Entre balas y susurros

Capítulo 6

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El aire en el cuartel era pesado, como si la noticia recién llegada hubiera drenado toda la vida del lugar. La unidad de Luke y Brandon estaba programada para desplegarse al frente. Por fin, después de semanas de entrenamiento, la realidad de la guerra los alcanzaba, y la amenaza no era más una sombra en el horizonte. Hoy, se dirigirían hacia ella.

El silencio llenaba la sala mientras los soldados preparaban su equipo. Los pocos murmullos que surgían se apagaban tan rápido como nacían. Las risas y bromas del día anterior habían desaparecido, reemplazadas por gestos tensos, nerviosos. Nadie quería hablar de lo inevitable.

Luke, inclinado sobre su cama, ajustaba las correas de su chaleco táctico. Sus manos, aunque firmes, estaban más frías de lo habitual. Pensaba en Mary, esperando en casa sin saber lo que su padre enfrentaría. Pensar en su hija le daba fortaleza, pero también le recordaba que la vida podía quebrarse en cualquier momento. Todo lo que hacía, lo hacía por ella.

El sonido de botas resonó en el piso. El sargento Jackson entró en el cuartel, con su habitual semblante rígido, pero esta vez había algo distinto en su expresión: una gravedad que iba más allá de su carácter estricto. Caminó hasta el centro de la sala, donde los soldados lo miraban con una mezcla de respeto y miedo.

—¡Escuchen bien! —su voz era firme y cortante—. Nos dirigimos al frente. El enemigo está fortificado en el valle al oeste, y nuestra misión es clara: tomar el control del puente antes de que llegue su maldito refuerzo. No será fácil, pero esta es la guerra para la que se han estado preparando. A partir de hoy, todo lo que hagan podría definir si viven o mueren.

Un murmullo recorrió la sala, pero Jackson lo acalló con la mirada. Un soldado joven, visiblemente pálido, levantó tímidamente la mano.

—Capitán, ¿tenemos más información sobre ellos? —preguntó con la voz entrecortada.

Jackson apretó los labios. —Sabemos que están listos para nosotros. Pero lo que ellos no saben es lo que ustedes son capaces de hacer. Eso es todo lo que necesitan saber.

Luke cruzó una mirada rápida con Brandon. El peso de las palabras de Jackson se asentaba como una piedra en el pecho de todos. La guerra había dejado de ser un concepto abstracto; ahora era inminente.

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El vehículo militar avanzaba por caminos irregulares, levantando polvo y dejando tras de sí un eco sordo. El motor rugía por el esfuerzo, mientras los soldados en su interior permanecían en un inquietante silencio. Luke estaba sentado al fondo, apoyado contra la pared de metal oxidado del camión, sintiendo cada sacudida en su espalda. Sus pensamientos iban y venían, mezclándose entre el miedo y la incertidumbre.

A su lado, Brandon permanecía con la vista baja, el ceño fruncido en una mueca de concentración. Sostenía su Biblia en las manos, aunque no la leía. Simplemente la aferraba, como si el simple contacto con ella pudiera darle alguna clase de fuerza que las palabras no podían. Pero, por primera vez en su vida, las dudas empezaban a infiltrarse. Se repetía que estaba haciendo lo correcto, que estaba luchando por algo más grande que él. Pero a veces, el silencio del camión le recordaba que la muerte era una posibilidad constante, una sombra que lo seguía desde que entró en el ejército.

Dios está conmigo, se repetía una y otra vez en su mente. Pero, ¿realmente lo sentía?

El camión frenó de golpe, sacudiendo a los hombres dentro. Jackson, de pie en la parte delantera, ordenó que se prepararan. El frente estaba cerca.

Cuando los hombres descendieron del vehículo, el cambio en el ambiente fue inmediato. Lo que antes había sido un paisaje rural ahora era un desolado campo de batalla. Las colinas verdes que una vez habían pertenecido a algún agricultor ahora eran trincheras. Los árboles estaban desnudos, como esqueletos retorcidos, y el cielo estaba cubierto por un gris perpetuo, una mezcla de humo y cenizas. El eco distante de las explosiones resonaba como un recordatorio de la violencia que los aguardaba.

El grupo avanzaba en fila, siguiendo las órdenes de Jackson. Manténganse en formación, manténganse alertas. El aire olía a pólvora y tierra mojada.

En el horizonte, se veía el puente, el objetivo que debían tomar. Pero entre ellos y el puente había un terreno expuesto, un lugar donde cada paso podría ser el último. Los ojos de todos estaban fijos en el objetivo, pero el miedo era palpable.

—Tomaremos posiciones en esa colina —indicó Jackson—. Desde ahí podremos atacar con mayor ventaja.

Los soldados se movieron en silencio, cargando su equipo pesado, conscientes de que cualquier ruido podría delatar su posición. La adrenalina comenzaba a fluir, haciendo que cada paso se sintiera más rápido, más urgente. El puente estaba cerca, pero la guerra los acechaba desde todos lados.

Luke miraba a Brandon mientras avanzaban, sin poder evitar preguntarse cómo él, con su fe tan arraigada, lidiaba con todo esto. Para Luke, la vida era un caos sin orden, sin propósito mayor. Para Brandon, todo debía tener una razón, incluso la guerra. Pero, ¿cuánto tiempo más podría Brandon aferrarse a esas creencias en medio de tanto caos?

De repente suena el sonido de una explosión a la distancia.