Tras semanas de búsqueda incesante, Maicol y Nina recorrían los parajes más remotos de la Tierra, siguiendo la única pista que les había dejado Fénix antes de morir. El poder de Pop crecía a cada momento, y el tiempo corría en su contra. Sabían que el destino de la Tierra y el universo entero dependía de que encontraran a Jane, su hermana mayor, la portadora de la llama ancestral de la realeza de Azuna.
Mientras avanzaban por una vasta y desolada región montañosa, Maicol y Nina comenzaron a sentir algo inusual en el ambiente. Una energía poderosa y envolvente que parecía surgir de lo más profundo de las montañas.
—¿Sientes eso? —preguntó Maicol, deteniéndose en seco, con los ojos entrecerrados.
—Es increíblemente fuerte —respondió Nina, con la piel erizada—. Es diferente a cualquier cosa que haya sentido antes. Debe ser ella... Jane.
Ambos aceleraron el paso, siguiendo esa energía que parecía guiarles como una estrella en la noche. Finalmente, llegaron a una cueva, oculta entre rocas y vegetación. La energía se volvía más intensa con cada paso que daban, hasta que, en lo más profundo, la vieron.
Jane estaba de pie, en el centro de una cámara iluminada por una luz sobrenatural. Su silueta era majestuosa y tranquila, pero lo que más llamó la atención fue el aura que la rodeaba: una llama brillante y poderosa que bailaba a su alrededor, como si la energía misma del universo respondiera a su presencia.
—Jane... —susurró Nina, con la voz quebrada por la emoción.
Jane abrió los ojos lentamente al escuchar sus voces. Al ver a sus hermanos después de tantos años, su rostro mostró una mezcla de sorpresa y alivio.
—Maicol... Nina... —dijo suavemente—. Pensé que jamás los volvería a ver.
Los tres se acercaron y, por un momento, se sintió como si los años de separación se desvanecieran. Pero el peso de la misión aún recaía sobre ellos. Había cosas importantes que decir, y no había tiempo para sentimentalismos.
—Jane, hay algo que debes saber —dijo Maicol con urgencia—. Pop ha regresado. Nos ha estado cazando desde que llegamos a la Tierra. Fénix y Soru nos entrenaron, pero Pop... es demasiado poderoso. Fénix murió intentando detenerlo.
Jane frunció el ceño, apretando los puños al escuchar el nombre de Pop.
—¿Fénix...? —murmuró—. No puede ser...
—Es cierto —agregó Nina, con tristeza—. Pop lo superó rápidamente. Fénix nos dijo que tú eres la clave para derrotarlo. La llama de poder que tienes es la única esperanza que nos queda.
Jane cerró los ojos por un momento, como si tratara de procesar la información. Sabía que el poder que había estado entrenando durante años era especial, pero no había comprendido completamente su significado hasta ahora.
—Fénix tenía razón —dijo, abriendo los ojos, que ahora brillaban con determinación—. La llama que poseo es la llama de Azuna, una energía que solo los descendientes directos de la realeza pueden controlar. Pero más allá de ser una simple fuente de poder, esta llama tiene el poder de contrarrestar la oscuridad misma. Puede purificar cualquier energía maligna... incluida la de Pop.
—Eso significa... —comenzó Maicol, intentando comprender.
—Eso significa que Pop y sus secuaces, The Killer Lady y Killer Queen, no pueden ser derrotados por la fuerza física o la energía común —continuó Jane—. Solo la llama de Azuna puede extinguir su poder. Sin ella, estamos condenados.
Nina dio un paso adelante, sus ojos mostrando determinación.
—Entonces, Jane, tú eres nuestra única esperanza. Fénix y Soru nos entrenaron para este momento. Sabemos que la única forma de detener a Pop es unir nuestras fuerzas. Los tres juntos... somos la clave.
Jane miró a sus hermanos, y en sus ojos se reflejó una verdad que había estado guardando en su corazón desde que era pequeña.
—He estado preparándome para este momento —confesó Jane—. Pero la llama de Azuna no puede ser controlada solo por mí. Aunque soy la portadora, solo puede liberar su máximo poder cuando se combina con la energía de mis hermanos. El poder de la realeza no es individual, sino colectivo. Es por eso que ustedes también son cruciales. Juntos, podemos crear la fuerza suficiente para detener a Pop, The Killer Lady y Killer Queen.
Maicol asintió, ahora comprendiendo la magnitud de lo que estaba en juego.
—Entonces no podemos perder más tiempo. Pop está cerca. Debemos enfrentarlo antes de que sea demasiado tarde.
Jane extendió sus manos hacia Maicol y Nina. Ambos hermanos se acercaron y, al tomar las manos de Jane, sintieron una energía recorrer sus cuerpos. Era como si el poder de los tres se estuviera sincronizando, formando una conexión ancestral que resonaba con el núcleo mismo de su existencia.
—La llama se fortalece con nuestra unión —dijo Jane—. Ahora somos más fuertes de lo que jamás podríamos haber sido por separado.
Un poder en el aire: La llegada de Pop
De repente, una ráfaga de energía oscura barrió la cueva. Maicol, Nina y Jane sintieron una presencia temible que se aproximaba.
—¡Es Pop! —gritó Nina, su cuerpo reaccionando instintivamente al peligro.
Los tres salieron de la cueva, y desde lo alto de una montaña cercana, vieron la figura oscura de Pop, acompañado de sus leales secuaces, The Killer Lady y Killer Queen. El villano sonreía con desprecio, mientras una energía maligna y abrumadora se extendía por el cielo.
—Así que por fin los he encontrado —dijo Pop con voz gélida, su mirada fija en los tres hermanos—. Han huido y se han escondido por años, pero ahora... ya no hay escapatoria. Este planeta también caerá, como lo hizo Azuna.
Killer Queen, con una sonrisa maliciosa, añadió:
—¿De verdad creen que esos tres mocosos pueden detenernos?
The Killer Lady rió, cruzando los brazos.
—Esto será divertido. Será el fin de su ridícula resistencia.
POSDATA: Jane y Nina tienen conocimiento del Devastador Nina porque la Reyna de azuna se lo conto y Jane porque su poder le permite saberlo
otra cosa es que Jane si llego a conocer a Fénix pero cuando era una pequeña niña eso se explicara después
CONTINUARA....
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azunas super pop
AksiNina Jane y Maicol buscaran vengarse de pop por acabar con su planeta pero... ¿lo lograran?