Lex quitó su mirada del monitor viendo a Konner. - hola hijo, no solo estoy checando algunos papeles de industrias Luthor. - tomo una hoja en blanco y miro que su plan no estaba funcionando por qué Conner se soltó a reír.

- yo lo desconecte y Clark se llevó los papeles. - Luthor soltó un suspiro dejando las cosas en el escritorio sintió su cara arder por la vergüenza. - Tim organizo una comida, quiere que vallamos a su casa, es algo que hace cada semana aveces dos o una vez al mes cuando estamos muy ocupados y no podemos vernos, es para pasar tiempo con su familia... Ya que yo no tengo una no tengo a donde invitarlo. - usaría la culpa para convencerlo.

Luthor se levantó de su escritorio y se sentó en el sillón, pensaba en un whisky frío pero conner no permitiría que su padre tomara. - ¿Comida de algo especial?.. - pregunto escuchando muy poco de lo que decía su hijo.

Conner entendió que su padre no estaba muy concentrado en la conversación por lo que cambio la tactica.- solo de nada en especial, Alfred aveces hace comidas así y me invita, cuando sus hermanos están en la ciudad hacen eso por qué no se ven mucho y entonces... Alfred le gusta tener a la familia unida. - conner sonrió pensando que ahora era parte de la familia de Tim y lo trataban igual, nunca los hicieron aun lado ni los trataron como afeminados, sabían los golpes que ambos daban y lo trataban como uno más. - ¿Quieres ir?.- no había duda de que Conner callo en una buena familia.

Los recuerdos olvidados De un mal hombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora