El aire temblaba con la energía acumulada. Pop, con una sonrisa arrogante, se preparaba para liberar todo su poder. Las sombras a su alrededor se alzaban como gigantes, cada fibra de su ser vibraba con una fuerza maligna. Maicol, Jane y Nina se enfrentaron a él, sus rostros marcados por la determinación y el temor.
—Esto es solo un juego para mí. ¡Verán lo que significa enfrentar al verdadero poder! —rugió Pop, su voz resonando en las montañas cercanas. De repente, una onda de energía se desató de su cuerpo, lanzando a los tres hermanos a varios metros de distancia.
Maicol se levantó, sintiendo cada hueso de su cuerpo adolorido. Nina intentó levantarse, pero el peso del poder de Pop era abrumador. Jane miró a su alrededor, sintiendo que el destino del universo pendía de un hilo.
—¡No podemos rendirnos! —gritó Maicol, esforzándose por mantenerse en pie—. ¡Debemos luchar juntos!
Pop se acercó, su figura oscura proyectando una sombra sobre ellos. Con un movimiento de su mano, desató un torrente de energía que golpeó a los tres, dejándolos sin aliento. El poder de Pop era demasiado, y por un instante, la desesperación se apoderó de ellos.
—¿Creían que podían vencerme? —se burló Pop, disfrutando de su dominio sobre ellos.
Sin embargo, en el fondo de su ser, algo comenzó a arder. Maicol recordó las enseñanzas de Fénix y Soru, la llama que llevaban dentro, esa conexión con su verdadero origen. Era hora de liberar la esencia de Azuna que llevaban en sus corazones.
—¡Juntos, como Azunas! —gritó Maicol, su voz resonando con fuerza.
Con un movimiento coordinado, los tres concentraron su energía. Una llama brillante surgió de sus corazones, envolviéndolos en un resplandor que los iluminó como un faro en la oscuridad. Las llamas se entrelazaron, formando un poderoso símbolo que representaba la unión de sus fuerzas.
La luz creció, alcanzando dimensiones inimaginables. Fénix, desde una distancia segura, observaba con admiración.
—¡Maicol, Nina y Jane son las únicas personas que han acercado al universo al mismísimo dios! —exclamó, su voz resonando en el aire.
Mariana, observando todo desde un costado, sintió un cálido aprecio por Maicol. Su corazón se llenó de cariño y admiración por la fuerza y la valentía que mostraba.
Con el poder de Azuna fluyendo a través de ellos, Maicol, Jane y Nina se lanzaron hacia Pop. Esta vez, sus movimientos eran rápidos y coordinados, una danza de lucha que sorprendió al enemigo. Las llamas de su energía golpearon a Pop, quien, por primera vez, mostró señales de inquietud.
—¡No puede ser! —gritó Pop, tratando de bloquear los ataques, pero las llamas eran implacables.
—¡Eres un asco, Pop! —gritó Maicol, concentrando su poder en un ataque final—. ¡Te mataré! Y luego, mataré a tu líder, el Devastador.
Con un poderoso grito, Maicol lanzó un ataque decisivo, seguido por Jane y Nina, sus llamas fusionándose en un estallido de luz. El impacto fue tan grande que hizo temblar el suelo, y Pop, finalmente, no pudo resistir más.
—No... ¡no puede ser! —gritó mientras su figura se desvanecía, sucumbiendo ante la fuerza unida de los tres.
La oscuridad que rodeaba a Pop se disipó. El eco de su risa malvada se extinguió, dejando solo el silencio. Maicol, Nina y Jane se quedaron en pie, exhaustos pero victoriosos.
Mariana corrió hacia Maicol, quien, aún temblando por el esfuerzo, sonrió al ver que había logrado su objetivo. La victoria no fue solo suya; era de todos.
—Lo hicimos... —susurró Nina, mirando a su hermano y hermana, sintiendo la conexión renovada entre ellos.
Maicol se volvió hacia Mariana, sus ojos llenos de determinación.
—Ahora, me llevaré a Mariana. Después de todo, ella es lo que siempre he querido —dijo, sonriendo a la joven.
Mariana sonrió con un brillo en sus ojos, su corazón latiendo más rápido mientras se acercaba a él. Con un abrazo sincero, sintió que todos los obstáculos habían desaparecido.
A medida que el sol comenzaba a asomarse por el horizonte, Maicol miró a sus amigos y a su nuevo aliado. La batalla había terminado, pero el verdadero desafío apenas comenzaba.
—Nuestro objetivo es el Devastador —dijo con determinación, mirando a cada uno a los ojos—. No podemos permitir que su maldad continúe. Juntos, iremos tras él.
Con un renovado sentido de propósito, los cuatro se unieron. La lucha aún no había terminado, pero estaban listos. Con la fuerza de Azuna y el apoyo mutuo, sabían que nada era imposible.
POSDATA: esta historia ya había sido escrita por mi mismo en el 2022 pero muy mal escrita jajaja pero la quise volver a hacer agregándole cosas y con mejor desarrollo gracias por todo -azunas volverá-
FIN....
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azunas super pop
AcciónNina Jane y Maicol buscaran vengarse de pop por acabar con su planeta pero... ¿lo lograran?