El aire estaba cargado de tensión en el campo de batalla mientras Jane, Nina y Maicol se preparaban para enfrentarse a sus temibles adversarios. A su alrededor, la oscuridad de Pop y sus secuaces se cernía como una nube amenazante, mientras la energía de la lucha inminente vibraba en el ambiente.
—¡No hay marcha atrás! —gritó Maicol, apretando los puños y enfocando su energía.
Nina, con su mirada decidida, asintió.
—No dejaremos que nos superen. ¡Por Fénix, por Azuna!
Jane miró a sus hermanos, sintiendo que el destino de todos descansaba sobre sus hombros. La llama de poder que la rodeaba crepitaba con fuerza, pero el miedo también la invadía. Con un último respiro profundo, se giró hacia The Killer Lady, que la observaba con una sonrisa burlona.
—Preparada para perder, princesa de Azuna.
Jane se lanzó hacia adelante, utilizando su energía para crear un escudo de fuego que la envolvió. The Killer Lady se rió, intentando romper la barrera con ataques rápidos y precisos, pero Jane se movía con gracia y agilidad, recordando las enseñanzas de Fénix.
Mientras luchaba, su mente comenzó a divagar, y recuerdos de su infancia en Azuna la inundaron. Recordó el día en que conoció a Fénix. Era un día brillante y cálido, lleno de risas y juegos. Fénix siempre la animaba, enseñándole sobre la fuerza y la unidad de su pueblo, hablándole de la importancia de proteger lo que más amaba.
—No te preocupes, Jane. Siempre estaré aquí para ti —le decía con una sonrisa.
Pero esos días felices fueron arruinados por la devastación. Recordó cómo su planeta fue atacado, y cómo, cuando finalmente se enteró de la extinción de Fénix, sintió que su corazón se rompía. Había creído que había perdido a su querido amigo para siempre.
Con cada ataque de The Killer Lady, su mente volvía a esos momentos. Los gritos, la destrucción, la sensación de impotencia. La ira y la tristeza se apoderaron de ella mientras una lágrima caía por su mejilla.
—¡No puedes dejar que te detenga, Jane! —gritó Maicol desde la distancia, luchando contra Pop.
Mientras tanto, Nina enfrentaba a Killer Queen, que lanzaba ataques implacables. La fuerza de su oponente era abrumadora, y aunque Nina había mejorado, se sentía como una sombra comparada con su adversaria.
—Eres más débil de lo que pensaba, pequeña. No eres nada sin tu hermana —se burló Killer Queen, avanzando hacia ella.
Nina luchaba por mantener el enfoque. La imagen de su madre y su hogar en Azuna la empujaba hacia adelante, pero cada golpe la desgastaba. En el fondo de su mente, comenzaba a cuestionarse si realmente podrían ganar esta pelea.
—¡Debo ser fuerte! —murmuró, tratando de recordar las lecciones de Soru.
Maicol, por su parte, se encontraba frente a Pop, quien lo miraba con desprecio. Con cada ataque que lanzaba, Pop simplemente los ignoraba, como si fueran un mero juego. Maicol sentía que sus fuerzas se desvanecían, y cada golpe que recibía lo debilitaba aún más.
—¿Realmente pensaste que podrías detenerme? —dijo Pop, riéndose—. Eres solo un niño, y esta es una batalla que ya he ganado.
Mientras luchaba, Jane se dio cuenta de que sus recuerdos de Fénix eran un arma de doble filo. La tristeza la empujaba a la desesperación, y cuando sintió que estaba a punto de ser derrotada, recordó por qué había comenzado a luchar en primer lugar. Fénix había creído en ella, y no podía dejar que su legado se desvaneciera.
—Si él estuviera aquí, no se rendiría. ¡No voy a rendirme! —gritó Jane, enfocando toda su energía en un poderoso ataque.
La llama de su poder creció, y con un grito de determinación, lanzó un ataque contra The Killer Lady. Pero la oponente lo desvió fácilmente, y la frustración comenzó a llenar a Jane.
—¡No puedo! —se lamentó, sintiendo que sus fuerzas se desmoronaban—. Fénix, ¿dónde estás? ¡No puedes estar muerto!
En ese momento, la tristeza se desbordó. Las lágrimas brotaron de sus ojos, y sus recuerdos comenzaron a inundar su mente una vez más. Recordó la última vez que vio a Fénix y cómo su planeta había sido destruido, una explosión de luz que dejó solo cenizas. En un susurro, se encontró a sí misma diciendo:
—Si estaba vivo, volvió a morir... y ni siquiera pude verlo.
De repente, el mundo alrededor de ella se volvió borroso. Jane sintió que su llama comenzaba a extinguirse. Las imágenes de su pasado y la desolación de Azuna se hicieron cada vez más fuertes. La lucha, el miedo y la tristeza la abrumaban.
Maicol, por su parte, seguía enfrentándose a Pop, sintiendo que sus fuerzas se desvanecían rápidamente. A medida que Jane perdía el control, se sintió como si una sombra cerniera sobre ellos, y el poder de Pop comenzaba a llenar el aire.
La lucha se volvía cada vez más desesperada, y la realidad se desdibujaba. Los tres hermanos, cada uno en su propio combate, sintieron que la victoria se les escapaba de las manos. A lo lejos, el eco de los recuerdos perdidos resonaba en el aire, mientras la oscuridad de Pop se acercaba a su victoria inevitable.
Con una última mirada, se dieron cuenta de que estaban superados
CONTINUARA....
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azunas super pop
ActionNina Jane y Maicol buscaran vengarse de pop por acabar con su planeta pero... ¿lo lograran?