Las diez y media me miraban desde el reloj con una sonrisa burlona.
¡cuatro horas tarde! Otro dia para añadir a mi colección de
llegadas tardías.El frío me ha congelado estos días. Con el calentador descompuesto, mis mañanas son una pesadilla. Y si a eso le sumas una noche de fiesta por mi cumpleaños, hoy me levanté hecho polvo.
Como de costumbre, me dirigí al baño donde intenté no morir de hipotermia. Me vestí con mi camisa blanca con diseño geométrico negro y un
pantalón negro. Completé el look con
mis gafas oscuras y mis joyas.Mi jefe me puso en alerta: noche pesada. Y yo, en mi infinita sabiduría, decidí contribuir al caos llegando cuatro horas tarde. ¡La ironía del destino!. He alcanzado niveles de pereza dignos de un oso en invierno. Mi estómago ruge como un puto león hambriento.
Bajé por las escaleras traseras de mi antiguo apartamento y me adentré en el laberinto de callejones de Daegu. Allí, entre sombras y rincones olvidados, descubrí una serie de bares sórdidos, cada uno más decadente que el anterior. Y Entre los numerosos bares de mala muerte que pululaban por los callejones, el mío era uno más.Esquivando la entrada principal, entré por una puerta trasera de un bar, donde el bullicio se desvanecía a medida que descendía por las tres plantas hasta llegar a la oficina de mi jefe. Antes de que pudiera ni tocar el pomo la puerta se abrió de golpe, revelando la figura imponente de un hombre corpulento que con una sonrisa y con una seña me indicó el pasó.
-Acaso huelen mi presencia o algo así- dije en un tono divertido.
-Te la pasaste haciendo el payaso, saludando a todo el mundo y corriendo como loco por las tres plantas, Risa de soprano.- Dijo Kwon.
- Cabron.
-Vaya, vaya, Jung y por que vienes tan guapo hoy. ¿Qué te ha picado? ¿La abeja reina? - Rió sarcástico.
- Es una pena que la naturaleza no te haya dotado de mi encanto.
- Al menos yo tengo el concepto de puntualidad. Tú deberías venir con un reloj despertador incorporado.
-Kwon, fuera de aquí. Y no se te olvide nada de lo que te he explicado.- hablo mi Jefe que durante la charla solo se limitó a escuchar.
-Muy bien, jefe. Garantizo que todo estará preparado para esta noche. Con su permiso, me retiro.- No sin antes Extenderme el dedo medio en mi dirección, lo cual le correspondi gustosamente antes de cerrarle la puerta en la cara.
Al darme la vuelta, me topé con la mirada fulminante de mi jefe, quien me observaba desde su escritorio con un gesto amenazador. Llevar la cuenta de mis tardanzas se está poniendo feo. Ya van 7 este mes.
- ¿Qué onda, jefe? ¿Ya le entró al tabaco?- dije con una sonrisa de oreja a oreja.
-Jung Wooyoung, Parece que tienes un don para hacer que el tiempo se estire.- con un gesto tranquilo, destapó una botella y, después de servirse, habló.
-Considerando que ayer fue tu décimo séptimo cumpleaños, lo dejaré pasar hoy, además acordamos un plan de renovaciónes y la fiesta arrancará a la una y media.-Inclina la copa y saborea el vino lentamente, mientras sus ojos se posan en mí con una intensidad que me pone los pelos de punta- Sin embargo nos hacen falta putas, necesitó que vayas a un burdel y consigas algunas para nuestros invitados. Dirígete con ellas hacia el sitio de la fiesta. Recuerda activar tu micrófono y cámara.
-Sin duda, me ocuparé de ello, Jefe.
-Excelente, entonces mueve ese lindo trasero tuyo y ponte a trabajar.
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Sometidos.ㅤ| woosan
Randomㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Aquel encuentro fortuito en ese bar clandestino hace seis años fue el inicio de una obsesión enfermiza. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ • Contenido +18.ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ...